El Partido Popular de Galicia no da por finalizada la batalla electoral del 28M. Sus discretos resultados -tropezó en su asalto al poder urbano y solo gobernará Ferrol de entre las siete ciudades de la comunidad- no lo han disuadido de aceptar todavía los resultados. También ha conseguido arrebatar la Deputación de Pontevedra a la coalición de socialistas y BNG que la ha dirigido los últimos ocho años y ahora lo intenta denodadamente con la de Lugo: los conservadores han solicitado el recuento de más de mil votos nulos en la provincia con la intención de dar la vuelta a la victoria de la izquierda.
En la noche del domingo 28 de mayo, el Ministerio de Interior otorgaba el mando del ente provincial lucense al PP. El Partido Socialista, sin embargo, se apresuró a aclarar que existía un error. En concreto hubo dos mesas, una en Castro de Rei y otra en la propia ciudad de Lugo, que transcribieron mal los datos en las actas oficiales. Una vez corregida, el PSOE superaba por 200 votos en esos lugares -según Europa Press- a los populares y sumaba, con el BNG, un diputado provincial más. El viernes 2 de junio la Junta Electoral corrigió defintivamente el fallo. Pero la derecha no se ha conformado.
El PP que dirige en la provincia Elena Candia -derrotada cabeza de lista en Lugo, además- ha pedido volver a contar más de mil votos nulos. La Junta Electoral lo acpetó, pero todavía no lo ha resuelto. “Los populares piensas que con artimañas y mentiras conseguirían los objetivos que habían fijado, el Ayuntamiento y la Deputación”, expuso en un comunicado José Tomé, alcalde socialista de Monforte de Lemos (Lugo) y presidente de la diputación, “pues en política, como en la vida, no todo vale”.
Partido Socialista y BNG gobernarán los entes provinciales de A Coruña y, si este recuento no produce un vuelco, de Lugo. El de Pontevedra lo hará el PP. El de Ourense está en el aire después de que el populista de derechas Gonzalo Pérez Jácome se convirtiera en el candidato más votado al concello de esa ciudad.