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Los conflictos de la sanidad gallega vuelven a la calle en vísperas de las elecciones

Protesta ante el hospital de Verín contra el cierre del paritorio

Miguel Pardo

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Un año después y el problema sanitario en Galicia no se apaga. En aquel 10 de febrero de 2019, miles de personas llenaron las calles de Santiago y la plaza de la Quintana en un clamor por la sanidad pública mientras Feijóo secundaba la manifestación de PP, Ciudadanos y Vox en la madrileña plaza de Colón. El próximo domingo 9, otra gran marcha se prevé en Compostela ante una situación, doce meses después, que poco ha cambiado. Las quejas que entonces llegaban por la precarización del personal, el deterioro asistencial en la Atención Primaria, la carencia de profesionales y medios, el colapso en las Urgencias o la escasez de pediatras por todo el país no solo continúan, sino que se han visto reforzadas por sus respectivos conflictos.

Las protestas y denuncias de la enfermería eventual sobre su eterna precariedad en el Sergas, los defectos en la atención pediátrica que se han expandido por todas las comarcas gallegas, el cierre -y posterior reapertura- del paritorio de Verín, los colapsos en las Urgencias con denuncias por la muerte de pacientes esperando a ser atendidos, las movilizaciones por el deterioro de la asistencia en el rural o la tardanza en la llegada de ambulancias por falta de recursos... Conflictos que, tal y como denuncian profesionales, sindicatos, entidades sociales y oposición, no hacen más que ratificar los problemas derivados de la política sanitaria de la Xunta. A mayores, la polémica circular con la que el Sergas veta los mensajes críticos en centros de salud y hospitales. Y todo a las puertas de unas elecciones autonómicas.

Ante esta situación, SOS Sanidade Pública convoca a una marcha desde la Alameda de Santiago a las 12 del mediodía, en una movilización a la que llama toda la oposición, además de sindicatos y entidades sociales. “Contra el deterioro de la Atención Primaria y el desmantelamiento y cierre de servicios en los hospitales públicos, contra las listas de espera inaceptables y la precariedad del personal, contra la privatización de la sanidad pública gallega”, resume la plataforma.

La entidad, al igual que profesionales y fuerzas sindicales, coinciden en el diagnóstico: las restricciones presupuestarias, los recortes y la célebre “austeridad” de los años de crisis explotan ahora. El presupuesto sanitario de la Xunta alcanzó el año pasado, una década después, los niveles de 2009, último año del bipartito y año del inicio de la recesión. Por el camino, llegó a perder hasta más de 600 millones anuales desde entonces, como en 2015, fecha desde la que la aportación económica ha ido creciendo poco a poco.

“Llegó el momento de concentrar esfuerzos de toda la ciudadanía, colectivos sociales y profesionales, por encima de las lógicas y legítimas diferencias”, dice SOS Sanidade Pública, que espera una “respuesta masiva” que “frene y haga retroceder la política de desmantelamiento y privatización del sistema sanitario público gallego aplicados por la Xunta”. Tanto la plataforma como colectivos como la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública (AGDSP) insisten en la necesidad de una “gran alianza social y sanitaria” como “única esperanza” para el sistema.

Según SOS Sanidade Pública, la política sanitaria del Gobierno de Feijóo “está llevando a la sanidad pública a un punto de difícil retorno si no la paramos entre todos y todas”. Denuncia el “desmantelamiento” de los hospitales, con especial relevancia en los comarcales, la vulneración de derechos de las personas con problemas de salud mental, la falta de recursos a nivel asistencial, recortes en el desarrollo del plan de atención integral a la salud de la mujer, la ocultación y manipulación de las listas de espera, la precarización y explotación del personal, la privatización o el abandono de la Atención Primaria.

El “inmovilismo” del Sergas en la Atención Primaria

En este último aspecto, tanto la Asemblea de Áreas Sanitarias (AAS) como el resto de profesionales y colectivos que luchan por un cambio de modelo en la Atención Primaria continúan a la espera de una Xunta que acumula ya tres planes pero que aún no ha dado solución alguna a los principales problemas. “Más de 40 pacientes he atendido hoy mismo en mi jornada laboral”, cuenta uno de los médicos de cabecera implicados en las protestas.

A pesar de que la creación del Consello Técnico y las diferentes comisiones (con unas 200 personas trabajando con el Sergas) habían supuesto la desconvocatoria de una huelga --y también la división de los colectivos de protesta y la desaparición de la Coordinadora de Atención Primaria--, los resultados no han llegado. Fuentes de esas conversaciones advierten del “inmovilismo” de la Xunta y del “hartazgo” de los profesionales que no ven avance ni propuesta seria alguna, lo que también provoca la convicción de la necesidad de la movilización continua.

Las conclusiones del Sergas a las negociaciones abiertas en ese Consello Técnico no satisfacen a los profesionales, que no ven concreción ni solución en un ámbito, el de Primaria, que todos ven fundamental para la mejora del sistema sanitario.

Se mantienen varias demandas “irrenunciables” entre las que está también el incremento progresivo del presupuesto hasta que se dedique el 25% para Atención Primaria.

El conselleiro de Sanidade, Jésus Vázquez Almuiña, dice que del total del presupuesto sanitario de este 2020, el 32%, unos 1.300 millones, serán para la Atención Primaria. Son, concretamente, 1.294,75 millones de euros, un aumento del 3,7% con respeto al dedicado en el presupuesto de 2019, pero todavía un 10% más bajo que el de los niveles previos a la crisis, en 2009, último presupuesto del gobierno bipartito.

El Sergas presume de dedicar más del 30% del presupuesto a la Atención Primaria, lo que supondría cumplir con creces la demanda histórica de superar el 25%. Desde la AGDSP reducen ese porcentaje la “únicamente el 13,2%” y “contrariamente al 32,2% que afirma el consejero”. ¿Los motivos? Segùn advierten, la Consellería incluye en el cómputo global de lo dedicado a la Atención Primaria el gasto farmacéutico extrahospitalario, “imputándole a la Primaria un dinero del que no se lucra”, como explica Manuel Martín, portavoz de la asociación.

Entre el resto de peticiones para la Atención Primaria están también la recuperación de las estructuras de gestión de este nivel asistencial, la derivación y la consulta telemática con otros servicios, así como la “igualdad de acceso” a pruebas diagnósticas. También que sean convocadas en oferta pública de empleo todas las vacantes actuales y previstas en el servicio y que se tenga en cuenta a calidad asistencial para redimensionar las cuotas y el personal. Además, apoyan las peticiones de los PAC y reclaman un cambio en el contrato eventual de continuidad que le dé estabilidad y no “fomente la precariedad” entre los profesionales.

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