“Si a Rajoy le importan los ciudadanos, Portugal tiene que ser una prioridad para España”
Xoán Vázquez Mao es el secretario general del Eje Atlántico de ciudades de Galicia y el Norte de Portugal, que cumple 25 años reflexionando sobre el futuro de la relación transfronteriza y la Cumbre España-Portugal que se celebra los días 29 y 30 de mayo. [Entrevista realizada originalmente en gallego]
Haga balance. ¿Cuáles han sido las gestiones más exitosas y cuales las más frustrantes en estos 25 años?
Que tengan que ver con nosotros, no tengo ninguna sensación de frustración porque sabemos que las nuestras son apuestas a largo plazo. Sí resulta muy frustrante el papel desempeñado en estos años, especialmente en los últimos 12, por la Xunta de Galicia, porque no es lo mismo desarrollar la eurorregión Galicia-Norte de Portugal todos juntos con el potencial que tenemos, que hacerlo faltándonos una pata de la mesa que es absolutamente inoperativa y últimamente inexistente. La única parte frustrante es la dejación de funciones que hace la Xunta. Entre los logros, hay cinco o seis grandes referentes que son los que mediáticamente tuvieron interés. Se nos conoce por las infraestructuras, como terminar la autopista Vigo-Oporto, o temas como el roamming [la progresiva eliminación de sobrecostos en las llamadas transfronterizas]. Es verdad que cuando aquello que proponemos se comienza a hacer, no aparecemos nosotros. Aparece la Xunta, el Gobierno central, los ayuntamientos. El Eje Atlántico nunca reivindica sus logros. Pero el más importante es el inmaterial, fue darle soporte a una realidad que existía, la realidad entre Galicia y el Norte de Portugal que no es política, que es social y ciudadana. Por eso para nosotros es muy importante la política cultural, deportiva, para los jóvenes, porque eso es lo que mueve esa masa crítica de 7 millones de habitantes que nos convirtió en la tercera área urbana de la Península, por delante de Lisboa. Nos convertimos en la voz de la eurorregión hasta el punto de que en el Norte de Portugal, en el que no existe una asociación de municipios regional, ese papel lo estamos cubriendo nosotros.
La palabra lobby tiene connotaciones negativas. ¿El Eje es un lobby bueno?lobby
Lobby no tiene connotaciones negativas en Europa, las tiene aquí porque estamos acostumbrados a que sean las grandes empresas conspirando contra los intereses de los ciudadanos. Lobby es un grupo de presión, que en otros lugares están regulados. Nosotros funcionamos en esa línea, como grupo de presión en favor de los derechos y de las reivindicaciones de la ciudadanía de la eurorregión. No defendemos intereses económicos de ningún género.
¿El hecho de que en Portugal no exista administración regional está frenando la eurorregión porque la Xunta no tiene un interlocutor de su nivel? Y al tiempo, ¿los mayores recursos y autonomía de sus ayuntamientos ayudan a que la cooperación municipal transfronteriza, también a través del Eje, sea productiva?
Es evidente que el peso de los ayuntamientos en Portugal determina que la cooperación se desarrolle a través de ellos. Fueron los ayuntamientos portugueses, Oporto, quien impulsó la creación del Eje. Su falta de regionalización afectaría si de la parte gallega hubiera una implicación por la eurorregión. Si la Xunta estuviera implicada, sí se podría decir que en el otro lado no hay nada. Del otro lado tienen una especie de delegación del Gobierno [la Comissão de Coordenação e Desenvolvimento Regional do Norte, CCDR-N], que cumple ese papel a efectos del paripé que dan en llamar Comunidad de Trabajo Galicia-Norte de Portugal, que todo el mundo sabe que no funciona, en últimos 8 años se reunió dos veces y en los últimos 12, tres. Con Manuel Fraga y con Braga de la Cruz [el entonces presidente de la CCDR-N], conservador uno y socialista el otro, se reunía todos los años, y venían ministros de los gobiernos, y debatían los problemas, y había conclusiones. Puede decirse que la falta de una región del otro lado condicione la eurorregión? No. Condiciona la eurorregión la manifiesta incapacidad de la Xunta de Galicia para gestionar su parte y la dejación y abandono del territorio que hizo. Ahora mismo la eurorregión es el Eje, los colectivos culturales, algunas entidades empresariales y las universidades, que están sacando mucho provecho lideradas por el rector de Vigo. Con todo, la regionalización es un proceso pendiente en Portugal, que sobre todo en el Norte es demandado cada vez por más personas y que el Gobierno portugués, en la próxima legislatura en el caso de continuar, y se está consolidando, creo que es un debate que va a mantener.
Los días 29 y 30 de mayo se celebra en Vila Real una nueva Cumbre Ibérica entre los gobiernos de los dos estados dos años después de la anterior en Baiona. ¿Que espera de ella?
La anterior duró tres horas. Ahora algo ha cambiado. Portugal tiene un primer ministro tremendamente pragmático y está rodeado por ministros con experiencia que perciben la importancia de la cooperación transfronteriza. Un segundo elemento muy importante fue la visita a Portugal del Rey, que comprendió lo que es la cooperación transfronteriza, habló de ella por primera vez en Oporto y unos días después se lanzó la Cumbre como la de la cooperación transfronteriza. Afortunadamente pusieron la etiqueta antes de poner el contenido, porque cuando fueron a ver el contenido no tenían nada, y nosotros les dijimos que no puede haber cooperación sin los agentes de la frontera. Aspiramos a que sea la cumbre de la cooperación transfronteriza frente a las cumbres de la cooperación entre estados. Rajoy siempre repite lo de que le interesan las cosas que interesan a los ciudadanos. Bien, pues esta es la ocasión de demostrarlo. Las cosas que nos interesan a los ciudadanos de la frontera se llaman sanidad, educación, transporte, lucha contra incendios... Nos interesa que sea un nuevo tiempo de gobernanza. No se puede construir la frontera sin los ciudadanos. La reciente reunión de los primeros ministros del sur de Europa en Madrid también es un buen paso para que no sea el eje alemán quien marque la agenda europea. Esperamos que la cumbre sea el lanzamiento del lobby ibérico dentro del lobby del sur. La Península es el territorio con más costa de Europa y mejor posicionado cara Mercosur y el Canal de Panamá. Todo esto se concreta en que la relación con Portugal tiene que ser una prioridad estratégica para España y no puede ser solamente esos chicos que se fueron de España hace cuatro siglos.
Unos días después de la Cumbre, el 8 y 9 de junio, el Eje celebra en Braga un congreso sobre desarrollo urbano. A la espera de las conclusiones de ese encuentro, ¿cuál es el futuro de estas pequeñas ciudades periféricas en una UE en crisis de identidad?
Pasa por entender que somos una ciudad atlántica virtual de siete millones de habitantes en la que cada una de las ciudades es un barrio. Somos un continuo urbano en el que el tren es el metro. París o Londres tienen más habitantes que la eurorregión. Nosotros tenemos la ventaja del policentrismo, con el que conservamos la calidad de vida. Pero a la hora de competir tenemos que funcionar como una ciudad única, coordinar los puertos y aeropuertos y pensar con una lógica urbana. Por eso hacemos la agenda urbana, porque no todo es la gestión, no se puede gestionar sin pensar, y tenemos que pensar en el futuro. Tenemos mucho interés en que en el congreso de Braga por lo menos el 50% de los asistentes sean de la sociedad, profesionales o estudiantes. No queremos sólo un congreso institucional de alcaldes y concejales.
En el marco de ese congreso el Eje celebrará sus 25 años entregando sus medallas al expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors, el exdirector general de Relaciones Exteriores de la UE Eneko Landaburu y a quien era alcalde de Oporto cuando se creó el Eje, Fernando Gomes. ¿Por qué ellos tres?
Fernando Gomes porque fue el creador del Eje, es lógico dársela a quien tuvo la idea de crearlo. Landaburu fue una apuesta personal de Felipe González muy afortunada. Fue el impulsor de las políticas de las que nacieron instituciones como el Eje o las eurorregiones. El Eje nace de las conversaciones que Fernando Gomes y Landaburu mantenían en Bruselas, siendo Fernando eurodiputado. Y Delors es una manera de reivindicar una Europa social en cuyo contexto nace el Eje frente a una Europa que los populismos, los fascismos, y esa entelequia llamada mercados se quieren cargar.
¿Y si tuviese que entregar un premio en negativo, un limón?
Uf... habría que ver en qué ámbitos pero sería difícil un único premio. Si se diese a los que tienen menos visión europeísta y de futuro, no llegaría un limonero entero. Y si se diese a quienes son envidiosos y ven en nosotros un competidor y no un apoyo, entonces no llegaría una plantación de limoneros.