Los vecinos de Vegaviana no quieren la declaración de Bien de Interés Cultural para el municipio

Los vecinos de Vegaviana, uno de los pueblos de colonización más emblemáticos de Extremadura, rechazan la declaración de Bien de Interés de Cultural para el municipio.

La Junta ha recibido más de 400 alegaciones (la mitad del pueblo) al expediente para la protección como BIC de Vegaviana y sus escuelas-capilla, que afecta a los términos municipales de Vegaviana, Cilleros y Moraleja.

Fuentes del Gobierno regional explican a este diario que se ha optado por no continuar con su tramitación ante la oposición vecinal que se ha creado.

Vegaviana es uno de los 63 pueblos de colonización presentes en Extremadura. Son un símbolo de desarrollo rural, testigos del paso del tiempo y la transformación de sus territorios.

Destacan sus edificaciones. Dicen que los pueblos de colonización son hijos de una arquitectura desconocida de vanguardia. En ellos se aplicó la racionalidad, el uso de materiales adecuados y la repoblación de espacios, según destaca la fundación de arquitectos “Docomomo”.

¿Qué implica la declaración?

La declaración de Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, obligaría al ayuntamiento a elaborar un Plan Especial de Protección para todo el municipio, algo que parece explicar la oposición frontal que se ha generado.

El grupo conservacionista Adenex indica que esta figura podría establecer también los criterios básicos de conservación y gestión, y concedería autonomía a la localidad para la concesión de licencias.

Desde este colectivo critican que el Ejecutivo extremeño mantenga “desprotegido” al pueblo de colonización y que haya iniciado diferentes expedientes de protección que finalmente han caducado. Pone encima de la mesa los diferentes informes técnicos de la Consejería de Cultura, que coinciden en que Vegaviana conforma un conjunto relevante y sus valores merecen esta figura de protección.

ADENEX detalla el contenido de uno de los informes, en el que la Junta dejaba constancia de cómo el arquitecto José Luis Fernández del Amo plasmó en Vegaviana “un ideario plástico que enriquece el paisaje del conjunto del pueblo, así como la calidad y los matices de los espacios habitacionales”. Añade las palabras de la Fundación Docomomo, que indica que la singularidad del proyecto de Vegaviana “radica en la sabia decisión de perpetuar la convivencia entre la vegetación autóctona extremeña y el diseño de las viviendas blancas, arquitectura serena”.

Respuesta de la Junta

Frente a las críticas de Adenex la Junta insiste en que los expedientes han sido paralizados por la presión vecinal. Aclaran que el pueblo “goza de normas de protección de carácter urbanístico sobre los elementos fundamentales del conjunto”.

Ademas explica que en próximas fechas se aprobará el Plan General Municipal de la localidad que incorporará nuevas medidas de protección de carácter patrimonial, que se han consensuado entre la Dirección General de Patrimonio y la de Urbanismo.

Pueblos de colonización

El Instituto Nacional de Colonización se encargó de levantarlos bajo la dirección de José Tamés, aunque partían de un pliego técnico que en el año 30 puso en marcha la República. El instituto fue bastante independiente y construyó una variedad de tipología, tanto urbana como de edificaciones muy singular, según detalla la directora general de Arquitectura.

Frente a las 'estrecheces' que pudo imponer el franquismo, desde el Instituto Nacional de Colonización se dio a los arquitectos bastante 'libertad' para que diseñaran pueblos “iguales pero diferentes”. Con criterios de vanguardia y modernismo. “Y sobre todo siendo inéditos ya que se construyeron de una sola vez”.

José Luis Fernández del Amo fue el responsable de la construcción de Vegaviana, aunque se suman otros arquitectos de reconocido prestigio que dieron forma a otros pueblos de colonización extremeños, como es el caso de Alejandro de la Sota, Manuel Rosado, Jesús Ayuso o Miguel Herrero.