Guterres, secretario de la ONU, recibe un premio Carlos V en Yuste que une más a Extremadura con Portugal
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha recibido en el monasterio cacereño de Yuste el premio Carlos V a la europeidad, un galardón que le ha entregado el rey Felipe VI, y que dada la nacionalidad del premiado, y el nivel de invitados que han venido a verlo, une aún más a Extremadura con la vecina Portugal.
Y es que el presidente de la República lusa, Marcelo Rebelo, y el primer ministro, Antonio Costa, dos políticos que no conviven precisamente en armonía, han estado presentes este martes en el monasterio verato elegido por el emperador español y europeo para vivir sus últimos días.
António Guterres, ha proclamado en su discurso que “en lugar de balas”, es preciso recurrir a los “arsenales diplomáticos” y a la negociación como vías para hacer posible la paz en Ucrania y en otros países donde hay guerras, al opinar que “erigir puentes es la única opción”.
“Negociación, mediación, conciliación, arbitraje... Debemos intentarlo todo para resolver pacíficamente nuestros desencuentros”, ha defendido Guterres tras recibir la 16ª edición del Premio Carlos V coincidiendo con el Día de Europa.
El ex primer ministro portugués ha lamentado que “la paz esté debilitada” y que la violencia “campe a sus anchas en demasiados rincones del planeta”. En el caso de Ucrania, Guterres ha condenado la invasión de Rusia por vulnerar el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas, y ha subrayado que para que la paz sea duradera “debe de estar basada en el respeto y la protección de los derechos humanos en su globalidad”.
“La paz nunca debe subestimarse ni darse por sentada. Debemos trabajar por y para ella, todos los días, sin descanso. En un mundo que se está desgarrando, debemos curar las divisiones, prevenir las escaladas, escuchar los agravios. En lugar de balas, necesitamos arsenales diplomáticos”, ha sostenido.
Para el máximo responsable de la ONU, “hoy más que nunca, en un mundo fracturado, erigir puentes es la única opción”.
En presencia del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, Guterres no ha hecho mención a la postura de Estados Unidos y de países de la UE de aportar armamento a Ucrania.
Tampoco ha citado al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la jornada en la que Moscú conmemora el Día de la Victoria con el desfile militar en la plaza Roja.
A sus recetas de cómo acabar con la guerra, el político portugués ha añadido: “Solo habrá paz duradera si logramos la participación plena y el liderazgo de las mujeres en las mesas de decisión”.
En Yuste estaban también el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y una veintena de embajadores de países de la UE e iberoamericanos.
Europa
Guterres se ha mostrado partidario de que la UE se renueve “sin renunciar a su identidad” para que siga estando a la vanguardia en la defensa de valores como el diálogo, el respeto y los derechos humanos.
“Sólo una Europa unida puede afrontar los enormes retos del presente y del futuro. El mundo necesita una Europa fuerte, que mire hacia fuera, no una Europa encerrada en sí misma”, ha reclamado el político socialista.
También ha abogado por “reinventar el multilateralismo”, para lo que ha considerado necesario “unidad y valentía”, además de “soluciones originales, integrales y duraderas”.
Una tarea que ha calificado de “hercúlea”, pero ha añadido: “Ahora es el momento de, una vez más, estar a la altura de las circunstancias”.
“La historia nos enseña que es en los momentos más difíciles cuando el ser humano sobresale”, ha completado Guterres en un discurso íntegramente en español.
El ex primer ministro de Portugal se ha referido a la emergencia climática y a la obligación de buscar “la paz con la naturaleza” al advertir de que “la guerra que se está librando contra el planeta está poniendo en peligro la propia supervivencia de la humanidad”.
El “caos” climático, ha proseguido Guterres, “inflama conflictos”, por lo que ha sostenido que “actuar por el planeta es actuar por la paz” y a favor de la justicia.
En su alegato pacifista, el político portugués ha recalcado que “no puede haber paz duradera sin solidaridad, ni igualdad”, tras denunciar que el actual “sistema financiero internacional es profundamente injusto” por la brecha, cada vez mayo, entre los países del norte y el sur.
“Los países más pobres están asfixiados por la deuda, mientras que los más ricos han podido invertir en una fuerte recuperación económica. Esta división económica y social corre el riesgo de producir fracturas políticas. Esta injusticia es un amenaza para la paz”, ha reconvenido Guterres.
El secretario general de la ONU, de 74 años, ha confesado sentirse “emocionado” de unirse al palmarés del Premio Carlos V, del que forman parte personalidades como Jacques Delors, ganador de la primera edición en 1995; Felipe González; Mijaíl Gorbachov; Helmut Kohl; José Manuel Durão Barroso o Angela Merkel.
Dotado con 30.000 euros, Guterres ha donado la mitad a la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), de la que fue alto comisionado entre 2005 y 2015, y la otra a becas de estudiantes que se forman en migración y derechos humanos.
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