El Club Sénior sí cree que la alta velocidad ferroviaria llega el año próximo pero con muchos problemas

El Club Sénior de Extremadura cree que se cumplirán los plazos que apuntan a la llegada de la alta velocidad ferroviaria a Extremadura el año que viene, pero con muchos inconvenientes como son una duración de los viajes en el tramo previsto, Badajoz-Plasencia, que no se corresponde con la inversión hecha.

El problema principal es que no se han construido las nuevas estaciones previstas en Mérida y Plasencia, pospuestas de forma “incomprensible” según ese colectivo que tiene en su seno a técnicos expertos en infraestructuras ferroviarias.

La duración del viaje entre Badajoz y Plasencia se acortaría 50 minutos respecto al tiempo actual (2 horas y 41 minutos en el mejor de los casos), pero que es la mitad de lo que podría haberse ahorrado con nuevas estaciones en esa ciudad cacereña y en Mérida.

En ambos casos las estaciones antiguas, y que se seguirán usando, están en “fondo de saco”, no en la línea principal, sino que el tren tiene que entrar en la ciudad y volver a salir para buscar la línea principal; Mérida tiene una estación en la línea principal, la estación de Aljucén, pero a varios kilómetros de la estación urbana central, mientras que Plasencia debe recurrir en la línea principal de alta velocidad a la de Monfragüe dentro del término de Malpartida de Plasencia.

Otros problemas

Pero además, según un nuevo informe hecho por el Club Sénior y presentado este martes en Badajoz, en tres de los tramos alta velocidad entre Navalmoral de la Mata y Plasencia  aún no hayan comenzado las obras contratadas hace casi dos años, por lo que “es muy difícil que pueda entrar en servicio, electrificado, antes de que comience el año 2027”, y en el gran tramo castellano-manchego “se deben gestionar eficazmente los tiempos para conseguir recuperar  parte de los 17 años perdidos negligentemente. Se deben agilizar mucho los trámites para  ponerlo en servicio antes de 2030”, que es la previsión del Gobierno central.  

Los trabajos técnicos del Club Sénior, “llevados a cabo por personas de dilatada trayectoria  profesional” según ese colectivo para analizar todo el procesos de construcción del nuevo ferrocarril extremeño  “tienen como único objetivo el colaborar a evitar que, de nuevo, los retrasos o la deficiente  gestión de los proyectos volvieran a frustrar las expectativas y las esperanzas que los  extremeños habían depositado en este medio de comunicación”.

En los diferentes informes anteriores han denunciado las prolongadas interrupciones de algunos trabajos, como los del viaducto  sobre el río Tajo, los enormes retrasos “injustificados” como los del comienzo de las obras de  plataforma de varios tramos entre Plasencia y Navalmoral de la Mata, y la rescisión de algunos  contratos. Y el peor de los retrasos, el sufrido por el tramo castellano-manchego no ya de unos  cuantos meses, sino de 17 años.