Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El director del Banco Regional de Sangre lamenta enviar tanto plasma a las empresas farmacéuticas

José María Brull Sabaté

Efe / eldiarioex

20 de febrero de 2021 14:21 h

0

José María Brull, hematólogo catalán (Tortosa, Tarragona) afincado en Extremadura desde 1978 y director del Banco de Sangre Regional desde su creación en 2002 hasta su jubilación, afirma en una entrevista con la agencia Efe que deja el cargo con muchísimas satisfacciones pero con “una espinita clavada”, como es que en la Comunidad no se haya avanzado más en la investigación sobre las posibilidades que tiene la sangre.

Con motivo de su reciente jubilación, Brull, que fue el primer director del hospital de Mérida a partir de su apertura en 1981, destaca que Extremadura, con la mayor tasa de donaciones por habitante en los últimos años, tiene la materia prima “que es el brazo del donante”, que “dona lo que se le pida y más” pero no aprovecha el potencial que tiene para liderar una apuesta por la investigación.

Destaca que en Extremadura se registran unas 48.000 donaciones anuales, de cada una de las cuales se podría tener “una fuente importantísima de estudio, para lo que se quiera”, pero no se ha hecho porque no se cuenta con los medios para hacerlo, aunque confía en que el equipo que sigue al frente del BSE siga apostando por esa línea.

Industria farmacéutica

Explica que una vez extraída la sangre “hay muchos elementos que se podrían rentabilizar”, y pone como ejemplo que de las 48.000 donaciones de sangre, de plasma solo se transfunden 5.000 o 6.000 y el resto se envía a una industria farmacéutica, que lo transforma y lo devuelve en forma de productos farmacéuticos.

“Por qué no se impulsa una gran industria farmacéutica para eso, por qué depender de la industria privada”, se pregunta José María Brull, a quien le habría gustado que Extremadura “se hubiese liado la manta a la cabeza” y liderado ese tipo de proyectos “a lo mejor no solos, pero sí encabezando ese movimiento”.

Recuerda que la puesta en marcha del Banco Regional de Sangre fue una de las primeras decisiones que se adoptó tras las asunción de las competencias sanitarias, ya que Extremadura era una de las pocas CCAA que no contaba con uno, pero pasados 18 años cree que es una de las cosas de la que los extremeños “se sienten más orgullosos, porque lo sienten como algo suyo”.

También relata que los primeros días fueron duros y como a ciertos gestores “les costó entender” que, a diferencia de otros centros sanitarios, “a nosotros nos interesaba que viniera mucha gente”, por lo que costó mucho cambiar la mentalidad cuando había que hacer campañas, por ejemplo, para incentivar las donaciones.

Jose María Brull confiesa que a veces lo ha pasado peor “intentando hacerles ver a algunos superiores jerárquicos la importancia de ciertas cosas, que cualquier persona puede ver y que son evidentes, que trabajando 20 horas diarias”.

En este sentido, recuerda como en su día tuvo que insistir en la importancia de obtener el plasma de la sangre, porque se había comprobado que había funcionado en tratamientos contra el ébola, y que ahora se está utilizando en la lucha contra la covid.

“Ese tipo de cosas te llevan al limite”, señala Brull, que se congratula de la importancia que la creación del banco de sangre regional tuvo para poder diseñar una verdadera campaña de donación, ya que antes “cada hospital se buscaba la vida” y para los más pequeños “era una auténtica odisea” tener la sangre que se necesitaba.

No se trata solo de obtener la sangre, sino analizarla, procesarla o hacer el fraccionamiento en hematíes, plaquetas y plasma, “que los hospitales pequeños no pueden hacer”, y añade que también permitió una mayor seguridad en las transfusiones al poder hacer las PCR “ahora tan famosas” para el VIH y las Hepatitis B y C o cuando “la crisis de las vacas locas”.

Etiquetas
stats