El Gobierno vasco planteará a Sánchez un nuevo plan que supondría el fin de la dispersión de los presos de ETA

Hasta ahora, para que se procediese al traslado de los presos de ETA a los centros penitenciarios vascos o cercanos a Euskadi, los reclusos debían contar con un itinerario de inserción. Ahora, el Gobierno vasco trasladará al nuevo Gobierno una propuesta actualizada con la que este proceso se realizaría al revés. Primero, se acercarían a los 210 presos de ETA a siete cárceles de Euskadi o cercanas a la comunidad autónoma vasca, y, una vez que eso suceda, se comenzaría el camino hacia su resocialización. 

“No es un regalo”

Así lo ha detallado el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno vasco, Jonan Fernández en declaraciones a ETB. Según Fernández, el nuevo documento “planteará un cambio de concepto”, que permitiría cambiar el proceso que se ha ido llevando a cabo durante estos últimos años y que ha puesto en jaque a parte de la sociedad vasca. 

La justificación que ha dado el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación es que con el nuevo plan “el concepto debe ser que, para comenzar el proceso de inserción, (los reclusos) deben estar cerca”. Fernández ha querido destacar que esta decisión no supone “un regalo” para aquellas personas que se encuentran presas, sino “justicia” para sus familiares. De esta manera, se trasladaría a los presos a las cárceles de Zaballa (Álava), Martutene (Gipuzkoa), Basauri (Bizkaia) y, fuera de Euskadi, a Pamplona, El Dueso (Cantabria), Logroño y Burgos. 

Este anuncio se produce días después de que miles de personas se concentraran en Bilbao y Baiona para pedir el acercamiento de los presos a las cárceles vascas. Una manifestación a la que acudieron representantes políticos de EH Bildu, Podemos, ERC, JxCat y la CUP. 

31 acercamientos desde que Sánchez está en el Gobierno

Desde que Pedro Sánchez asumió la presidencia del Gobierno, se ha acercado a cárceles próximas a Euskadi a un total de 31 presos de ETA y otros 28 han pasado al segundo grado. Para que esto se produjese, a los presos se les exigía que previamente se hubieran desvinculado de ETA, que hubieran mostrado algún tipo de arrepentimiento, que estuvieran dispuestos a colaborar con la Justicia o que hubieran cumplido tres cuartas partes de su condena. También se han producido acercamientos por razones de salud y de edad avanzada. A pesar de ello, el colectivo de presos de ETA (EPPK en sus siglas en euskera) considera que el número de acercamientos realizados sigue lejos de las expectativas generadas tras la disolución definitiva de la banda en 2018.