Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El conflicto en la sanidad gallega volverá a echarse a la calle mientras Feijóo se manifiesta con Casado

Movilización en defensa de la sanidad pública el pasado enero en Vigo

David Lombao

Cuando, este domingo a 12 de la mañana comience en la madrileña plaza de Colón, bajo la bandera de España que ordenó instalar el Gobierno de Aznar, la movilización de PP, Ciudadanos y Vox para alertar de una supuesta ruptura de España, en la Alameda de Santiago emprenderá la marcha otra manifestación. Lleva semanas convocada por la plataforma SOS Sanidade Pública y pretende, un año después de otra multitudinaria protesta contra la política sanitaria de Alberto Nüñez Feijóo, concentrar las reivindicaciones que en los últimos meses han salpicado Galicia por carencia en la sanidad pública, desde los ambulatorios hasta los hospitales.

Aunque la ola de movilizaciones contra la política sanitaria de la Xunta lleva años activa, un punto de inflexión dramático espoleó el movimiento el pasado verano: el fallecimiento de un paciente sin ser atendido en el Punto de Atención Continuada (PAC) de A Estrada (Pontevedra) en el mes de agosto. El personal de los PAC, precisamente, llevaba ya entonces varios meses protestando por la falta de medios en su trabajo.

La plataforma surgida en esa primera línea del frente sanitario, PAC's en pé de Guerra, coincide con otros colectivos y sindicatos sanitarios en una diagnosis que se repite: la consecuencias de las restricciones presupuestarias de los años de la crisis, la célebre “austeridad”, están “explotando” ahora junto a otros problemas estructurales que van de la precariedad laboral a la carencia de profesionales.

SOS Sanidade Pública, plataforma participada por múltiples colectivos locales, los principales sindicatos y las fuerzas de la oposición gallega, resume la tabla reivindicativa para el domingo en seis puntos. Algunos están ligados a la reversión de la reforma sanitaria aprobada en solitario por el PP gallego en 2018, como la “recuperación” del anterior mapa de áreas sanitarias. Otros, directamente con los recortes de los años de la crisis, desde el personal perdido hasta la “dotación adecuada de los PAC y los servicios de urgencias hospitalarios”.

Ligado con esto, advierten, es necesario poner fin “a la precariedad laboral”. También “recuperar todos los servicios y centros privatizados”. Esa entrada del sector privado en el caso gallego no se ha producido en estos años con la externalización directa de la atención sanitaria en los principales hospitales -al otro lado del concertado POVISA, de referencia para más de 100.000 personas en el área de Vigo y con recurrentes rifirrafes con la Xunta para lograr más financiación-, sino con fórmulas como la público-privada para construir y prestar servicios no asistenciales en el nuevo hospital vigués o, por ejemplo, convenios con determinadas compañías para desarrollar algunas áreas o prestaciones del Sergas.

La respuesta de la Xunta y del PP a estas movilizaciones está siendo, otra vez que la sanidad gallega está notablemente mejor que la de otras comunidades autónomas. También que las acusaciones se basan en “mentiras” o son, en palabras de Feijóo, producto de “intereses inconfesables” de la izquierda, tesis agitada con especial intensidad tras el pacto de En Marea, PSdeG y BNG para abrir una comisión de investigación sobre los recortes sanitarios en el Parlamento. Los grupos de la oposición abandonaron esa misma comisión después de que el PP aprobara en solitario el plan de trabajo del órgano, con comparecientes de su preferencia.

No obstante, más allá de las acusaciones de mentir la Consellería de Sanidad ha intentado en los últimos meses aplacar algunos de los múltiples frentes abiertos. Así, ha impulsado un nuevo contrato para personal eventual, ha aprobado el tratamiento 24 horas a los infartos en Lugo que Feijóo había prometido hace ocho años y ha articulado grupos de trabajo para procurar carlmar a los profesionales de la atención primaria después de la dimisión de una veintena de jefes de centros de salud de Vigo, grupos que los colegios médicos han acabado por abandonar ante la, a su juicio, carencia de mejoras reales. También ha planteado ofertas de mejora en puntos de conflicto como los PAC o las Urgencias del Clínico de Santiago.  Al mismo tiempo ha puesto la pelota en el tejado del Gobierno de Pedro Sánchez para asuntos pendientes como la escasez de pediatras.

Todos estos conflictos confluyen el domingo en las calles de Santiago. Los sindicatos y las plataformas sanitarias comarcales están facilitando la asistencia en sus respectivos territorios a través de la organización de desplazamientos en autobuses en vehículos compartidos y las tres fuerzas de la oposición llaman a la participación de su militancia, además de confirmar la presencia de sus líderes.

Para el portavoz de SOS Sanidade Pública, Manuel Martín, es todo un mensaje político que, a la misma hora, Feijóo se vaya a manifestar en Madrid “por Cataluña” en lugar de “dar la cara” mientras el conflicto sanitario se echa a la calle en Galicia. Esa misma coincidencia la han reprochado los líderes y portavoces de En Marea, PSdeG y BNG.

Etiquetas
stats