Un documental sobre Mauthausen gana el Festival Internacional “La Fila” de Valladolid
El documental extremeño “5105. Historia de una fuga de Mauthausen”, dirigido por Diego González y que narra la fuga del deportado extremeño Agustín Santos del campo de concentración nazi, ha sido galardonado con el premio al mejor documental en el 22 Festival Internacional La Fila, de Valladolid.
El documental ha obtenido este reconocimiento en una edición en la que han competido 81 cortometrajes procedentes de 12 países como Suiza, Dinamarca, Reino Unido, Canadá, Grecia, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Rusia, Palestina, Líbano, Alemania y España, en las categorías de documental, animación y ficción.
El documental galardonado está producido por las productoras extremeñas Dosde y Synopsis 103, y narra la fuga del campo de concentración de Mauthausen protagonizada por el extremeño Agustín Santos, con el número de deportado 5105.
El trabajo cuenta cómo Santos, natural del municipio cacereño de El Gordo, ideó un plan de fuga en 1942, al que se sumaron otros dos presos, un catalán y un andaluz, según informa Dosde en una nota.
Los tres consiguieron escapar del campo y emprender una huida desesperada en la que ocurrieron diferentes episodios que llevaron a la detención de Agustín a tan solo 30 kilómetros de la frontera con Suiza, cuando llevaba un mes de fuga y 350 kilómetros recorridos a pie por territorio austríaco.
Tras su detención, el extremeño fue enviado al subcampo de Gusen para morir realizando trabajos forzados, pero consiguió sobrevivir hasta el día de la liberación del campo, el 5 de mayo de 1945.
El documental, producido por Rebeca Aparicio y Julio Carranza, recoge testimonios de familiares de Santos, así como entrevistas con historiadores e investigadores, con los que se ha conseguido armar uno de los capítulos más curiosos ocurridos en la historia de Mauthausen, un campo por el que pasaron cerca de 300 extremeños.
En total, fueron encerrados en Mauthausen 7.532 españoles, de los que murieron 4.816, la mayoría de ellos perecieron en Gusen, un subcampo situado a 5 kilómetros de Mauthausen. A él fueron a parar 5.266 españoles, de los que fueron asesinados cerca de 4.000.
El listado de métodos de tortura y asesinatos era horrible, los deportados españoles llegaron a contar “hasta 35 formas de morir: fusilados, apaleados, gaseados, ahorcados..., pero la mayoría pereció por la mezcla de hambre, trabajo esclavo y unas condiciones sanitarias deplorables que provocaban todo tipo de enfermedades”.
El documental, que cuenta ya con varios premios y selecciones en festivales internacionales, ha conseguido también una nominación como mejor corto documental en los Premios Fugaz del cortometraje español, cuya gala se celebrará en mayo en Madrid.