“Yo estaba allí y escuché a Feijóo. Creo que habló muy claro y mucha gente lo recalcaba. Lo que dijo es que, desde su vocación de abarcar un amplio espectro político, su única línea roja era Bildu. Yo reafirmo que estoy claramente de acuerdo con eso”. El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alfonso Rueda, contestaba así este lunes a las preguntas sobre el acercamiento a Vox por parte del líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo, en el congreso popular de este fin de semana.
En su comparecencia tras la reunión del Consello de la Xunta, Rueda recordó que la intención expresada por el presidente del PP es “tener un gobierno sólido” y “en solitario”, algo “con lo que van a estar de acuerdo muchos millones de españoles, espero que los suficientes”. El popular ha cuantificado en “diez millones de votos” el número necesario para “poder representar a cuantas más personas mejor desde la centralidad”.
Rueda aseguró que el PPdeG se pondrá a trabajar “inmediatamente” con ese objetivo tras el “chute de responsabilidad” que supuso la cita del fin de semana. Negó que existiese una senasación de “euforia”, algo que asoció con un posible “contraste” con el comité federal del PSOE donde “el clima de funeral político era más que evidente”. Unos socialistas a los que recordó que, para ellos, Bildu también fue una línea roja “hasta que, como en tantas cosas, cambió”.
Después de que la nueva portavoz parlamentaria, Ester Muñoz, dejase abierta la puerta a una vicepresidencia de Santiago Abascal —“Vamos a esperar a que haya elecciones y ver los diputados que tenemos cada uno”— y que el flamante secretario general, Miguel Tellado, lo negase —“No habrá coalición”—, Rueda consideró que “cada uno es muy libre” pero cualquier “matización o aclaración” le corresponde a Feijóo “si quiere hacerla”. “Lo que yo escuché, y creo que no ha variado, es la intención de tener un gobierno fuerte”.