Mujeres Progresistas lamentan que la Casa de la Mujer de Badajoz no esté funcionando tras dos años paralizada

La presidenta de la asociación de Mujeres Progresistas de Badajoz, Inés Rodríguez, ha lamentado que no se haya puesto en funcionamiento durante 2014 la nueva Casa de la Mujer pese a las manifestaciones públicas de que el proyecto se había reiniciado. La asociación ya denunció a principios del año pasado que el proyecto llevaba dos años paralizado pese al convenio suscrito entre el Gobierno central y el autonómico para que la iniciativa fuera una realidad.

A pesar del compromiso institucional y al anuncio de la apertura para octubre o noviembre del recién finalizado 2014, la situación sigue estancada, ha dicho la presidenta de la asociación. Inés Rodríguez ha recordado la importancia de este centro, ubicado en la Avenida de Elvas, pues no solo serviría para atender a las mujeres víctimas de violencia machista, sino a los jóvenes que padecen esta lacra, ya que dispondrá de psicólogos y de otros profesionales.

“No se sabe si el retraso es un problema de voluntad o de prioridad política, si no se considera importante o si se acelerará de cara a las elecciones”, explica.

En su opinión, este proyecto sería “trascendental” en el objetivo de la asociación de seguir llegando a todos los barrios e institutos de la ciudad badajocense, como se ha logrado este año con distintas iniciativas.

Más recursos

Ha indicado que las asociaciones y las instituciones extremeñas coinciden hoy en la necesidad de más recursos, pues aunque “las cosas no se están haciendo mal, los proyectos son insuficientes, a la vista de los datos”. Ha recordado que las mujeres asesinadas suponen la punta del iceberg, y pide una labor de base a través de la prevención y de la concienciación.

Aunque Rodríguez ha reconocido que al menos se ha dado el paso de hacer social un problema que hasta hace poco era privado, la violencia de género no está dentro de las principales preocupaciones de la sociedad y esa situación es peligrosa.

A su juicio, esa es la consecuencia de no atajar el mal en su base y, por tanto, “es necesario que nos sentemos todos para abordar qué hace falta, porqué no llegamos o porqué no son efectivos todos los métodos”.