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El conselleiro de Sanidade justifica la sanción a la doctora que sacó pacientes de un pasillo para atenderlos

El conselleiro de Sanidade de la Xunta de Galicia, Julio García Comesaña, en el Parlamento.

Daniel Salgado

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El conselleiro de Sanidade se negó a valorar en el Parlamento la sanción impuesta por el Servizo Galego de Saúde (Sergas) a una médica que sacó a dos pacientes de los pasillos de Urgencias, en el Hospital de Santiago, para atenderlos en un box. A pesar de la pregunta de la diputada nacionalista Iria Carreira al respecto, Julio García Comesaña rehusó entrar a la cuestión. Según él, resulta “inoportuno debatir sobre asuntos perfectamente regulados”. Ni siquiera aunque trate sobre el expediente abierto a una doctora sindicalista, Fátima Nercellas, y crítica con la gestión política de su centro sanitario, cuyos trabajadores han anunciado movilizaciones en solidaridad con ella.

“Ustedes ponen en duda al funcionario independiente y soberano que ha instruido el expediente”, aseguró García Comesaña, “¿qué intentan insinuar?”. En realidad, fue la gerente del área sanitaria de Santiago de Compostela y prima de Alberto Núñez Feijóo, Eloína Núñez, la que en el escrito que inició el procedimiento sancionador insinuó algo: que la doctora Nercellas era “una portavoz diaria y permanente de todo lo que acontece en el servicio de urgencias”. Núñez no se quedaba ahí. “No parece que en este tema de salud pública, que puede generar desinformación, inquietud y preocupación entre la población”, añadía, “se pueda erigir Fátima Nercellas en una especie de portavoz autorizada sobre el tema cuando lo que aconseja una mínima prudencia y profesionalidad es guardar el mutismo más absoluto sobre el tema”.

Pero preguntar en la Cámara por lo que los compañeros de Nercellas consideran “persecución de una sindicalista” no le parece al conselleiro de recibo. “Ponen en duda el funcionamiento de determinados servicios y profesionales. Otros no. En este caso, [cuestionan] el departamento de Sanidade”, dijo a la parlamentaria del BNG. No exactamente. Lo que sí recordó Iria Carreira fueron otros casos de sanitarios significados por sus críticas al Sergas y luego expedientados o cesados: el de Javier Castrillo, médico opuesto al cierre del paritorio del Hospital de Verín, o el de Eva Maquiera, destituida como jefa de cirugía plástica del Hospital de Vigo tras denunciar la falta de medios de protección contra el coronavirus.

“Es una curiosa casualidad que todos los que protestan acaban castigados. Queda claro quien manda aquí”, señaló Carreira, quien recordó que el propio García Comesaña había declarado, durante su etapa como gerente del área sanitaria de Vigo, que las “críticas públicas son inapropiadas”. Tan inapropiadas que incluso las esquivó en sede parlamentaria. La junta de personal del Hospital de Santiago no lo ve así y ha convocado una manifestación el próximo 23 de feberero. Además de la “persecución” a Nercellas, denuncian que se han vulnerado los derechos del órgano, que no fue informado por la gerencia del área asinataria del procedimiento sancionador.

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