Las sociedades actuales afrontan grandes retos, como son el envejecimiento, el cambio climático, el empleo o los recursos energéticos, y la innovación social supone un nuevo enfoque que permite buscar soluciones diferentes. Esa es la premisa sobre la cual surgió en 2014 el proyecto europeo SI Drive, una investigación dirigida a impulsar la innovación social como motor de cambio.
En el proyecto han participado 15 socios a nivel europeo e internacional, entre ellos la Universidad de Deusto. Durante el proceso, se han analizado cerca de un millar de iniciativas de innovación social procedentes de todo el mundo, y el resultado de estos cuatro años de investigación se ha concentrado en la publicación Atlas of Social Innovation, disponible online. Este informe incluye un análisis de las tendencias globales de la innovación social en las diferentes áreas de estudio de SI Drive: empleo, educación, medio ambiente, cambio climático, energía, transporte, salud, pobreza y desarrollo sostenible. Además, recoge recomendaciones para las administraciones públicas y claves sobre el futuro de la innovación social.
Euskadi es una de las regiones analizadas dentro del proyecto. Marta Enciso, responsable de SI Drive desde la Universidad de Deusto; Antonia Caro, directora de International Research Project Office, y Javier Castro-Spila, director de Innovation Momentum Lab, son los investigadores encargados de analizar el territorio vasco bajo el prisma de la innovación social. Los autores examinan su evolución durante los últimos 10 años, donde la innovación social ha pasado de estar enmarcada en la economía social a formar parte del sistema regional de innovación.
El artículo establece tres etapas. En una primera fase, ligada al paradigma tecnológico, los esfuerzos se concentraron en el desarrollo de centros tecnológicos y clusters industriales, promoviendo la I+D empresarial. Posteriormente, se incluyeron nuevos actores en el sistema de innovación vasco, como las universidades, formulando por primera vez una estrategia específica para la innovación social. La tercera fase es el actual paradigma relacional, donde la innovación social ya no es un eje específico, sino un enfoque que está presente, en mayor o menor medida, de manera transversal.
En el caso de Euskadi, los autores establecen además recomendaciones para impulsar la innovación social y aprovechar su potencial de cara a resolver los retos socioeconómicos actuales. Establecer herramientas para conocer el contexto y coordinar las innovaciones y agentes que ya existen es una de ellas. También, impulsar el empoderamiento de los usuarios –o destinatarios de los proyectos-, buscar nuevas formas de cooperación con iniciativas de otros territorios y ser capaces de medir el impacto social de las políticas y acciones.
SI Drive es un proyecto financiado por la Comisión Europea que tiene como principal objetivo avanzar en el conocimiento sobre la innovación social y situarla en un lugar prioritario dentro de la agenda política europea. Durante el mes de febrero, el equipo de investigadores publicará un mapa interactivo con las más de 1.000 iniciativas de innovación social analizadas.