Los sindicatos contra la reforma fiscal de Monago, los empresarios a favor

La reforma fiscal que pretende aprobar el Gobierno de Monago en el tramo final de esta legislatura encontró un rechazo frontal de la izquierda parlamentaria en sus primeros trámites y ahora también acaba de chocar con las organizaciones sindicales CCOO y UGT que no comparten en modo alguno esas medidas.

Para el dirigente de CCOO Julián Carretero la política fiscal la propuesta de la Junta no pasa de ser algo superficial y conlleva además subidas de impuestos para toda la población, al margen de su situación económica, como es el caso de los impuestos sobre agua y carburantes que afectan a muchas familias que no pueden pagarlos.

Tampoco comparte esas medidas de la Junta el sindicato UGT que califica la propuesta como propagandística. El secretario de Política Institucional y Territorial de UGT Extremadura Enrique Fernández aboga por una reforma en todos los ámbitos de la tributación y basada en el principio de que pague más el que más tiene, así como por la supresión de impuestos indirectos como el canon de agua y el de carburantes.

Por el contrario, el presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar (AEEF), Alfonso Pitarch, ha valorado positivamente esta propuesta y cree que es una medida que fomentará la actividad empresarial, aunque ha apostado por ir más allá en el sentido de que cuando el sujeto pasivo del impuesto de sucesiones y donaciones sea un empresario o autónomo tenga la opción de destinar esa cuantía a su propia empresa.

El dirigente empresarial señala que la bajada de impuestos como el canon del agua permitirá dotar de más recursos a los empresarios y ha indicado que dado que tanto empresas como ciudadanos tendrán más recursos se fomentará el consumo. En este sentido, ha considerado que la rebaja de la presión fiscal permitirá también generar más riqueza y empleo.