Holanda utilizó un programa estatal secreto para financiar a un grupo terrorista en Siria

El Gobierno holandés ha reconocido este jueves que tendría que haber sido “más estricto” en el monitoreo de los grupos rebeldes que ha estado financiando en la guerra en Siria, tras desvelarse que el Ejecutivo apoyó con un programa estatal secreto a una banda clasificada con la categoría “terrorista” por la propia Fiscalía del país.

Una investigación que han publicado este jueves los diario holandeses Nieuwsuur y Trouw apuntan que el Gobierno había estado apoyando a grupos armados como Yabhat al Shamiya. El grupo recibió uniformes y camionetas pick-up holandesas después de haber sido incluido por el Ministerio Público en la lista de grupos terroristas.

“La vigilancia era adecuada, pero habría sido apropiado hacer un monitoreo más estricto”, ha asegurado el ministro de Exteriores, Stef Blok. El ministro ha justificado la financiación a más de 22 movimientos rebeldes asegurando que la ejecución de estos programas en áreas de conflicto “siempre es difícil y con riesgos”.

Desde mediados de 2015, Holanda ha estado apoyando a más de una veintena de movimientos rebeldes en Siria a luchar contra el régimen de Bachar al Asad, sobre todo enviando vehículos y equipos de comunicación. Esas ayudas se prolongaron hasta la pasada primavera, según ha confirmado el propio Gobierno, que ha justificado ese apoyo diciendo que estos grupos fueron considerados “moderados”.

El apoyo holandés a los rebeldes sirios formaba parte del programa estatal secreto NLA o “asistencia no letal”, por lo que no se anunciaron en su momento qué grupos eran los que iban a recibir el material. Una decisión que se tomó para evitar que estos movimientos se convirtieran en un blanco del régimen sirio o de grupos extremistas como Al Qaeda o Estado Islámico. 

En su momento, el Gobierno prometió al Parlamento que solo se apoyaría a los grupo que cumpliesen con el derecho internacional y que no cooperasen con extremistas; grupos a los que se consideraba como “moderados”. Además, el Ejecutivo advirtió de que cualquier “comportamiento indeseable” por parte de los grupos que estaban recibiendo ayuda holandesa supondría la “detención inmediata” del soporte financiero y logístico.

El Ministerio de Exteriores negó en un primer momento tener conocimiento de las informaciones publicadas por los diarios Nieuwsuur y Trouw. Sí reconocieron que estaban al tanto de los crímenes cometidos por Yabhat al Shamiya desde el verano de 2016, según evidencia un intercambio de correos electrónicos entre la ONG Amnistía Internacional y Exteriores, que la organización de derechos humanos ha decidido hacer público.

Además, el informe La tortura fue mi castigo, publicado el 5 de junio de 2016 por Amnistía, advertía de los crímenes que desde 2012 estaban cometiendo cinco grupos armados de la oposición siria, entre ellos el financiado por el Ejecutivo holandés.

Según su información, este grupo llevó a cabo ejecuciones, secuestró a civiles y gestionó los famosos “tribunales de la sharia (ley islámica)” que sentenciaron a muerte a quien decidía abandonar el movimiento. La ONG informó de estos detalles al enviado especial a Siria del Gobierno, Gerar Steeghs, y al resto de su personal.

Amnistía Internacional, además, entregó varias copias impresas del informe a Exteriores y exigió al entonces ministro, Bert Koenders, que usara su influencia para pedir al resto de países que apoyaban a esos grupos para que detuvieran su financiación de inmediato. 

Diana Semaan, investigadora de la ONG, aseguró que era “impactante” que Holanda empezara a apoyar a Yabhat al Shamiya un año después del informe y “a pesar de la abundancia de información sobre cómo el grupo violó el derecho internacional humanitario”. La Fiscalía subrayó que este grupo era “salafista e yihadista” y que luchaba “por el establecimiento de un califato”.

El ministro Blok ha insistido este jueves en que todos los grupos que recibieron ayuda holandesa fueron “examinados” por la administración estadounidense. Según el ministro de Exteriores holandés, otros países de la coalición liderada por EEUU también brindaron apoyo a estos rebeldes armados en los monitoreos que se realizaban desde los centros de operaciones en Turquía y Jordania.

“Muchas cosas han ido como se esperaba y como fueron previstas, pero los riesgos nunca pueden ser completamente descartados. La percepción generalizada de que Holanda ha apoyado a organizaciones terroristas es incorrecta”, ha concluido Blok.