Entra en vigor la asistencia rotatoria a enfermos mentales de Cáceres, ante la oposición de los familiares
La primera atención a un paciente en situación de crisis mental es un trabajo duro. Por ello, algunos profesionales de la Unidad de Hospitalización del Virgen de la Montaña de Cáceres pidieron a la gerencia del área de salud un cambio en sus condiciones laborales. Su objetivo: Rotar este trabajo en primera línea con otro trabajo menos estresante: la atención psiquiátrica a pacientes del mismo área d salud, pero en una unidad teóricamente más tranquila, en la Unidad de Salud mental de la Ronda del Carmen.
Ante esa petición, la gerencia del área de salud de Cáceres optó por repartir cargas y ha decidido dividir el trabajo de atención en crisis, poniendo un tope de cuatro años y cambiando a uno de los psiquiátricas cada seis meses para esas rotaciones.
El 15 de enero entra en vigor esta medida, ante la rotunda oposición de la asociación de familiares agrupados en Feafes Extremadura, la federación extremeña que agrupa en enfermos y familiares y que agrupa en torno a unas 2.000 personas.
Profesionalmente quemados
“Entendemos que ese trabajo puede quemar profesionalmente mucho, pero también sabemos que a los pacientes de enfermedades mentales les cuesta mucho adquirir confianza con los médico s y todo lo que supongo cambiar, no es bueno para los tratamientos, ni para la relación de las familias con los profesionales porque deberán ir explicando a unos y otros muchas veces lo mismo”, se quejan desde Feafes.
En el área de salud de Cáceres, Feafes indica que están recibiendo tratamiento médico en torno a unas 150 personas e indican que el malestar entre las familias es generalizado.
Hay otra queja sobre la manera en que los responsables del SES han tomado esta decisión. “El 19 de diciembre del año pasado, en cuanto nos enteramos de esos cambios, pedimos una reunión con los responsables para buscar alternativas. Las rotaciones empiezan el 15 de enero y nos han dado cita para el 20, cuando ya está todo en marcha”, lamentan.
Miguel Simón, psicólogo clínico y director de la residencia la Mejostilla, explica “que es comprensible que los profesionales que trabajan en primera línea, en las crisis de urgencias, sufran un mayor desgaste profesional, pero reitera como portavoz de Feafes que eso es un problema laboral y debería abordarse como un asunto laboral, sin influir en la atención a los enfermos, especialmente porque muchos de esos pacientes tienden a tener problemas que se cronifican durante tiempo y es deseable que haya continuidad en el tiempo en su tratamiento”.
Desde la asociación de familiares señalan que entienden la dureza del trabajo de los psiquiatras pero indican que en casi todas las empresas, públicas y privadas, hay mecanismos que permiten cambiar de situación laboral a profesional quemados laboralmente, pero no comprenden que haya que fijar ese límite en cuatro años y cada seis meses cambiar un psiquiatra de una unidad a otra.
