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8 de marzo: convocatoria y contraconvocatoria

Sindicato del Profesorado Extremeño PIDE

La Plataforma Comisión del 8M, que lleva trabajando desde hace tiempo en pro del feminismo y la igualdad convoca, a través de sindicatos de izquierda que la legalizan, la huelga del 8 de marzo. Una huelga de 24 horas para demostrar que el mundo necesita de las mujeres para funcionar y que no son ciudadanas de segunda.

La desigualdad, el machismo, la violencia, la diferencia salarial… son realidades incompatibles con una sociedad que se considera democrática. Por eso la convocatoria de huelga persigue dar visibilidad a las mujeres no acudiendo el 8 de marzo al trabajo, desviando el cuidado de los hijos u otras tareas a los maridos, hermanos… Es una huelga que afecta a todo los órdenes de la vida: laboral, de consumo, de cuidados, de estudiantes…

Se trata también de un ejercicio de empatía, para que los hombres sientan en “carne propia” lo que las mujeres hacen cada día. Por eso la asociación convocante dice que “si eres padre, encárgate de tus hijas e hijos; si eres amigo, ofrécete de niñero; si eres compañero de trabajo, facilita que tus compañeras vayan a la huelga; si eres empresario, no descuentes el día ni tomes represalias y, si eres estudiante, apoya a tus compañeras acompañándolas en la huelga o facilitándoles los apuntes del día”.

La huelga del día 8 tiene dos convocatorias distintas: una, más de izquierda y feminista, que está convocada para todo el día; y, otra, más ambigua y formal, que llama a un paro de dos horas.

Parece poco coherente que haya dos organizaciones sindicales tradicionales que en su momento lucharon por la igualdad de género que, al no haber surgido de ellos la iniciativa, intenten minimizar el impacto de la huelga contraprogramando y haciendo una convocatoria propia de solo 2 horas, lo que ha provocado confusión y, en alguna medida, desactivación de la iniciativa en nuestra región.

La cultura patriarcal va perdiendo su posición de dominio poco a poco; pero aún se resiste a reconocer a la mujer como motor de la sociedad. Todavía demasiadas mujeres se enfrentan, día a día, a una violencia machista intolerable, a la desigualdad laboral, al acoso y abuso. Las mujeres se siguen encargando de cuidar a hijos y familiares; de las labores domésticas. Y, para más inri, además de ser “la mula de carga” de la sociedad se les llama “sexo débil”.

Ha llegado el momento de enviar el machismo al destierro; sacudirse, de una vez por todas, la rancia herencia del patriarcado y avanzar juntos, mujeres y hombres, hacia una sociedad igualitaria, verdaderamente democrática y solidaria.

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