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Sánchez cierra en Galicia su campaña más implicada con la paradoja de un PSdeG a la baja pero con posibilidad de gobernar

Pedro Sánchez interviene en un mitin en apoyo del candidato del PSdeG a la Xunta, Xosé Ramón Gómez Besteiro.

Beatriz Muñoz

Santiago de Compostela —

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Pedro Sánchez se ha implicado en la campaña electoral para el 18F en apoyo de su candidato en Galicia, Xosé Ramón Gómez Besteiro. No solo viajó cada fin de semana de la campaña, sino que programó también visitas para las dos jornadas de cierre. Antes, en precampaña, el partido organizó su convención política en A Coruña y, como presidente del Gobierno, Sánchez visitó los astilleros de Navantia y dejó el anuncio de nueva carga de trabajo -y fue apercibido por ello por la Junta Electoral Central-.

El mensaje ha sido el de que es necesario movilizar los mismos votos que el 23 de julio del año pasado se depositaron en las urnas en Galicia en favor del PSOE, conscientes de que la participación en las autonómicas es históricamente más baja que en otros procesos electorales. Y de que el partido va en retroceso según las encuestas, pero se da la paradoja de que está abierta la posibilidad de que los socialistas lleguen a la Xunta, en un gobierno, eso sí, encabezado por el BNG de Ana Pontón. Los socialistas fueron la tercera fuerza en la legislatura que se cierra, con 14 escaños, frente a los 19 del BNG, y todos los sondeos les pronostican que repetirán puesto tras el 18 de febrero. Los debates, tanto el de la TVG como el de TVE -al que Alfonso Rueda rechazó ir- evidenciaron la voluntad de entendimiento entre las dos fuerzas.

El PSdeG concurre a los comicios del domingo con un nuevo candidato. Xosé Ramón Gómez Besteiro no es, un recién llegado, pero tampoco ha tenido ocasión de darse a conocer haciendo oposición desde el Parlamento de Galicia en la última legislatura. Elegido en 2013 secretario xeral de los socialistas gallegos, era quien se iba a enfrentar en las urnas a Alberto Núñez Feijóo en las elecciones de 2016, pero tuvo que dimitir, investigado por varios delitos por la jueza Pilar de Lara. Todo quedó archivado, pero ese cierre no llegó hasta los últimos días de 2022 y la elección de Besteiro como candidato a la Xunta -tras un breve periodo como delegado del Gobierno en Galicia y después de integrarse en las listas para las generales de 2023- no se confirmó formalmente hasta hace cuatro meses.

El escenario no ofrecía tantas expectativas para el bloque de la izquierda desde 2005, cuando Manuel Fraga Iribarne terminó perdiendo la mayoría absoluta y el PSdeG y el Bloque pactaron para desalojarlo de San Caetano. Ha tenido un reflejo en la estrategia de los socialistas, que han incrementado la presencia del líder estatal: casi una decena de ocasiones en el último mes; media docena dentro de la propia campaña. El secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, le ha puesto énfasis y se ha referido a Sánchez como “Pedro, el gallego” en el mitin de cierre.

La de Sánchez y los ministros socialistas de su gobierno no ha sido la única baza de los socialistas. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero también se ha aplicado en la campaña gallega, como lo hizo el pasado julio con las generales. También ha participado en estas dos últimas semanas en media docena de mítines y se ha empleado en sacar punta del volantazo de Alberto Núñez Feijóo sobre la amnistía. Ha dicho desde que la “hipocresía” del PP merece un castigo en las urnas a que la trama da para “una serie de Netflix”.

En el mitin de cierre, en Santiago de Compostela, el PSdeG llenó el pabellón ubicado en el barrio de Fontiñas. Sánchez volvió a arropar a un Besteiro que volvió a centrar, como en general en la campaña, su mensaje en la revitalización industrial y la creación de empleo y en el rescate de la sanidad pública. El del PSOE, dijo, es el “voto útil” en las gallegas frente a un PP “desnortado, desfondado, ausente y desesperado”, que ha recurrido a enviar, a dos días de la votación, SMS a los trabajadores sanitarios comunicándoles una subida salarial: “Menuda vergüenza, este día. La democracia no se compra y el voto de las gallegas y los gallegos no está en venta”.

Sánchez también atacó al PP e ironizó con que “a Rueda se le está haciendo larga la campaña, tan larga como la legislatura a Feijóo”. Volvió sobre las revelaciones relativas a las negociaciones con Junts: “Escuchaba anteayer a Feijóo decir que los políticos no deben mentir. Es curioso que lo hiciera en tercera persona y no hablase de sí mismo, porque Feijóo solo tenía un discurso y resultó una gran mentira”. Agregó después que “la única verdad” del líder del PP español es “que todo en él es mentira”. Para ser coherente le aconsejó “manifestarse en [la madrileña calle] Génova” ante la sede de los populares.

El líder de los socialistas en España aseguró que este es el momento de “unir fuerzas” con un cambio en la Xunta y volvió a dibujar el escenario de entendimiento que se daría si los gobiernos en Madrid y en Santiago de Compostela fuesen del mismo color. Habría, dijo, “un gran salto adelante”.

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