La hucha de las pensiones
Vuelve a saltar la noticia sobre el fondo de pensiones: el Gobierno de nuevo mete la mano en la hucha de las pensiones.
El fondo de reserva ha jugado un papel estabilizador importantísimo para el sistema de seguridad social. Creció en los años de bonanza económica; cuando empezaron a bajar los ingresos, los cuantiosos intereses que producía este fondo permitieron neutralizar la caída (se puede comprobar que en 2011 a pesar de la crisis seguía creciendo alcanzando el máximo histórico con 66.815 millones); y cuando la crisis se ha prolongado, está permitiendo sostener el sistema. De no haber creado esta hucha, estaríamos con problemas para pagar las pensiones actuales. Por otra parte ha sido beneficioso para el conjunto de la sociedad, para la economía del país, al permitir financiar parte de la deuda pública en condiciones más favorables.
La propuesta sindical de la creación del fondo de pensiones fue un gran acierto. Creo que es justo reconocerlo ahora que todo está en tela de juicio y que abundan los juicios negativos en la opinión pública. En momentos de ciclo económico de crecimiento las organizaciones sindicales propusieron la creación del fondo de reserva porque era una manera de asentar la financiación del sistema de seguridad social de manera más perdurable y sostenible. Había que evitar la tentación, en un momento de “vacas gordas”, de ir tirando de excedentes y a la vuelta de la esquina cuando empeoran las condiciones económicas nos encontráramos con un sistema en quiebra. Apartar ese dinero de superávit, permitió además exigir nuevas mejoras para la sostenibilidad como la separación de fuentes de financiación, que tiene un impacto favorable en los gastos.
Lo cierto es que no tenemos un colchón eterno, que sirve para sobrepasar etapas de dificultades, pero que es preciso salir de las crisis económicas generando empleo con derechos para que se produzcan de nuevo los ingresos suficientes.
Urge un cambio radical de las políticas para que crezca el empleo, que suban los salarios, que se acometa una profunda reforma fiscal para mejorar los ingresos y su equidad y que se combata la corrupción. Si no se hace esto y el gobierno solo se dedica a rascar en el bolsillo al final no encontrará nada más que un agujero.
En el marco de la necesaria reforma fiscal, hay que tener en cuenta que durante algunos años (los que vamos a vivir de pirámide poblacional más desequilibrada) va a ser necesario algún tipo de aporte por la vía de los impuestos al sistema de seguridad social. Merece la pena, no nos olvidemos de la importancia que tienen las pensiones para quienes ya no tienen otra fuente de recursos y además el papel que están jugando como colchón social aportando recursos a las familias.