HRW llama a suspender la repatriación de rohinyá por inseguridad en Birmania

Human Rights Watch (HRW) llamó este miércoles a suspender la repatriación de refugiados rohinyá en Bangladesh, cuyo inicio está previsto el jueves, al denunciar que estos se enfrentan en Birmania (Myanmar) a la misma violencia de la que huyeron.

Los gobiernos de los dos países acordaron la semana pasada el retorno de 3.454 rohinyá desde los campos de refugiados en Bangladesh en los que se encuentran unas 900.000 personas de esta minoría musulmana perseguida en Birmania.

Los elegidos habrían sido verificados por Naipyidó de una lista de 22.400 personas presentada por las autoridades bangladeshíes sin que Dacca ni la ACNUR hayan podido confirmar que estos hayan aceptado regresar a Birmania de forma voluntaria.

“Myanmar aun no ha resuelto su persecución y violencia sistemática contra los rohinyá, por lo que los refugiados tienen toda la razón de temer por su seguridad si regresan”, dijo la directora de HRW para el Sur de Asia, Meenakshi Ganguly, en un comunicado.

La organización aseguró que diversos refugiados expresaron su deseo a regresar a sus aldeas pero que consideran que las condiciones en Birmania aun no son seguras.

El grueso de los refugiados, unos 740.000, huyó a Bangladesh después de que el Ejército birmano iniciara hace dos años una vasta ofensiva en el norte del estado Rakhine, en el oeste del país, que la ONU calificó como “limpieza étnica de manual” y “genocidio intencional”.

En noviembre del año pasado fracasó una primera tentativa de repatriación acordada por Bangladesh y Birmania porque ningún miembro de la minoría quiso regresar.

Birmania no reconoce la ciudadanía de los rohinyás, a los que considera inmigrantes bengalíes y somete desde hace años a todo tipo de discriminaciones, incluidas restricciones a la libertad de movimiento.