La Cooperación Extremeña: un espacio de acuerdos

Tras años de trabajo colectivo y diálogo con la sociedad civil organizada y con la ciudadanía, Extremadura acaba de aprobar una nueva ley de Cooperación y Solidaridad Internacional. Esta normativa viene a colocar a nuestra región en la vanguardia jurídica de la cooperación y a fortalecer la presencia de Extremadura en el exterior. Su texto es resultado de un proceso consultivo amplio a través del que las organizaciones y la ciudadanía extremeña han ido definiendo una política de cooperación internacional en la que se sienten reconocidas. Han participado en él la universidad, ONG, sindicatos, la patronal, miembros de la sociedad civil y más de 6.000 personas a título individual.

“De las crisis se sale cooperando”, ha asegurado Guillermo Fernández Vara, el presidente de la Junta de Extremadura, para explicar la necesidad y oportunidad de este avance legislativo. Esta nueva ley cristaliza el trabajo de los últimos 8 años, en los que, de manera conjunta y consensuada, la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) y las ONG de la región han logrado dar paso a este nuevo marco normativo e institucional. “La cooperación extremeña ha hecho algo poco habitual abriéndose a una gran diversidad de actores”, declaró Gonzalo Fanjul, experto en desarrollo, durante su comparecencia en el debate de la nueva ley. El texto, que sustituye a una norma aprobada hace 20 años, va permitir al conjunto de agentes de la cooperación contar con un marco que dé respuestas a los desafíos actuales del planeta, como la creciente desigualdad o el cambio climático.

“Esta política, que antes fue debilitada y desmantelada, hoy, gracias al proceso de elaboración que hemos llevado a cabo y su apoyo unánime en la Asamblea, podemos decir que es una política pública de acuerdos y consensos que la sociedad extremeña respalda de forma mayoritaria”, ha concluido Ángel Calle Suárez, director de la AEXCID. Extremadura es la tercera región en España, y la cuarta en el mundo, que más invierte en la política de cooperación por habitante, solo por detrás de Euskadi y Navarra.

Con identidad propia y la determinación de avanzar y construir conjuntamente, la solidaridad extremeña acaba de consolidar el trabajo y el aprendizaje de los últimos ocho años, gracias a su apuesta por hacerlo dentro de un espacio de acuerdos.