La investigación del caso Pokémon pidió imputar al alcalde de A Coruña por 'enchufes'
Enchufes a cambio de servicios públicos. Este es, según la investigación de la causa, uno de los esquemas elementales del caso Pokémon, según el cual las empresas de la presunta trama corrupta intentan hacerse con todas las concesiones administrativas posibles –de ahí el paralelismo con hazte con todos de los dibujos animados– y, como contrapartida, compensan a personal y autoridades de las entidades públicas con regalos o favores. Esta manera de funcionar, tan simple como perversa para los intereses generales, se reprodujo, según el Servicio de Vigilancia Aduanera –cuerpo empleado como policía por la jueza Pilar de Lara–, durante años en el Ayuntamiento de A Coruña, hasta el punto de llegar a proponer la imputación por tráfico de influencias de su actual alcalde, Carlos Negreira, recomendación que, cuando menos de momento, la magistrada no ha atendido.
En un informe incluido en la nueva entrega de la parte del sumario sobre la que ya no pesa el secreto, a cuyo contenido ha tenido acceso este diario, Aduanas “pretende demostrar” que el máximo responsable de la empresa Véndex en Galicia, José María Tutor, presuntamente procura “obtener la adjudicación o renovación de contratos de servicios licitados por el Ayuntamiento de A Coruña” utilizando, “entre otras tretas”, enchufes y “recomendaciones” en beneficio de “personas del entorno de las autoridades y empleados públicos”. “Se trata de favores que, probablemente, ayudan el Grupo Véndex a ganar al resto de empresas competidoras en el concurso”, señalan.
Los funcionarios de Aduanas le explican a De Lara que las conversaciones telefónicas intervenidas por orden judicial permiten “constatar” que “las personas enchufadas” suelen ser “parientes o amigos de los cargos y empleados públicos del Ayuntamiento”. “Los investigadores –señala el documento– comprobaron que el mejor momento para pedirle una recomendación de trabajo a José María Tutor es cuando se encuentra en fase de concurso un servicio público licitado por el Ayuntamiento, especialmente si este es un servicio de nueva creación y hay interés por parte del ente local en que el Grupo Véndex sea el adjudicatario del mismo”.
Es durante las fases de concurso público cuando Tutor “recibe un mayor número de peticiones o recomendaciones. El responsable de Véndex, ”sabedor de que tiene la posibilidad de contratar a trabajadores para un empleo estable“, continúa Aduanas, ”utiliza esa baza para lograr que le adjudiquen los concursos“. Desde el Ayuntamiento, retratan, cargos y empleados ”también tratan de seducir a Tutor con algún trato de favor a la hora de adjudicar dicho concurso u otro futuro del que formen parte si les enchufan a alguna persona de su entorno“. Con estas ”promesas de trabajo para familiares o amigos“ Tutor ”pretende también influenciar a la hora de elaborar pliegos o informes técnicos que, en su momento, inclinen la balanza“ a favor de su empresa.
El edificio Ágora, en el centro de las miradas
Vigilancia Aduanera centra sus sospechas de “presunto tráfico de influencias” especialmente en los contratos públicos vinculados al edificio Ágora, un centro sociocultural polivalente inaugurado en 2012 pero gestado antes de la llegada del PP al gobierno municipal. Es en la anterior etapa de gobierno, precisamente, en la que Aduanas sitúa la primera “onda de enchufes”, vinculada al concurso para el servicio de limpieza del edificio. También vincula el anterior gabinete, concretamente al concejal del PSOE José Nogueira, entonces teniente de alcalde, en la segunda onda, la ligada a la adjudicación “del servicio de vigilancia y otros servicios de naturaleza polivalente”. La siguiente oleada de enchufes llegaría con la “adjudicación al grupo Véndex de los servicios integrales de limpieza, conserjería y mantenimiento”, licitada en 2011 pero resuelta, “después de numerosas transformaciones, en agosto de 2012”, cuando Negreira llevaba más de un año en la Alcaldía.
Si en la etapa del Gobierno de PSOE y BNG Aduanas apunta a Nogueira como referencia para Tutor en el Ayuntamiento, con el gobierno del PP la investigación indica que las “proposiciones para que Tutor contrate a ciertas personas” llegan, básicamente, del propio Negreira y, sobre todo, de su número dos en el gobierno municipal, el edil Julio Flores. En esta línea, en las conversaciones intervenidas Tutor se muestra consciente de la necesidad de favorecer los intereses de los populares por su llegada al poder, incluso explicándole a Nogueira que puede atender una de sus presuntas peticiones de enchufe, “pero que cuando vaya a concurso a lo mejor no lo renuevan, que estos [el PP] no son el Bloque, que a estos les sobra gente”.
Véndex “consiguió parar un concurso”
Siempre según la documentación contenida en el sumario ya existen contactos entre Tutor y Flores “em los últimos días de mayo de 2011”, esto es, justo después de que el PP ganara las municipales en A Coruña. En los meses posteriores, dice Aduanas, Tutor llega a “conseguir parar el concurso” del centro Ágora y “abrir un nuevo plazo de licitación, al que se presenta con la casi total seguridad de que su empresa será la que obtenga la adjudicación, como finalmente sucedió”. “Para tener esa seguridad”, relatan, contrató a “personas presuntamente enchufadas desde el Ayuntamiento”, “prorrogó y mejoró los contratos de personas ya enchufadas” y “consiguió la prórroga del contrato menor que tiene con el Ayuntamiento al menos dos meses”, lo que implicó “la posibilidad de subrogar a ese personal enchufado como paso previo a la inclusión del mismo” en el nuevo concurso.
Paralelamente a las “propuestas de contratación” que los investigadores le atribuyen a Flores y Negreira, el responsable de Véndex “se concierta” con trabajadores municipales, especialmente con uno que tendría la capacidad de “influir en las personas más poderosas del Ayuntamiento”. Una de esas personas poderosas es Negreira, asegura Vigilancia Aduanera, que en una de las conversaciones intervenidas detecta que una funcionaria municipal advierte a Tutor de que “el alcalde le dio el nombre de una joven” para realizar servicios de “visitas guiadas”. “Obviamente, se trata de Carlos Negreira”, dice el informe, tras cuya salida a la luz el también presidente provincial del PP aseguró que esas acusaciones son “absolutamente falsas”.