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PP y Vox han rechazado este martes que los más ricos de Balears vuelvan a tributar por sus herencias. Lo han hecho durante el debate de una Proposición No de Ley defendida por el PSIB-PSOE, que reclamaba que el Govern de Marga Prohens restituyese el impuesto de sucesiones para quienes reciban un patrimonio neto superior al millón de euros y, de este modo, puedan contribuir al sostenimiento de los servicios públicos.
Se trata de un gravamen que el Ejecutivo autonómico, so pretexto de “aliviar” económicamente a las familias del archipiélago, eliminó nada más arrancar la actual legislatura en su batalla por reducir al máximo la recaudación fiscal. Sin embargo, la supresión ha provocado que sean los ultrarricos quienes más se han beneficiado de ella, tal como se desprende de los datos de la Agencia Tributaria en Balears (ATIB): si en el último año las islas dejaron de ingresar 460 millones de euros procedentes de este impuesto, 392 millones han sido dejados de pagar por los 93 declarantes más adinerados (el 1% de los declarantes) de la Comunidad Autónoma. De todos ellos, 15 herederos (el 0,1%) se han ahorrado 289 millones que han dejado de destinarse a la financiación del estado de bienestar.
En concreto, la reforma impulsada por el PP con el apoyo de la extrema derecha bonifica al 100% las herencias entre padres e hijos, nietos y abuelos y entre cónyuges. Hasta entonces, se aplicaba un 1% de tipo impositivo a las herencias inferiores a los 700.000 euros y, a partir de esa cifra, gravada con un 8%, el porcentaje iba en aumento en función del valor de los bienes legados: un 11% para los patrimonios de más de un millón de euros, un 15% para los de más de dos millones y un 20% para los patrimonios de más de 3 millones.
Los socialistas reclamaban que el Govern de Prohens activase de nuevo este gravamen para los herederos de un patrimonio superior al millón de euros con el objetivo de preservar la progresividad del impuesto de sucesos y la “inmensa mayoría de la recaudación fiscal”, tal como ha puesto de manifiesto, en la defensa de la iniciativa, el diputado Llorenç Pou.
Las “tres mentiras” del PP
Durante su intervención en la Comisión de Presupuestos del Parlament, Pou ha aludido a las “tres mentiras” que, ha alegado, esgrime el PP para defender la supresión del gravamen. Una de ellas, ha señalado, es la que apunta a que, debido a este impuesto, las familias se veían obligadas a renunciar a las herencias. Sin embargo, de acuerdo a los datos del Colegio de Notarios de Balears, las renuncias se han visto incluso incrementadas pese a la eliminación del tributo: el año pasado, hasta 1.526 personas decidieron no aceptar la herencia de sus familiares fallecidos frente a a las 1.485 desistimientos que se produjeron un año antes. Unas renuncias que, en muchas ocasiones, se producen como consecuencia de las deudas y cargas que pesan sobre el inmueble heredado.
Pou ha rebatido, en esta línea, la “segunda mentira” que arguyó el PP para retirar el impuesto, la que critica el carácter “confiscatorio” del mismo, cuando en 2022, en el 98% de las declaraciones, se pagaron unos importes que no superaban los 700 euros. “La idea de que este impuesto era confiscatorio no tenía ningún sentido”, ha espetado el socialista, quien ha apuntado, como “tercera mentira”, al alegato de los populares de que con la supresión del gravamen “se liberaba a la población de la carga de este impuesto”. No en vano, el 98% de las declaraciones al que ha aludido previamente suponían un 40% de la recaudación, mientras que las declaraciones del 2% de los ciudadanos (los más ricos) suponían el 60% de la recaudación.
Por su parte, la diputada del PP Lourdes Cardona ha insistido, en línea de anteriores discursos de los populares, que su formación defiende la eliminación del impuesto de sucesiones al considerarlo “injusto”, y ha manifestado que “un contribuyente normal” que heredase un patrimonio de 1,2 millones de euros -“dos locales comerciales, una vivienda habitual, un apartamento de verano y un pequeño fondo de inversion”- pagaría 30.600 euros, restando valor a la recaudación que supondría cobrarle el gravamen. “Es un tema de justicia”, ha recalcado, desviando el debate hacia las inversiones que el Estado “debe a Balears”, como los convenios de carreteras que, ha manifestado, permitirían “mejorar las infraestructuras”.
74 de las 100 personas más ricas en España lo son por herencia
Mientras tanto, el portavoz de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, ha ido un paso más allá al recriminar, en línea de numerosos teóricos, que “la institución de la herencia legitima una desigualdad no causada por la muerte de quien la recibe”. No en vano, ha señalado que el 73% de las desigualdades en la distribución de la riqueza derivan de los bienes heredados. Como ha apuntado, 74 de las 100 personas más ricas en el Estado español lo son por herencia -de acuerdo a los datos publicados por la revista Forbes-, no porque sean unas personas especialmente meritorias. El 80% de los niños que nacen pobres mueren pobres. Y esto no se debe a que sean unas personas menos trabajadoras, sino a que el sistema perpetúa las desigualdades de muchas formas y de una forma muy importante a través de las herencias“, ha subrayado el parlamentario ecosoberanista .
Acto seguido, Apesteguia ha arremetido contra el discurso de Vox y del PP en relación con el impuesto de sucesiones: “Por eso les pregunto a ustedes, que son liberales y hablan continuamente del liberalismo, de la ley del mérito y de la ley del esfuerzo, ¿qué esfuerzo hay detrás de una herencia por parte de quien la recibe?”. El diputado ha recordado que quienes reciben una herencia no han tributado nunca por el bien heredado.
El ecosoberanista se ha referido así a una de las falacias más difundidas por la derecha y la ultraderecha, según la cual se ha dejado de penalizar “el esfuerzo de toda una vida de las familias”. Un argumento que no atiende a la realidad, dado que este gravamen no se impone sobre el inmueble en cuestión, sino que recae en quien lo hereda al ver incrementada su riqueza sin haberla generado con su propio trabajo. “Yo cuando voy a una tienda no digo: no me cobre el IVA porque mi sueldo ya ha tributado el IRPF”, ha ejemplificado Apesteguia, incidiendo en que “no son los bienes los que tributan, sino las personas”.
Un impuesto para corregir la desigualdad heriditaria
Pese a los alegatos repetidos una y otra vez por PP y Vox, el Impuesto de Sucesiones no busca castigar el ahorro ni a las familias, sino equilibrar la concentración de patrimonio que se transmite de una generación a otra. Este gravamen es, de hecho, de uno de los pocos instrumentos fiscales diseñados para corregir la desigualdad hereditaria, que tiende a ir en aumento cuando los patrimonios más elevados se transmiten íntegros sin haber tributado apenas por ellos, consolidando de este modo la brecha entre quienes heredan y quienes no.
En línea de lo manifestado por Apesteguia, el diputado de Més per Menorca Josep Castells ha aseverado que “quien tributa el impuesto de sucesiones es quien recibe una herencia sin haber hecho nada para obtenerlo. Por tanto, desde el punto de vista de la teoría del sistema tributario, lógicamente, quien recibe un dinero debe tributar por él”. El parlamentario ha recriminado, asimismo, el alegato de la diputada de Vox Patricia de las Heras, quien ha acusado a los grupos de izquierdas de “querer volver a meter mano en los bolsillos de las familias”, aseverando que este gravamen es “un robo” y “un castigo al ahorro, la propiedad y la familia”. Al respecto, Castells ha subrayado que “si no hubiera impuestos, no habría sociedad”. “Decir que es un robo es un discurso muy pasado de moda”, ha añadido.
Castells ha criticado, asimismo, el enfoque de la “cultura del esfuerzo” que realizan PP y Vox: “Para ustedes, los grandes esforzados son los que tienen que pagar entre 100.000 y 500.000 euros, pero quienes ahorran menos de 1.000 euros son los vagos, los que no tenían que hacer ningún esfuerzo porque estos únicamente tenían que tributar por menos de 1.000 euros”.
Advertencias de los organismos nacionales e internacionales
Se da la circunstancia de que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), ente estatal encargado de evaluar las cuentas públicas, carga en varios de sus informes contra las medidas adoptadas por el PP en Balears por fiar su política económica al incremento de gastos y a la reducción y eliminación de impuestos. En este sentido, el organismo amonesta especialmente a las islas por el hecho de disminuir el mínimo exento en el Impuesto de Patrimonio mientras se encomienda a ingresos de menor cuantía, como los derivados del aumento de las tarifas del canon de saneamiento de aguas.
Del mismo modo, instituciones como el Banco de España, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han advertido del riesgo de bajar impuestos y abogan, además, por incrementar los gravámenes a las grandes fortunas y a las empresas que más se han beneficiado de la inflación -principalmente, los bancos y las energéticas-. Por su parte, la OCDE, que engloba las grandes economías del mundo, respalda especialmente el mantenimiento e incremento del Impuesto de Sucesiones al considerarlo una herramienta primordial para mejorar la equidad económica, promover la justicia social y reducir las desigualdades estructurales de la sociedad. “Este impuesto ensalza la igualdad de oportunidades”, defiende la organización en uno de sus informes, en el que asevera que la riqueza mundial es, en una gran parte, heredada, por lo que su fiscalidad puede ayudar a corregir desigualdades que se arrastran. Sin ello, estas desigualdades pueden prolongarse a lo largo de futuras generaciones.