El Consello de la Xunta de este lunes, el último del año, ha aprobado los ceses a petición propia de media docena de altos cargos de la Xunta, entre ellos los de los máximos responsables de la política forestal, justo por debajo de la conselleira de Medio Rural, María José Gómez. El presidente gallego, Alfonso Rueda, se ha esforzado por encuadrar estos cambios en la “normalidad”, pese a que llegan después de la peor ola de incendios de la historia de la comunidad y a sólo tres días de que se flexibilice una moratoria del eucalipto que no está dando resultados. Rueda ha insistido en que los relevos no suponen ninguna “enmienda” al trabajo realizado. Según las fuentes consultadas por elDiario.es, las causas de estos abandonos —más que en un castigo por su gestión— habría que buscarlas en el intento de Gómez de “reconducir” las políticas impulsadas por su predecesor y los directores xerais salientes, medidas que provocaron una fuerte reacción en el seno del PP, sobre todo del poderoso partido de Lugo.
Los que se van son Jorge Atán, secretario xeral técnico de la Conselleria; Manuel Rodríguez, director xeral de Defensa do Monte y José Luis Chan, director xeral de Planificación y Ordenación Forestal. Excepto Atán, que regresó con Gómez hace año y medio al puesto que ya había ocupado entre 2009 y 2012, tanto Rodríguez como Chan habían sido nombrados por el anterior conselleiro, José González.
González fue aupado al cargo por Núñez Feijóo tan sólo unos días después de que el Parlamento aprobase el dictamen de la comisión especial para la reforma forestal. Poco antes era aún un diputado casi desconocido que, como portavoz de Medio Rural del PP, tuvo que defender las conclusiones de un trabajo espoleado por los espectaculares fuegos de otoño de 2017, cuando las llamas llegaron a correr por el centro de Vigo. En aquel momento no dudó en enfrentarse a la que era conselleira, Ángeles Vázquez, uno de los pesos pesados del ejecutivo. Feijóo lo declararía ganador del choque, ascendiéndolo y desplazando a Vázquez a Medio Ambiente, donde continúa hoy en día.
Chan fue uno de los primeros fichajes de González. Rodríguez tardó un año más, pero su llegada fue más que simbólica: sería el encargado de combatir el fuego sustituyendo el hombre que se había encargado de ese trabajo durante más de 20 años. Tomás Fernández-Couto, director xeral de Montes con Fraga y Feijóo de 1996 a 2021, con el único paréntesis de los casi cuatro años de gobierno bipartito. El servicio gallego de lucha contra los incendios forestales, referente en Europa durante años, fue una creación suya, pero el fuego había cambiado. Los temibles incendios de sexta generación —capaces de generar sus propias condiciones meteorológicas y, en determinadas situaciones, imposibles de apagar— demostraban que sólo con un dispositivo de extinción, por muy bueno que fuese, era imposible hacerles frente. Era necesario un cambio de modelo y un nuevo rostro que lo liderase. Fernández-Couto regresó a Medio Ambiente, donde Vázquez lo aguardaba con los brazos abiertos para nombrarlo subdirector xeral de Espazos Naturais.
Con su equipo ya formado, González decide poner en marcha dos herramientas para dar forma al futuro del monte. Una, la ley de lucha integral contra los incendios forestales. La otra, la moratoria que prohibía nuevas plantaciones de eucalipto, una especie que campó a sus anchas durante el reinado de Fernández-Couto. Sin embargo, en ese ínterin, Núñez Feijóo se marchó a Madrid a liderar al PP y el partido en Galicia se recolocó. En su primer gabinete, nombrado el 14 de abril de 2024, Alfonso Rueda enviaba a González a Emprego y entregaba Medio Rural a María José Gómez, exalcaldesa de Castroverde y fiel a la presidenta provincial del PP de Lugo, Elena Candia, a la que muchos consideran la auténtica conselleira en la sombra.
Desde entonces, los proyectos estrella del exconselleiro se han “reconducido”. La ley de incendios, elaborada con la participación de más de 200 expertos, duerme en un cajón desde 2023, cuando González presentó por todo lo alto su anteproyecto y anunció su intención de llevarla al Parlamento ese mismo año. Por su parte, la moratoria, que cumplió su primer período sin conseguir reducir las hectáreas de eucalipto, verá cómo desde el 1 de enero se “flexibilizan” sus restricciones: se permitirán nuevas plantaciones para sustituir otras ya existentes u ocupar el lugar de pinos afectados por la enfermedad de la banda marrón.
Decisiones como estas —o como el “cambio de estrategia” con las llamadas aldeas modelo, ahora asentamientos rurales— son las que fuentes del sector señalan como responsables directas de la marcha de Chan y Rodríguez, un adiós que se ejecuta en diferido pero que estaba solicitado incluso antes de la ola de incendios que, sólo en agosto, calcinó el 94% de las 119.000 hectáreas arrasadas durante el año.
Este lunes, a Rueda le preguntaron hasta en tres ocasiones por las circunstancias de los ceses voluntarios. El presidente de la Xunta admitió que “estaban planificados” y que se optó por “concentrarlos” en el cierre del ejercicio, junto a los del director xeral de Deportes, José Ramón Lete, el responsable de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia, Julián Cerviño y el director xeral de Pesca, Cándido Rial.
Marta Forés será la sustituta de Atán como nueva secretaria xeral técnica de la Consellería donde, hasta ahora, ocupaba la Subdirección Xeral de Réxime Xurídico. El sucesor de Rodríguez al frente de Defensa do Monte es Manuel Francisco, jefe de servicio de Prevención de Incendios Forestais de Pontevedra desde mayo de 2009, cuando el PP recuperó la Xunta y Fernández-Couto la dirección xeral de Montes. Por último, la elegida para encabezar Planificación e Ordenación Forestal es Luisa Piñeiro. Piñeiro fue alcaldesa de Moraña (Pontevedra) y delegada de la Xunta en la provincia hasta que en 2021 una sentencia la condenó por fraude junto al actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán. En 2022, ambos fueron absueltos por el Tribunal Supremo. Desde entonces, ejercía como directora-gerente de la empresa pública SEAGA.