El Sindicato de Enfermería (Satse) reprocha el cierre de alrededor de 250 camas hospitalarias en Extremadura, en plena séptima ola de la pandemia de la covid, y que provocará un aumento de listas de espera.
En un comunicado, ha denunciado que “la falta de previsión e incapacidad” de la Junta de Extremadura van a convertir los hospitales y la atención primaria en una auténtica “bomba de relojería” este verano.
Al cierre de camas y el coronavirus, ha sumado que profesionales sanitarios están “totalmente saturados, exhaustos y sobrecargados”.
Tras realizar un análisis de la situación, Satse ha constatado que desde el pasado mes de junio se han vuelto a establecer cierres programados y progresivos de camas, consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas en los centros hospitalarios, que se mantendrán los meses de julio, agosto y septiembre.
A su juicio, la Administración autonómica no solo no ha aprendido nada de la pandemia, sino que no han hecho ningún caso a lo acordado por el conjunto de partidos políticos en la comisión para la reconstrucción social y económica del Congreso de los Diputados, sobre incrementar de manera significativa las camas hospitalarias públicas.
“Cerrar camas conlleva que en los hospitales no se puede garantizar una atención y cuidados óptimos al conjunto de la ciudadanía que, lógicamente, también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre”, ha indicado el sindicato.
En su opinión, la atención primaria está igualmente desbordada por la falta de contratación y suplencia de sus profesionales.
Satse ha exigido más dotación presupuestaria y ha dicho que el presidente regional, Guillermo Fernández Vara, como sanitario, “debe comprender la gravedad de la situación”.