La verdad es que veo poco la televisión y poquísmo la de todos los vascos, ETB, la pública que se alimenta con nuestros impuestos... con millones al año. La tele en general me aburre, pero no es relevante porque a la mayoría de la gente le gusta y la ve con fruición. Y me parece muy bien. El problema es que hay dos modelos de teles. Las privadas, de las que no voy a opinar, y las públicas.
Me voy a centrar en la vasca. Somos poco más de dos millones de vascos y tenemos la uno, la dos, la tres y la sat con una sede más que espectacular (vayan a verla). Espero no equivocarme. Sinceramente, me parece un despropósito dado el coste que tiene para las arcas públicas el ente EITB. Entiendo que hay que tener una tele en euskera para potenciar la lengua cooficial, pero para eso basta con un canal. No entiendo los otros y menos entiendo una tele de todos con un único dueño.
Es un producto creado a la medida del PNV. Es cierto que el PSE-EE no hizo lo que tenía que hacer en la anterior legislatura por miedo a las críticas y todo quedó en la anécdota del mapa del tiempo. El anterior gobierno, probablemente, desaprovechó una oportunidad y guardó con celo el caserio televisivo a quien siempre ha ejercido de su dueño.
La tele al servicio de la nación, del partido, y con escaso ánimo de molestar a la autodenominada izquierda abertzale, es decir, a Batasuna y su mundo. Hace años no se les molestaba para que no te amenazaran. Era cómodo. Ahora no se les molesta con la excusa de no dividir y porque el pasado hace daño.
No espero que al PNV le parezca mal. No espero nada de la directora de EITB, Maite Iturbe. Solamente recuerdo aquella frase de un líder nacionalista sobre cómo unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces. Siempre he creído que se refería a Batasuna y al PNV ¿Creen ustedes que algún día las teles públicas serán de todos? Lo siento, pero lo dudo, especialmente en el caso de ETB, y sigo sin entenderlo.
A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.
