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Si consumes prostitución puedes ser cómplice de la trata de hasta 2.000 mujeres en la región

La mayoría de los jóvenes madrileños ve la prostitución como un ejercicio de la libertad sexual.

Jesús Conde

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Las mujeres que se prostituyen también son víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual. De modo que si consumes prostitución puedes ser cómplice de la trata. Este es el mensaje que lanza el Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEX), que quiere poner el foco en el consumidor. En el 'putero'.

Sólo entre el 5 y el 8 por ciento de las prostitutas lo hacen con total libertad de elección, movidas por su propio deseo, cuando y donde quieren, según los datos que maneja la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituta (APRAMP). Esta organización calcula que entre 1.500 y 2.000 mujeres son víctimas de la explotación sexual o la trata de personas en la Comunidad.

Frente a estos datos el Consejo de la Juventud apuesta por poner en marcha campañas que muestren que la prostitución “es el consumo de esclavitud”. Porque ‘irse de putas’ está socialmente permitido. 

De hecho España se sitúa como uno de los países con más hombres que pagan por sexo: el tercero del mundo, explica Olga Tostado, vocal de Igualdad y Derechos Humanos del Consejo de la Juventud extremeño.

A la entidad extremeña le preocupa que muchos chicos jóvenes consuman prostitución cuando acuden a una despedida de soltero. A fiestas que terminan en el club. “Seguramente no han hecho la reflexión, no se han parado a pensar que pueden estar siendo cómplices de la trata con fines de explotación sexual”.

“Los clubes están allí, los pisos son una realidad, los anuncios en prensa siguen a diario. Si no, ¿cómo es posible que los hombres consuman? Porque la prostitución sigue siendo parte de la cultura masculina”.

Prostitución en Extremadura

A lo largo de la conexión de Madrid-Lisboa, también en la Vía de la Plata, han proliferado clubes dedicados a la prostitución en Extremadura. Frente a esta realidad la entidad juvenil pone el foco en las administraciones y les pide responsabilidad. Les hace una petición urgente: que muestren su compromiso y lleven a cabo controles exhaustivos de estos lugares.

Desde el CJEX Olga Tostado critica que quienes están 'dando la cara' son organizaciones como APRAMP. Entidades que aportan datos, llevan a cabo un trabajo concienzudo en los clubes, con campañas informativas sobre VIH. Señalan el problema, son valientes, “se juegan la cara” y sacan a chicas que son víctimas de trata.

Ejercicio de la prostitución en libertad

El organismo juvenil está en contra de la prostitución. Aunque aclara que no van a atacar a cualquier mujer que decida hacerlo de manera libre. Su postura es contraria porque entienden que vivimos en una sociedad patriarcal, y aunque haya chicas que lo hagan desde su libertad, existe una relación desigual y de poder. Una relación donde el hombre usa a las mujeres como un servicio que compra de usar y tirar.

“Hay que tener en cuenta que cuando un hombre va a consumir prostitución no va a consumir solo trabajo sexual. Van a maltratar, a vejar, a dominar a una mujer. No depende solo de querer ser trabajadora sexual, sino que el cliente establece una relación de dominio sobre ellas”.

Trata y mujeres refugiadas

Por otro lado advierten que no hay que olvidar a las personas migrantes y refugiadas, que son un grupo “altamente expuesto a sufrir explotación, violencia y ser víctimas en sus largos desplazamientos del tráfico de personas”.

Dada la llegada de personas refugiadas a España y a Extremadura instan a las instituciones competentes a que atiendan sus consecuencias físicas, emocionales y psicológicas derivadas de la trata de personas. También que pongan en marcha mecanismos de prevención cuando sea posible.

“Las mujeres refugiadas son más vulnerables a situaciones de explotación sexual, tráfico de personas, la prostitución forzada,  matrimonios infantiles, violaciones y abusos sexuales y todas estas situaciones se dan en muchos casos bajo la trata”. Recuerdan que, de diez mujeres que están buscando un país de asilo, hasta ocho pueden haber sufrido algún tipo de abuso sexual. 

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