El Gobierno del PP en Galicia proyecta nuevos impuestos que multiplicarán el precio del agua

La Xunta de Galicia planea implantar dos nuevas tasas que van a provocar una subida de la factura del agua. Son dos cánones de nueva creación incluidos en el anteproyecto de ley autonómica para la gestión integral del ciclo del agua y que sustituirían a un tributo, llamado coeficiente de vertidos, en vigor actualmente. En el tramo más bajo de consumo se aplica una tarifa de cero euros para los usos domésticos, pero con los nuevos impuestos pasaría a ser de 0,15 euros por metro cúbico. Esto quiere decir que un hogar en el que vivan tres personas y que consuma 25 metros cúbicos de agua cada trimestre vería multiplicada casi por tres la cantidad que tendría que pagar por este concepto, de 6,65 a 18,7 euros. Los nuevos cánones tienen también una parte fija, que se mantendría sin cambios -1,54 euros por persona y mes-.

El incremento se notará también en los que se denominan usos asimilados al doméstico -los que consumen menos de 2.000 metros cúbicos al año- y en los no domésticos, pero en estos casos el incremento propuesto afecta a la parte fija del canon. En el primer caso pasa de 1,54 euros por persona y mes a 3,08 y en el segundo sube de 2,57 euros por mes a 3,08. Esta tasa es uno de los elementos que aparecen en la factura, pero no el único. Los contribuyentes pagan por otros conceptos, como el canon del agua que se empezó a aplicar con polémica en 2012 y que el anteproyecto de ley elaborado por la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade mantiene sin cambios en lo que se refiere a las tarifas.

Los nuevos cánones que ha incluido en su proyecto el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo en sustitución del coeficiente de vertidos son el de gestión de depuradoras y el de gestión de la red de colectores. No afectan a todos los gallegos, sino a los que están conectados a las infraestructuras gestionadas por Augas de Galicia, un ente dependiente de la Xunta. En este momento son 26 las depuradoras de las que se hace responsable, entre ellas las de Baiona, Nigrán, Gondomar, Porto do Son, A Illa de Arousa, Ortigueira y Ribadeo. La propuesta prevé una rebaja del 50% de los dos cánones para las familias numerosas y que los hogares en riesgo de exlusión social estén exentos de pagarlo.

En su anteproyecto de ley, la Xunta argumenta que “la experiencia acumulada” desde 2012, cuando se empezó a cobrar por el coeficiente de vertidos, “puso de manifiesto la necesidad de redefinir el tributo” porque hay una diferencia entre el volumen que tratan las depuradoras y los volúmenes a los que se está aplicando el impuesto. Hay, agrega, “una recuperación incompleta” de los costes que el Gobierno gallego sostiene que “no es subsanable por el mero incremento de las tarifas” y que requiere ampliar las bases imponibles.

La introducción de estos dos nuevos cánones ha generado una confrontación con la Diputación de Pontevedra, gobernada por el PSOE. El pasado viernes su presidenta, Carmela Silva, criticó los cambios normativos y aseguró que supondrían un incremento del 180% en la factura del agua de los hogares y del 130% en la de las empresas. Estos porcentajes son el aumento entre lo que habría que pagar por los dos nuevos cánones y las tarifas que establece el coeficiente de vertido. El ente provincial ha presentado ya alegaciones y ha pedido a la Xunta que retire el anteproyecto.

La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade replicó el mismo día y acusó a Silva de mentir. Fuentes de este departamento defendieron entonces que el anteproyecto “no supone la creación de ningún nuevo tributo ni tasa a los ciudadanos, ni subida de los ya existentes”, según Europa Press. La redacción actual del texto asegura que “mediante la presente ley se pretende dar solución a esta disfunción creándose dos nuevos tributos”. Consultada por estes periódico, la Consellería no concretó en qué argumentos se basa para negar que haya nuevos impuestos o una subida de los actuales.

Estos planes contradicen las habituales promesas del presidente de la Xunta de rebajar los impuestos y la postura del PP, su partido, de atribuir los incrementos en los tributos a la izquierda. A principios del pasado mes de agosto Alberto Núñez Feijóo aseguró que los presupuestos de Galicia para 2022 incluirán una rebaja fiscal que prometió que llegará al 90% de la población gallega.

Fugas en la red

El anteproyecto incluye un cambio en el canon del agua para gravar las pérdidas de agua en la red de abastecimiento cuando superan el 20% del volumen captado. Fija una única parte variable que será de 0,29 euros por cada metro cúbico. También propone crear otro nuevo tributo: el canon de gestión de abastecimientos, que deberán pagar las entidades locales a las que Augas de Galicia dé estos servicios.