CNT pide que se investigue “a fondo” la muerte de un trabajador en Malpartida de Plasencia

El sindicato CNT Extremadura ha pedido a la autoridad laboral que investigue “a fondo” el accidente laboral ocurrido el pasado jueves en el que un trabajador de 23 años murió electrocutado mientras instalaba un sistema de riego en una finca ubicada en Malpartida de Plasencia (Cáceres).

La organización sindical ha acusado a la empresa de “actuar con mucha negligencia” en este caso y ha exigido que este suceso “no se eche al olvido” y que la autoridad laboral “tome medidas para que los responsables de la empresa no se vayan de rositas”.

El sindicato ha subrayado que no entienden cómo “un trabajador, que llevaba trabajando tan poco tiempo en la empresa, tuvo que realizar un trabajo tan peligroso y complicado, cuando el tendido eléctrico subterráneo no estaba localizado y se debería haber tomado medidas de seguridad más rigurosas para evitar el trágico accidente”.

Según la CNT, la “mayoría” de las empresas en Extremadura no toman medidas “adecuadas” de prevención de accidentes laborales. “Solo llevan a cabo aquellas que son obligatorias por ley, como la entrega de los EPI y los cursos de prevención de riesgos laborales a los que, en algunos casos, los trabajadores no tienen acceso”, ha señalado.

Asimismo, ha denunciado que algunas empresas de formación homologadas y autorizadas realizan los cursos “en connivencia con las empresas para que los trabajadores no pierdan horas laborables”, cuando es obligatorio que se hagan en horario de trabajo.

Por otro lado, la CNT también ha criticado que las empresas, “además de ahorrarse costes con la prevención, también se los ahorran con plantillas escasas dando lugar a más accidentes laborales debido al exceso de carga de trabajo”. En este sentido, ha recordado que en lo que llevamos de año “ya van tres trabajadores muertos y el año pasado fueron 24”.

A su juicio, parte de este problema se evitaría dando más medios a la Inspección de Trabajo, “aunque lo que está claro es que trabajar en Extremadura supone un grave peligro para la vida y un atentado a la salud de los trabajadores”, ha concluido.