La Sanidad pública en Ibiza: derivaciones a la privada y falta crónica de profesionales

Esther Cabezas

Eivissa —

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Las listas de espera tanto en Atención Primaria como en Consultas Externas y Quirúrgicas se están convirtiendo en un problema endémico en Balears y especialmente en Eivissa y Formentera. A pesar de las quejas de las personas usuarias, de los profesionales y de las diferentes medidas que la Conselleria de Sanidad del Govern va implementando, parece ser que este asunto tan importante no encuentra una fácil solución, y los pacientes deben acudir al servicio de urgencias con más asiduidad de lo normal porque las consultas con su médico de cabecera, ya sean presenciales o telefónicas, pueden tardar días -e incluso semanas, aunque el Servicio de Salud de las Pitiuses asegura que la media de espera para una cita presencial ha pasado de 5,7 días en 2022 a 3,1 jornadas actualmente y la atención telefónica ha pasado de 5,2 a 3,5 días-. Estos datos se disparan si hablamos de citas con un especialista o si es necesaria una intervención quirúrgica, la presión en la Atención Primaria desemboca directamente en estos servicios porque la sanidad española funciona como vasos comunicantes.

En concreto, el servicio sanitario en Atención Primaria en Eivissa, y en otros puntos del archipiélago, está al borde del colapso y la razón principal, según las fuentes consultadas, es la falta de personal médico. Aunque la Conselleria de Sanidad del Govern reforzó las plantillas en el último trimestre de 2022, el número de médicos de familia sigue sin ser suficiente para atender a la población de la isla que no para de aumentar y que, actualmente, se cifra en 161.749 residentes, según datos de julio de 2022 publicados por Estatista. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística, el INE, contabilizó en el año 2021, según las últimas cifras que se publican en su web, 152.820 residentes en Eivissa. Si comparamos estos datos podemos ver como en el plazo de 6 meses, de diciembre de 2021 a julio de 2022, la población ha aumentado en la mayor de las Pitiüses en 8.929 personas.

La situación también es preocupante en el resto del archipiélago donde se incrementa, asimismo, el número de residentes y, por lo tanto, el número de tarjetas sanitarias, pero no en la misma medida que en Eivissa y Formentera. En concreto, el portavoz del Sindicato Médico de Balears en las Pitiüses (SIMEBAL), Carlos Rodríguez, ha asegurado a elDiario.es que la Atención Primaria en Eivissa es la que más sufre de todo el territorio nacional: “Cada médico de familia tiene la tasa más alta de pacientes del país con 2.200 o 2.100 por facultativo, cuando la media recomendable es de 1.350”. Sin embargo, fuentes del Servicio de Salud pitiuso desmienten estos datos y aseguran que, con las medidas que se están implementando en estos momentos, cada médico de Primaria se hace cargo de 1.770 tarjetas sanitarias “y se está trabajando para seguir mejorando”. Además, hay que tener en cuenta que la edad media de los usuarios es cada vez mayor, con el consiguiente aumento de visitas al médico en una misma tarjeta sanitaria. 

La presión del Sindicato, aseguran, ha conseguido que se aumenten las plantillas en Primaria con la contratación de 17 médicos más en los centros de salud “alrededor del mes de septiembre” y que haya personal para bajas y en urgencias, “pero seguimos con problemas”. “La situación es muy mejorable. Cuando se hizo esta negociación coincidimos con la Gerencia del Servicio de Salud en que hacían falta, según el número de tarjetas en ese momento, 31 médicos”, afirman desde SIMEBAL.

Según los médicos pitiusos, la solución que ha ofrecido Mallorca no ha sido suficiente “porque no conocen bien el problema de la atención primaria en Eivissa”. “Se van a ir aportando, supuestamente según presupuestos, más médicos, aunque no sabemos si en 2023 se completará el número que falta con las elecciones a la vuelta de la esquina”, añaden. Rodríguez puntualiza que la negociación se hace a nivel balear: “Cada isla tiene su realidad y esto no se tiene en cuenta en Mallorca. La solución es que a Eivissa la declararan un ‘Lugar de Difícil Cobertura’ para tener en cuenta sus particularidades”.

Condiciones laborales

Otro factor muy importante, derivado de la presión demográfica, son las condiciones laborales del personal médico, que hacen difícil su fidelización. Las jornadas se alargan y “es imposible sacar tiempo para la formación”, según el sindicato. “Las tutorías que estos profesionales ofrecen a los MIR en prácticas, en las que acompañan a los titulares en su trabajo diario, son cada vez de peor calidad, ya que el aumento del número de pacientes les impide desarrollar esta labor con el tiempo y la dedicación que se necesitaría”, aseguran desde el Sindicato Médico, con la consiguiente repercusión en el aprendizaje de los futuros licenciados en medicina, que serán los nuevos titulares de esas consultas antes o después. “Aunque es verdad que, con el panorama que ven en estas prácticas, muy a menudo, deciden redirigir su futuro laboral a otras profesiones o irse a otro país donde las condiciones y los sueldos son mucho mejores que en España. Es un pez que se muerde la cola y cada vez es más difícil”, aseveran desde la entidad médica.

Además, hay que tener en cuenta que, desde hace unos años, sufrimos la merma de nuevos médicos, y esto es debido a que en la época en la que Mariano Rajoy fue presidente, concretamente en el año 2017, “el Ejecutivo del PP frenó la creación de ‘numerus clausus’ de Medicina en las universidades y llegó a convocar menos plazas para residentes que nuevos graduados”, tal y como comentó a elDiario.es Álvaro Cerame, directivo de la European Junior Doctors Association. En este reportaje, Cerame asegura que “las medidas que se tomen hoy darán sus frutos en un mínimo de 7 o 8 años” y añade que, aunque en gobiernos posteriores se aumentó su número por encima de los graduados en Medicina, lo que vivimos hoy todavía es el resultado de aquellos recortes.

Otra de las cuestiones que influyen en esta situación, según los profesionales de la sanidad balear, es la feminización de las plantillas. “Cada vez es mayor el número de doctoras con las consiguientes reducciones de jornada para la conciliación familiar, bajas durante el embarazo, permisos de maternidad y otras situaciones que se dan como enfermedades de los hijos, por ejemplo”.

Por otro lado, según Rodríguez, los centros sanitarios de Eivissa están sufriendo los efectos del aumento poblacional, “en concreto, en Santa Eulària ha subido mucho el número de residentes y además se sufre falta de espacio físico”, en este caso el edificio obtuvo un premio de arquitectura y no se pueden hacer reformas con el consiguiente problema de adaptación a las realidades cambiantes. “En el caso de Sant Antoni de Portmany ha habido mejoras, pero no son suficientes, sigue habiendo carencias de médicos y de espacio físico”. Además, no se cubren las bajas, lo que repercute en las demás consultas, “ya que los otros médicos y doctoras tienen que hacerse cargo de estos pacientes”. Tampoco existe personal que se dedique exclusivamente a las urgencias, “que son atendidas por toda la plantilla del centro”, en detrimento a la atención de los pacientes que acuden con cita.

Asimismo, desde el SIMEBAL advierten que muchas veces los pacientes no utilizan los servicios adecuadamente y, aunque con la demora en las citaciones es normal que los servicios de urgencias sufran más presión, en muchas ocasiones son asuntos que realmente no requieren de esta premura, por lo que hacen “un llamamiento a toda la ciudadanía para que utilicen las urgencias con prudencia y cuando de verdad sean necesarias”. 

Con este panorama, la contratación de profesionales de la sanidad en Eivissa cada vez es más complicada. Gran parte del personal médico contratado permanece poco tiempo en las plantillas, “hay una fuga constante de profesionales”, con el consiguiente perjuicio a la calidad de la atención. La situación se complica en las Pitiüses con factores externos al servicio médico, pero no menos importantes para la fidelización del personal, como son el inasumible precio de la vivienda y el alto coste de la vida. “Si a los problemas de la falta de médicos, le unes una insularidad o una doble insularidad como en las Pitiüses, el problema se hace muy grande”, comentan desde el sindicato.

 

La situación se complica en Eivissa y Formentera con factores externos al servicio médico, pero no menos importantes para la fidelización del personal, como son el inasumible precio de la vivienda y el alto coste de la vida

En cuanto a las consultas con especialistas la situación es todavía más complicada. La falta de profesionales es sangrante en Eivissa y Formentera, según el SIMEBAL, y “esta situación viene de lejos y cada vez es peor”. En lo que se refiere a la atención hospitalaria de consultas externas y cirugías desde el SIMEBAL también se ha hecho un cálculo coincidente con la Gerencia de Salud. “Hacían falta 30 profesionales especialistas, pero solo se consiguieron tres o cuatro. Hace falta aumentar la plantilla orgánica, que es algo político y, luego, hay que preocuparse de buscar médicos, se quedaron muy cortos y seguimos en ello. En Eivissa de cinco oncólogos estamos dos”, dicen desde el sindicato.

Esto supone que, en un proceso de este tipo, los pacientes cambien de médico muy a menudo, con influencias negativas en sus tratamientos que necesitan de una cercanía y complicidad extra, como han denunciado en múltiples ocasiones las diferentes asociaciones de pacientes entre las que se encuentra la Asociación Española Contra el Cáncer, AECC. “En cardiología sucede lo mismo. En radiología de diez radiólogos, estamos cinco. Anestesistas, que es un servicio central fundamental para las intervenciones quirúrgicas, faltan alrededor de ocho o nueve. Neumología está muy deficitaria. Pero esto viene de hace mucho tiempo, en radiología, solo se han cubierto las plazas tres meses hace muchos años”. Por su parte, Traumatología es de las especialidades con más pacientes, aunque Rehabilitación está absorbiendo parte de ellos “y, además, se opera mucho y, como no hay anestesistas, es complicado”. Carlos Rodríguez insiste que tanto en estos servicios como en la Primaria se hace fundamental la petición de ´Lugar de Difícil Cobertura´ para hacer frente a esta falta de especialistas“.

A pesar de esta situación, desde la entidad médica en las Pitiüses aseguran que hay especialidades que no se resienten: “Nuestra UCI es de las mejores de España, cuidados paliativos podríamos decir que es de las mejores del país, la hospitalización domiciliaria es la envidia del resto de las islas y en oftalmología están contentos”.

Los datos en Especialidades y Cirugía

Los datos que aparecen reflejados en la web del IB-Salut a fecha de 5 de febrero especifican que en Balears había 70.485 personas en lista de espera para la primera consulta con un especialista. En los hospitales de Eivissa y Formentera, con casi 162.000 y 13.114 empadronados respectivamente, esperaban su cita en los centros sanitarios de Can Misses y el Hospital de Formentera 11.781 personas, lo que significa que un 6,7% de los pitiusos sufren demoras importantes para que les atiendan en alguna de las especialidades que ofrece el sistema de salud. La demora media en la primera visita con un especialista es de 77,41 jornadas en el Hospital de can Misses en Eivissa y en Formentera la espera media es de 74,36 días.  Además, en Can Misses 5.906 personas esperan más de 60 días a que se les atienda. En concreto, en Traumatología, una de las especialidades con más pacientes sobre todo a causa del envejecimiento de la población, en 2022 esperaron primera consulta 2.681, un 12,7% más que el año anterior, según datos del Servicio de Salud de Balears.

Un 6,7% de los pitiusos sufren demoras importantes para que les atiendan en alguna de las especialidades que ofrece el sistema de salud

La situación de las listas de espera quirúrgicas no es mejor. 2.699 pacientes esperan una intervención en Eivissa y en Formentera a día 5 de febrero eran 29 personas. En total, según datos de la Conselleria de Sanidad del Govern , en las cuatro islas 14.610 personas con un dictamen médico que les indica que tienen que ser intervenidos están en esta situación, y para algunos la espera es muy larga. Según el Govern, la demora media para una operación supera los 180 días, es decir 6 meses, en concreto en Eivissa eran 978. Además, en las Islas 3.385 personas estaban esperando el 5 de febrero más de 4 meses para una operación. La demora media en Baleares para una intervención quirúrgica es de 124,75 días, es decir más de tres meses. No obstante, en 2022 esta espera se ha reducido con un 49,10% menos de personas en esta situación, según datos publicados en la web del IbSalut, quizás debido en parte a la derivación de pacientes de la sanidad pública a la privada.

Derivación a la privada

Para atajar el problema de las listas de espera, la Conselleria de Sanidad balear habilitó la Garantía de Demora, por la que los pacientes que esperaban más de 60 días una cita con su médico de cabecera o más de 180 días con un especialista, y que previamente se habían inscrito en un registro, tenían derecho a atención privada pagada por el Servicio de Salud balear, sin embargo, este derecho no está vigente en estos momentos y la sanidad balear ha aprobado diferentes planes para reducir las listas de espera en toda la Comunidad y en las Pitiüses, en particular, donde ya existían acuerdos previos por una problemática más acusada en este sentido que en el resto de las Islas.

“La derivación a la privada es un tema perverso, pero hay que tratarlo como mal menor. Pero lo que tenemos que conseguir es que no haya que recurrir a esto. Está funcionando, han invertido, pero es un lío con la historia clínica, los controles en las complicaciones de la cirugía son complicados, es decir, es una medida provisional. Hay falta comunicación, necesitaríamos programas informáticos comunes” aseguran desde el SIMEBAL.

La derivación a la privada es un tema perverso, pero hay que tratarlo como mal menor. Pero lo que tenemos que conseguir es que no haya que recurrir a esto

“Además, esto lo que provoca es que en la privada las listas de espera para sus pacientes se está incrementando, lo que podría ir en detrimento de su servicio, porque precisamente los pacientes que se lo pueden permitir están contratando un seguro privado para que se les atienda antes, y en un territorio como el de las Pitiuses solo existe un centro de este tipo”, comentan desde el sindicato.

El sistema, según fuentes del Servicio de Salud pitiuso, es el siguiente: el Hospital de Can Misses de Eivissa se pone en contacto con los pacientes para preguntarles si quieren ser atendidos por especialistas de la sanidad privada, en este caso de la Policlínica del Rosario, y “si estos deciden que sí, se pasan sus datos al centro privado, que es el encargado de llamar a los pacientes para concertar una cita con ellos”. A pesar de este ofrecimiento, un 50,4% de ellos lo han declinado, “curiosamente”, según estas mismas fuentes. Además, diferentes usuarios desviados a la pública han puesto de manifiesto a elDiario.es demoras de hasta tres meses para que el centro privado los contactara, “simplemente para saber” si estaban “interesados” y “ofreciendo citas que tardarán como mínimo un mes más”. 

Hasta el momento, según la información facilitada por el área de Salud de Eivissa y Formentera, “se han derivado a la Policlínica del Rosario hasta el 15 de febrero de este año 2.835 personas”. De ellas, 1.354 personas para primeras visitas, de las cuales 14 son de neumología y el resto de traumatología. En cuanto a las intervenciones quirúrgicas derivadas, han sido 338 correspondientes a Otorrinolaringología, Oftalmología, Cirugía General y Digestiva. El servicio de Radiología ha derivado a la privada 1.079 pruebas, 377 ecografías y 702 resonancias magnéticas. El 49,6% de los usuarios a los que se les ofreció la oportunidad de adelantar su cita en la privada aceptó la derivación.

elDiario.es se ha puesto en contacto con la Policlínica del Rosario, único centro sanitario privado en Eivissa, para solicitar datos de las personas atendidas en sus diferentes consultas, pero han declinado ofrecer ninguna información, por lo que no sabemos cuántas personas han sido atendidas efectivamente.

Los pacientes derivados lo son para primeras consultas y el centro privado se tiene que hacer cargo de todo el proceso hasta el alta. Para este proceso el Ib-Salut facilita al centro privado el historial médico del paciente. “Los profesionales sanitarios de la privada tendrán acceso a las historias clínicas de los pacientes donde está toda la información del enfermo, podrán consultar sus antecedentes, enfermedades o tratamientos y, una vez acabado el proceso, se hará un informe final que se colgará y será accesible a todos los profesionales”, según declaraciones del subdirector de Atención Hospitalaria del IB-Salut, Francesc Albertí, al diario Ultima Hora. Albertí aseguró que el servicio balear de Salud “trabaja con un objetivo”: “Hay que darse un par de años para normalizar la situación. Hay que seguir bajando porque con medio año no basta”. Albertí aseguraba al rotativo que “la tendencia es buena, sobre todo en el ámbito quirúrgico”. “El plan de actividad extraordinaria se inició en febrero del año pasado y aunque se ha podido ralentizar meses como los de verano no se ha paralizado en ningún momento”, añadió.

Por su parte, el director general del Servei de Salut, Manuel Palomino, señalaba al Diario de Mallorca que la previsión era “realizar un máximo de cerca de 900 derivaciones a las clínicas privadas”. IB-Salut deriva pacientes a la sanidad privada desde el mes de noviembre adjudicando un contrato de servicios, dividido en dos lotes,  por un valor global de 12,6 millones de euros, prorrogable hasta 27 millones de euros. Sin embargo, el Servei de Salut ya tenía en esos momentos acuerdos de colaboración con la sanidad privada para la derivación de pacientes del sector sanitario del Área de Salud de Eivissa y Formentera. En concreto, en el periodo de abril a octubre, se derivaron desde el Hospital Can Misses a la Policlínica Nuestra Señora de Rosario un total de 2.740 pacientes (1.355 a consultas externas, 1.155 pruebas radiológicas y 230 intervenciones quirúrgicas).