La economía, la cuenta de la vieja y los grandes perjudicados
A estas alturas de la película, con un carajal de fases, declaraciones, de locos por la música, es decir por las vacaciones de verano, por la playa, la casa rural, por la copa y la discoteca, uno se queda casi perplejo por adónde vamos a llegar. Aun poniendo como premisa la importancia de la economía y que la balanza de pagos, o como se llame ahora, había que equilibrarla con el turismo y los ingresos de la emigración (sic), que aprendíamos en el colegio, creo que los profanos podemos permitirnos alguna licencia sin olvidar esta base.
Brotes y rebrotes aparte, siguiendo a Plinio el Viejo con lo de “nulla die sine línea”, me pongo en el ordenador por si alguno de ustedes quiere compartir conmigo la lectura, como yo con ustedes la escritura.
¿Cómo compaginamos la que nos llega y resolvemos el difícil equilibrio de la salud y la economía? Piensa el mal pensado que vamos a pagar con creces el encierro obligatorio. Los llorones de hoteles, bares, restaurantes, tascas, tabernas, sitios VIP y demás zarandajas, tiendas y grandes superficies que no han abierto durante estas semanas, al final de año…todos calvos. Es decir, que se van a recuperar con creces. Piensa el mal pensado, oigan, y me apunto al pensamiento de que mucho se va a recuperar; al menos lo he oído en los mentideros de la cola del súper. Serán cosas del consumismo. ¿Han encontrado ustedes algún sector que no se haya quejado, que no haya pedido alguna ayuda y haya declarado que qué va ser de él? “Después de esto, el caos. Pero si ni los altos cargos se han bajado el sueldo que yo sepa; y a mi marido no le suben el 2%”, se quejaba una señora a la pobre cajera.
Está claro que la economía se va a dar, nos vamos a dar el ciudadano de a pie, qué coño, una hostia descomunal según los que saben de macroeconomía. Pero apuntándome a lo anteriormente dicho, creo que nosotros, hablando en plata, los de la microeconomía, los de la cuenta de la vieja vamos, seremos los más perjudicados, los trabajadores por cuenta ajena, junto con los autónomos y el pequeño comerciantes. Pero sobre todo, los que han ido al paro como mal mayor y lo que están en un ERTE como mal menor. No lo van a notar o muy poco mire usted, los que trabajan en negro (tengo un amigo que siempre dice en B) en un país como el nuestro en el que ni dios está mentalizado con IVA y el que no pueda que se joda. Por eso tienen razón los de la macroeconomía, por la grave crisis, seguro, y nosotros, los de la cuenta de la vieja, que vamos pagar el pato.
Se van a dar una monumental galleta también y lo pueden pasar mal, quienes tengan que pasar por el aro y les hagan firmar contratos por 6 horas y hagan 9, que los hay. Este país, nosotros los españoles, somos muy dados a aprender muy poco del capitalismo atroz que nos ha llevado a esto; lo de la crisis, no al virus.
Hecha la caricatura a ver si entre todos nos inventamos el futuro, más allá de la Nueva Normalidad que nos están explicando y no nos quedamos sólo con el uso de la mascarilla y la distancia de metro y medio. Que a lo mejor nos quedamos en las ramas, en lo superfluo, como un profesor de Física que tuve que después de llenar la pizarra de fórmulas, curvas (¿escaladas y desescaladas?) recuperaciones en V, siempre concluía ante nuestras caras atónitas de no haber entendido nada: “Así pues por consiguiente como ustedes ven…”. Le llamábamos el biquini, porque enseñaba todo menos lo esencial. Espero que feministas, progresistas y demás almas no me tomen a mal el mote y le busquen cinco pies al gato. Yo sí, miren ustedes, he tomado a mal que retiren “lo que el viento se llevó”, por racista. ¿Cuándo en este mundo vamos a utilizar la inteligencia para no descontextualizar ni sacar de su tiempo situaciones como esas? ¿No nos habremos pasado de buenismo, a cogérnosla con un papel de fumar, a ponernos estupendos ante cualquier acontecimiento? ¡Ay la historia, la sociología, la tolerancia! ¿O vamos a destruir las pirámides porque los obreros eran esclavos? No seamos subnormales. Sí, ya ya…que me pongo a la defensiva, no vayan a echárseme encima los lobos y las lobas que están a la que salta. Subnormal puede no ser un insulto según la RAE, sino quien tiene capacidad intelectual o moral inferior a lo normal. Con todos mis respetos a personas discapacitadas con esquizofrenias o síndrome de Down, por ejemplo.
En una palabra que el presente, complicado, y el futuro, complicadísimo, debemos hacerlo entre todos sobre algo más que palabrejas. Colaboremos con quienes tienen la obligación de tomar las decisiones. Para impedir abusos y gente que se aprovecha siempre de los ríos revueltos. No vaya a ser cierto el refrán de que “quien no roba no se arrebuja en seda”. Y no sea verdad que los ricos saldrán más ricos. Termino con otro refrán: “A los pobres nos alejan de las nalgas y de los codos se sacan pocas lonchas”.
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