Las ilustraciones cervantinas que el destino quiso recuperar del olvido
Los dibujos formaban parte de un proyecto que nunca llegó a publicarse. De hecho algunas de las ilustraciones están medio acabadas. Aunque su presencia estaba documentada, nunca habían sido hallados.
Y el destino los rescató del olvido casualmente, casi un siglo más tarde, durante unas obras en el Real Monasterio de Guadalupe.
Más de 3.000 personas han visto en el Museo de Bellas Artes de Badajoz (MUBA), dependiente de la Diputación Provincial, la exposición de 12 ilustraciones del pintor Antonio Blanco Lon. La colección de dibujos está recogida también en un nuevo libro de la Colección Rescate.
Con esta muestra la institución provincial pacense ha rendido tributo a uno de los mayores maestros de la literatura universal con motivo del cuarto centenario de su muerte.
Realizados entre 1919 y 1920 para una edición de las Novelas Ejemplares de Cervantes que finalmente no se imprimió, siendo ilustraciones de gran calidad, donde el artista se mantiene fiel a la estética del neogoticismo y el neomodernismo.
No se sabe si las doce pinturas al gouache constituyen la colección completa o se realizó alguna más que desconocemos. Cada una de ellas resume una parte de las novelas cervantinas, siendo bastante fiel al texto cervantino. Unos trabajos que dejan constancia del elevado nivel intelectual de Antonio Blanco Lon, con referencias ilustrativas a otros escritores de diferentes épocas.
Con un esmero especial, en ellas hace un resumen detallado de la vida de Cervantes y de sus personajes más influyentes. Le muestra así como un soldado de los tercios, en la batalla de Lepanto o herido. También relata la presencia de Don Juan de Austria, o a un Cervantes asiduo a la lactura.
Antonio Blanco y Badajoz
Los dibujos han sido expuestos en Badajoz, ciudad que donde el artista vivió unos 5 ó 6 años, y desde donde se desplazó a Valencia, llegando a ser profesor de la Academia de Bellas Artes.
Se sabe que Antonio Blanco mantuvo un contacto directo con los artistas y el ambiente cultural del Badajoz de la época, y colaboró ilustrando la obra de distintos autores pacenses.
Autor de los murales realizados en 1927 para el edificio de Capitanía General de Extremadura, en los cuales desarrolla también temas cervantinos, se le relacionó con Eugenio Hermoso o Covarsí, según detalla la directora del MUBA, María Teresa Rodríguez Prieto.