300 personas protestan y marchan en Montánchez contra los parques eólicos y otros proyectos agresivos
Unas 300 personas han participado esta mañana en Montánchez, en el centro geográfico de Extremadura, en una protesta y marcha contra la instalación de parques eólicos en su sierra y otras alturas de localidades cercanas, convocados por la Plataforma Cívica Sierra de Montánchez-Natura.
Ha sido un paseo por la zona este de la localidad, un paraje llamado La Recuera, elegido para instalar aerogeneradores y que quedaría “destrozado” según Francisco Pulido, portavoz de la plataforma, por eso se ha elegido la zona para que vieran los participantes su estado actual, y pensar cómo quedaría tras la construcción de zanjas y caminos de cierta anchura para los movimientos de tierras y material pesado que tendría que haber.
Caballistas, ciclistas y caminantes de la localidad, de la comarca, y de otras áreas como Villuercas y Gata-Hurdes han participado en el recorrido, ya que se protestaba contra otros proyectos de inversión agresivos como las minas en Villuercas o más parques eólicos al noroeste de la región.
Al final de la marcha se ha leído en la plaza, desde un balcón particular ya que los organizadores quieren permanecer al margen de las instituciones, un comunicado en el que piden a las administraciones que “paralicen cuanto antes esta pesadilla”. Los cuatro parques eólicos están en solicitud de autorización administrativa previa por parte de la empresa a la Junta, en fase de alegaciones públicas.
Destruirían la Sierra
Los molinos, de más de 100 metros de altura, serían “una de las más profundas agresiones a que se puede someter Montánchez, la destrucción de su Sierra”. Los montanchegos, por mayoría, quieren defender su cultura, paisaje e historia, que ha dejado el paraje con elementos como el castillo, caminos de piedra, chozos y portalones, y si se practican esas obras colosales la localidad, que lucha por un desarrollo sostenible ,“dejaría de ser visitable”.
Los aerogeneradores ponen en peligro la conservación del magnífico castañar-robledal de la sierra, causarían ruidos y molestarían a zonas pobladas como tres barrios e incluso la residencia de ancianos, que están a menos de un kilómetro de ellos, cuando en otros países ya se están poniendo distancias de dos kilómetros o más.
El esfuerzo por el desarrollo sostenible que se realiza, a base de turismo, cultura, naturaleza, elaboración y puesta en calidad de productos tradicionales y valiosos como el jamón, el vino y el aceite, se iría al traste y se perderían empleos en todas esas áreas; restaurantes, bares, casas rurales, empresas de construcción, cooperativas…
“Montánchez quedaría vacío, sin atractivo, nadie vendría aquí”, en un paisaje hoy de gran valor pero que sería atravesado por “kilómetros de zanjas y cableados”. La localidad y comarca luchan por “nuestra salud y calidad de vida”
En la marcha ha participado la antigua alcaldesa socialista, María José Franco, y la actual del PP, Isabel Sánchez, esperaba en la plaza para la lectura del comunicado.
0