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La Extremadura que merecemos

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Hoy les escribo las últimas líneas desde aquí hasta después de que pasen las elecciones autonómicas. Las dos próximas semanas de campaña electoral estaremos dando a conocer el programa de Unidas por Extremadura por todos los rincones de la geografía extremeña. Seguro que en algún momento de estos próximos 15 días nos encontraremos con muchos de ustedes, y podremos charlar sobre la región que merecemos y sobre la inestabilidad a la que nos abocan las derechas. 

Y digo la región que nos merecemos porque estarán conmigo que esta Extremadura en blanco y negro que se nos está quedando está muy lejos de lo que los extremeños y extremeñas merecen. Merecen una tierra de oportunidades, que mire para sus gentes, que las sirvan, y que pongan todos los recursos de las administraciones para mejorar sus vidas, y no que rindan pleitesía a los dueños de las grandes energéticas, que llevan décadas haciéndose de oro con nuestros recursos, mientras que aquí solo dejan migajas. Porque no nos engañemos, donde verdaderamente pagan impuestos Iberdrola, Naturgy y Endesa es en el País Vasco y Madrid. Aquí, nos quedan solo los residuos. 

Merecemos también una tierra justa, solidaria, feminista, diversa, sostenible, de acogida, que sea respetuosa con los derechos humanos, y que aleje a los machistas y a los negacionistas de las instituciones. Una tierra que cuide y proteja, y que garantice la calidad y excelencia de nuestros servicios públicos. 

Ahora tenemos todo lo contrario. Desde que la derecha alcanzó el poder, aquí los únicos que han visto mejorar su situación han sido los privilegiados, los señoritos, los que más tienen y los grandes empresarios que no pagan impuestos aquí. El resto, sufrimos largas espera para ser atendidos en la sanidad, las aulas de nuestros hijos e hijas están masificadas, y en muchas ocasiones, en situaciones deplorables, o sufrimos por el modelo de la dependencia que condena a nuestros mayores a un letargo asistencial que no tiene en cuenta sus necesidades. 

Tenemos que rebelarnos frente a esto. Tenemos que ser capaces de parar a esta derecha interesada y perversa. Esa que solo siembra odio. Y tenemos una oportunidad el 21 de diciembre. Podemos hacerlo. Tenemos la fuerza suficiente para ello. 

Por eso, nadie con el corazón progresista puede quedarse en casa ese día. Hay alternativa de izquierda en esta región, y esa es Unidas por Extremadura. Préstenme su confianza ese día porque les aseguro que no les voy a defraudar. Me voy a dejar la piel por para a las derechas en esta región, por defender lo que es de todos y por hacer de esta tierra una Extremadura mejor. Me sobran ganas y fuerzas. Me acompaña un equipo de gente valiente, honrada y trabajadora. Personas fuertes con una gran vocación de servicio público. El 21 de diciembre, únete tú también a nosotras. ¡Vamos a demostrar la fuerza de Extremadura!