Ajustado triunfo del chavismo en las elecciones venezolanas

La estrecha distancia entre Maduro y Capriles en los resultados electorales y la negativa de este último a reconocer el triunfo del chavismo en los comicios hacen prever un escenario de tensión política y confrontación en los próximos días.

Esta misma noche se ha sentido un clima enrarecido en esta ciudad, Caracas, donde han volado rumores y conjeturas sobre el futuro más inmediato del país. Al contrario que en otras ocasiones, no ha habido un ambiente de gran celebración. En las filas del chavismo el triunfo de Maduro se ha sentido como una amarga victoria, más aún cuando Capriles ha rechazado los resultados oficiales.

Algunos grupos partidarios de Nicolás Maduro han salido a las calles, pero en sus rostros se percibía cierta decepción.

“Esto es una victoria amarga porque Chávez ya no está con nosotros y estamos por ello aún en pleno duelo y amarga porque los resultados no son los que esperábamos”, confiesa Marianela, una joven que ondea una bandera roja en el centro de Caracas.

“Pero como ha dicho Maduro, es momento de mejorar, de hacernos más fuertes, y que miremos los errores, las faltas y todo lo que queda por mejorar”, añade.

No muy lejos de allí varios vehículos tocan el cláxon y desde su interior salen voces de apoyo a Capriles. Cuatro peatones de mediana edad les saludan y sonríen. “La victoria es nuestra, no nos la van a robar”, gritan.

La negativa de Capriles a reconocer los resultados augura tensión y riesgo de inestabilidad política para las próximas semanas. El candidato de la oposición ha pedido el recuento del cien por cien de los votos, y ha dicho a Maduro que “el derrotado en el día de hoy es usted”.

“Esta lucha no ha terminado. Le digo a Venezuela que esto es un mientras tanto hasta que se conozca la verdad”, ha sentenciado.

Antes de que el Consejo Nacional Electoral hiciera públicos los resultados, Capriles ya escribía en su cuenta de Twitter lo siguiente:

“Alertamos al país y al mundo la intención de querer cambiar la voluntad expresada por el Pueblo!” y “No hacerlo caso al Dr.Loco que anda desesperado y derrotado! Siguen llegando resultados de todo el país, vamos Venezuela!”.

“Si gano por un voto, gané, si pierdo por un voto, perdí”

Dentro del palacio de Miraflores, en los jardines del mismo, se han congregado simpatizantes de Nicolás Maduro, frente a un escenario y una gran pantalla a través de la cual han visto la intervención de la presidenta del Consejo Nacional Electoral, cuya aparición pública tardó en llegar más de lo previsto:

“50,66 para Maduro, 49,07% para Capriles”, dijo la presidenta del Centro Nacional Electoral (CNE), y la gente en Miraflores estalló de júbilo. “Esta es una tendencia irreversible. No damos resultados que pudieran ser reversibles”, subrayó el CNE.

Inmediatamente después salió al escenario Nicolás Maduro, quien subrayó el logro de un “triunfo legal, justo, popular, constitucional”, y recordó que en la campaña había dicho que “si gano por un voto, gané, si pierdo por un voto, entrego inmediatamente”.

Maduro anunció que el candidato de la oposición se había puesto en contacto con él.

“ Él me estaba proponiendo que mandáramos a los jefes de campaña al Consejo Nacional Electoral para hacer un pacto. Yo le dije: ”Nooo, que el CNE diga los resultados, y le dije: “Capriles, yo te dije y lo dije públicamente, si yo pierdo por un voto te entrego mañana, pero no es así, he ganado por casi 300.000 votos, es la decisión del pueblo”, exclamó.

Y añadió:

“Tenemos una diferencia de fondo, Capriles, le dije. Yo respeto tu criterio, respeta tú el nuestro. Condicionas que el poder electoral someta los resultados a una auditoría que podría durar semanas. ¿Vamos a someter a este país mantenerlo en vilo por semanas? Es jugar con la estabilidad política, la paz, pero además es burlarse de una mayoría clara de siete millones y medio de venezolanos”.

Los retos

En su discurso tras los resultados electorales, Maduro ha insistido en la necesidad de la paz:

“Llamamos a la paz, al respeto, a la tolerancia, al respeto a las instituciones, al resultado. ¿Que quieren hacer una auditoría? ¡Bienvenida la auditoría!”. Y también ha querido recalcar que proseguirá con la “revolución socialista cristiana bolivariana”, para conseguir “la pobreza cero”.

“Lo que vamos a hacer es construir un gobierno poderoso, del pueblo, un gobierno que rectifique lo que tenga que rectificar y vamos a construir una nueva, amplia, poderosa mayoría de la revolución bolivariana”, ha indicado.

Pero los retos son numerosos. En primer lugar, conseguir que la oposición le dé la legitimidad que pretende negarle. Y, en segundo lugar, abordar problemas de peso de este país, como la inseguridad, la corrupción, la inflación, los apagones o el desabastecimiento de algunos alimentos básicos.

Estos asuntos son usados por la oposición como arma arrojadiza contra el chavismo. El propio Maduro ha reconocido la importancia de estos problemas y los ha asumido entre sus prioridades en su programa de gobierno, marcándose como un objetivo fundamental la lucha contra la inseguridad y la delincuencia a través de planes de reinserción y educación.

Pero el panorama postelectoral amenaza con posponer todos estos asuntos, sobre todo si los resultados oficiales siguen siendo cuestionados. De lo que no cabe duda es que el ajustado triunfo de Maduro demuestra que el candidato chavista se va a ver obligado a luchar por tener más liderazgo y por ganarse la confianza de quienes votaban a Chávez pero no le han votado a él.

Más allá de Maduro, lo que desvelan estos resultados es que catorce años en el poder y la ausencia de Chávez han pasado factura al chavismo.