El horario de verano permite ganar hasta 135 horas más de luz
El horario de verano, que comienza en la madrugada del próximo domingo, cuando los relojes deben adelantarse una hora, permite ganar hasta 135 horas más de luz y consumir menos electricidad, según la Agencia Extremeña de la Energía (AGENEX).
El Parlamento Europeo y Consejo de la Unión decidieron en enero de 2001 institucionalizar este cambio de hora con carácter indefinido, para aprovechar mejor la luz solar y consumir menos electricidad en iluminación. La eficacia de la medida, según AGENEX, está avalada por los resultados de un informe encargado por la Comisión Europea a una consultora para conocer el alcance y los efectos de esta actuación tanto en el ahorro energético como en otra serie de beneficios derivados de un mayor número de horas de sol.
Así, el cambio de hora favorece las actividades deportivas y de ocio al aire libre, aumenta la seguridad vial y ofrece mayor confort en el trabajo por utilización de luz natural, además de otras mejoras en la salud y en el estado de ánimo. De igual forma, contribuye al buen funcionamiento de algunos sectores, como los de transportes y de comunicaciones, pero también otras ramas de la industria, añade la Agencia Extremeña.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el potencial de ahorro en iluminación en España, por el cambio de hora, puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.
De esa cantidad, 90 millones correspondería al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 seis por hogar; mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria. Para alcanzar este potencial de ahorro, no obstante, se deberá llevar a cabo un comportamiento responsable en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural en edificios del terciario y en industrias.
Estas tecnologías ampliamente experimentadas consisten en fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios, algo que es ya obligatorio en los edificios de nueva construcción, de acuerdo con el Código Técnico de la Edificación.
Pero, además, AGENEX recuerda que, independientemente del cambio de hora, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el IDAE recomiendan a los ciudadanos contribuir al ahorro de energía durante todo el año haciendo un uso inteligente de la iluminación en los hogares, lo que puede permitir, sin renunciar al confort, ahorrar hasta 100 euros al año, además de evitar emisiones contaminantes a la atmósfera.