El Tribunal de Cuentas inicia la reclamación de 112.000 euros al antiguo gerente de la Orquesta de Extremadura
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El Tribunal estatal de Cuentas (TCU) acaba de empezar un procedimiento de reclamación contable al antiguo gerente de la Fundación Orquesta de Extremadura, por no haber justificado el pago de 112.000 euros a lo largo de 2010 y 2011, procedimiento al que mediante anuncio público el Tribunal invita a sumarse, u oponerse, todos los interesados.
El descubierto quedó constatado en el informe de fiscalización que el Tribunal hizo sobre la ejecución de las cuentas de la Junta y sus empresas públicas de los años 2010 y 2011, y posteriormente cuando tomó posesión el nuevo gobierno regional del PP hizo uso del plan de auditorías internas que ya estaban en marcha, para intentar pedir responsabilidades a desaguisados contables encontrados tanto en la Orquesta como en el Patronato del Festival de Teatro de Mérida.
Ahora según fuentes de la Junta se ha podido determinar el responsable personal del descubierto económico, y el Gobierno regional “sigue personado en la cusa como estaba desde el principio”.
El TCU afirma que se trata de momento de una reclamación solo administrativa y contable, para recuperar el dinero, pero no de carácter judicial, que sería un segundo paso si en el procedimiento se apreciaran responsabilidades de ese tipo para comunicárselas al Juzgado.
Sobre este caso, la Junta anunció en septiembre de 2012, cuando ya gobernaba el Partido Popular, el inicio de acciones judiciales contra la gerencia de la Orquesta, por la no justificación de fondos económicos retirados.
“Descontrol”
Graves irregularidades y un absoluto descontrol en la gestión eran las conclusiones que la entonces vicepresidenta de la Junta, Cristina Teniente, extraía de la auditoría a la que se había sometido a la Orquesta de Extremadura, que desvelaba más de 100.000 euros de ingresos sin justificar, la falta de un registro de taquilla y la imposibilidad de verificar las dietas por desplazamientos. Una auditoría que fue remitida al Tribunal de Cuentas para la exigencia de responsabilidades contables.
El documento hacía referencia a la gestión del año 2010 y según Teniente, había una auténtica desorganización en la gestión, con graves irregularidades y un absoluto desconcierto en materia de ingresos. Solo estaba justificado el 26% de los ingresos en taquilla, y no se aclaraba quién establecía los precios, ni había informes firmados por los taquilleros, y nadie supervisaba tales ingresos.
En cuanto a los gastos la auditoría desvelaba que no se podían verificar los de desplazamientos. Del “descontrol absoluto” era prueba que hubo que pagar sanciones de 39.000 euros por vencimiento de los plazos en las liquidaciones de las retenciones fiscales y pagos a la Seguridad Social.