Borrell anuncia un “mecanismo para sancionar actores nocivos que desinforman” en la UE

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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“La información es el combustible de la democracia”, dice Josep Borrell, “y si la información es mala y está contaminada por la mentira, los ciudadanos no pueden tener cabal conocimiento de la realidad y su juicio político estará sesgado”. El Alto Representante para la Seguridad y la Cooperación de la UE ha intervenido este martes en el debate del Parlamento Europeo en relación con un informe sobre Injerencia Internacional en los procesos democráticos en la UE. Un informe muy centrado en Rusia, que se ha ido elaborando en los últimos meses y cuya votación en el pleno de Estrasburgo se ha visto atravesada por la invasión rusa sobre Ucrania. Una invasión que ha sido respondida por la UE con una cascada de sanciones, entre ellas el bloqueo de las emisiones de Russia Today y Sputnik en los 27 Estados miembros.

“Estamos siendo testigos de cómo Rusia sigue con su asalto a Ucrania”, ha dicho Borrell: “Este asalto evidencia por qué hay que prestar atención a la injerencia y la desinformación por agentes extranjeros. Representan una amenaza contra la democracia; la manipulación y las interferencias son algo que usa Rusia”.

Según el jefe de la diplomacia europea, Rusia acompaña su agresión militar “con información falsa sobre por qué se ha llevado a cabo la invasión, cuál es la situación en Ucrania... Antes de la invasión, han estado preparando el terreno, invirtiendo las causas y consecuencias de la agresión, presentando a Rusia como víctima, a [Volodímir] Zelenski como genocida, delincuente y marioneta en manos de occidente. Además, dicen que están limpiando Ucrania de nazis que cometen un genocidio”.

“Estas son las cosas que difunden”, ha sostenido Borrell: “Se socava a un Gobierno ucraniano elegido legítimamente. La historia es interpretable, pero que Zelenski es un nazi genocida no es interpretable. El Kremlin miente sistemáticamente, dicen que las autoridades ucranianas bombardean sus propios ciudadanos, que cometen incidentes nucleares para culpar a Rusia. Los medios estatales se han usado como instrumentos para ese relato, para manipular y confundir. Son una parte integral de la agresión. Están bombardeando sus mentes, sus espíritus; el Gobierno ruso está aplastando a los medios independientes, han prohibido Twitter y Facebook, así como varios medios extranjeros, criminalizando lo que llaman información falsa sobre la guerra en Ucrania, con 15 años de prisión.  No hay información independiente. Rusia ha avanzado hacia un aislamiento total de sus ciudadanos para que no puedan saber qué está ocurriendo”.

Borrell ha afirmado: “No soy el ministro de la verdad”. Y ha añadido: “Hay actores extranjeros que intentan manipular el entorno informativo para dañarnos y tenemos que actuar. La Información es el combustible de la democracia. La democracia es un sistema cuyo es combustible es la información: si la información es mala, contaminada por la mentira, los ciudadanos no pueden tener cabal conocimiento de la realidad y su juicio político estará sesgado. La información debe ser un bien protegido. Cuando uno va a comprar carne, tiene garantías sobre la calidad de ese producto, tiene que haber también alguna clase de garantía para que la información no sea un elemento que contamine las mentes”. 

“Por eso Rusia ha creado Sputnik”, ha dicho Borrell: “No es un medio inocente con una determinada visión de la realidad. Es para apoyar las políticas rusas en el extranjero. Esos canales facilitan operaciones cibernéticas, de la mano de la inteligencia militar de Rusia, el conocido GRU. Para ser capaces de responder de una manera contundente en el futuro, voy a proponer un mecanismo para sancionar actores nocivos que desinforman, que será parte de una caja de herramientas en el que estamos trabajando para actuar”.

El jefe de la diplomacia europea ha sentenciado: “La democracia se alimenta con la información que recibe la ciudadanía. Hay que proteger la libertad de información y combatir la desinformación. Es una batalla crítica para la democracia”.

Informe de la Eurocámara

El informe que está debatiendo y votando el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo aboga también por un “régimen de sanciones contra la desinformación”.

“La falta de medidas y sanciones de la UE hace que la interferencia sea una táctica atractiva para los actores extranjeros, dice el comité sobre interferencia extranjera y desinformación”, afirma el informe redactado por la Comisión especial sobre Injerencia Extranjera (INGE) de la Eurocámara.

El informe, además, señala que “partidos como el austriaco Freiheitliche Partei Österreichs, el francés Rassemblement National y la Lega Nord italiana han firmado acuerdos de cooperación con el partido Rusia Unida del presidente Vladimir Putin y se enfrentan ahora a acusaciones de los medios de comunicación de que están dispuestos a aceptar financiación política de Rusia; que otros partidos europeos, como el alemán Alternative für Deutschland (AfD), los húngaros Fidesz y Jobbik y el Partido del Brexit en el Reino Unido, mantienen también un estrecho contacto con el Kremlin y que la AfD y Jobbik también han trabajado como 'observadores electorales' en las elecciones controladas por Kremlin, por ejemplo en Donetsk y Luhansk, en el este de Ucrania, para supervisar y legitimar las elecciones patrocinadas por Rusia; que las conclusiones sobre los contactos estrechos y regulares entre funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España, así como entre funcionarios rusos y el mayor donante privado para la campaña del Brexit, requieren una investigación en profundidad y forman parte de la estrategia más amplia de Rusia para aprovechar todas y cada una de las oportunidades para manipular el discurso con el fin de promover la desestabilización”.

Según el informe, “los gobernantes europeos desconocen abrumadoramente la gravedad de la amenaza que representan los regímenes autocráticos extranjeros, en particular Rusia y China, lo cual ha facilitado que actores malintencionados hayan llevado a cabo ataques cibernéticos, reclutado a expolíticos de alto nivel y propagado la polarización en el debate público. Esto se ve agravado por las lagunas en la legislación y la falta de coordinación entre los países de la UE”.

Ante las amenazas, los eurodiputados instan a la UE “a sensibilizar al público” y a “reforzar sus capacidades y construir un régimen de sanciones contra la desinformación. Las reglas sobre las plataformas de redes sociales, que sirven como vehículos para la interferencia extranjera, también deben endurecerse.

Además, la comisión parlamentaria recomienda: apoyar a verificadores de hechos y a los medios de comunicación pluralistas y ampliamente distribuidos; hacer que las plataformas online inviertan en habilidades lingüísticas para poder actuar sobre contenidos ilegales y dañinos en todos los idiomas de la UE; tratar la infraestructura electoral digital como crítica; proporcionar alternativas de financiación a la inversión extranjera directa china utilizada como herramienta geopolítica; aclarar las relaciones “altamente inapropiadas” entre ciertos partidos políticos europeos y Rusia; prohibir la financiación extranjera de los partidos políticos europeos; mejorar urgentemente la ciberseguridad, clasificar y registrar el software de vigilancia como Pegasus como ilegal y prohibir su uso; y dificultar que los actores extranjeros recluten a ex altos políticos demasiado pronto después de que hayan dejado su trabajo.

La Comisión especial sobre Injerencia Extranjera en todos los Procesos Democráticos en la Unión Europea, incluida la Desinformación (INGE) se creó en junio de 2020. Después de aproximadamente 50 audiencias con alrededor de 130 expertos, el mandato de un año y medio a finales de marzo.