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La Eurocámara tumba la primera maniobra del PP europeo contra la agenda verde

El presidente del PPE, Manfred Weber, en una imagen de archivo. EFE/Julio Muñoz

Irene Castro

15 de junio de 2023 13:00 h

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La Eurocámara ha rechazado la primera maniobra del Partido Popular Europeo contra una de las leyes clave de la agenda verde europea. Han sido cerca de tres horas de tensa votación en la que los aplausos han interrumpido la sesión en varias ocasiones para celebrar las pequeñas y ajustadas victorias en la tramitación de una propuesta que debería haber salido por amplia mayoría hasta que el PPE de Manfred Weber decidió descolgarse y rechazar la propuesta que salió de la Comisión Europea. No obstante, la dilación de la votación en la Comisión de Medio Ambiente ha provocado su coincidencia con la del Pleno que se celebra en Estrasburgo y lo que queda pendiente se pospondrá al 27 de junio.

El propósito de la legislación, que posteriormente tendrá que someterse a la votación del Hemiciclo, es recuperar los hábitats destrozados en el marco del Pacto Verde Europeo con el que los 27 se han conjurado para conseguir los objetivos de la neutralidad climática en 2050. El PPE presentó una moción para retirar el texto completo y devolvérselo al ejecutivo comunitario para que haga una nueva propuesta. Eso es lo que la Comisión de Medio Ambiente ha rechazado por la mínima. Dentro de doce días la comisión analizará lo que queda pendiente y si salva o no el conjunto de la propuesta que, en todo caso, tendrá que someterse al Pleno.

La ley pretende que la UE repare el 20% de los ecosistemas dañados para 2030 y que todos estén recuperados a mitad de siglo. Es una de las propuestas de la agenda verde europea, que está recogida fundamentalmente en el paquete 'Fit for 55', que incluye iniciativas como la prohibición de la venta de coches de combustión a partir de 2035. Esa iniciativa también estuvo en riesgo, en este caso por el rechazo de Alemania, cuya industria automovilística es muy poderosa. Los intereses económicos y electorales están amenazando los avances en materia de medioambiente en plena emergencia climática.

El PPE abandonó la negociación de la ley de restauración de la naturaleza en pleno viraje de sus posiciones alejándose de una de las principales banderas de la Comisión Europea pilotada por la alemana Ursula von der Leyen, de su familia política. La estrategia del líder de los conservadores europeos pasa por acercarse a la extrema derecha con la que compite electoralmente, y que es negacionista, en un momento en el que el sector agrario está en pie de guerra en buena parte de Europa.

Lo que argumentan en el PPE es que la norma que plantea la recuperación de los ecosistemas mediante la renaturalización, la replantación de árboles o la ecologización de las ciudades y las infraestructuras marca unos objetivos inalcanzables para los agricultores, compromete la seguridad alimentaria y elevará el precio de los alimentos. Es una “pesadilla burocrática y un punto muerto en la planificación, poniendo en peligro la seguridad alimentaria, la producción de energía renovable y las infraestructuras cruciales”, dejó por escrito el PPE en una de sus resoluciones.

La ley para la restauración de la naturaleza ha sido uno de los epicentros políticos de la Eurocámara en las últimas semanas después de que las comisiones de Agricultura y Pesca, cuya opinión era consultiva, rechazaran la iniciativa de la Comisión Europea. El ponente socialista, César Luena, se ha fajado en una negociación en la que salvar la norma era cuestión de uno o dos votos mientras se han producido cruces de acusaciones.

“Hay un claro chantaje de Weber a sus miembros para que no se presenten, para que no voten a favor”, aseguró el presidente de la comisión de Medioambiente del Parlamento Europeo, el liberal francés Pascal Canfin. El ejemplo paradigmático para los grupos que apoyan la iniciativa es el del conservador checo Stanislav Polcák, que pidió ser sustituido en la votación, para la que había anunciado su voto favorable, ante la posición “opuesta” que tiene respecto a su grupo, informa Europa Press.

“Si asegura algo así, tiene que dar pruebas de ello. Sólo puedo decir que no, que no estoy atacando a nadie”, se defendió Weber, cuyo partido, por su parte, había denunciado “amenazas” a los suyos ante la votación de esa ley con la que el PPE quiere hacer una demostración de fuerza y alinearse con los posicionamientos de la extrema derecha en la pugna por el voto agrario.

La presión en contra de la ambición de la agenda verde -el PPE también ha pedido una moratoria de dos años en la aplicación de las nuevas normas ecológicas- empieza a hacer mella. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha hecho del Pacto Verde una de sus banderas se abrió a pisar el freno en la artillería legislativa: “Deberíamos prestar atención a la capacidad de absorción”.

En lo que respecta a la ley de restauración de la naturaleza, una vez supere el paso de la Comisión de Medio Ambiente, tendrá que someterse a la votación en el Pleno de la Eurocámara, que decidirá si la devuelve al gobierno comunitario para que haga una nueva propuesta -lo que en la práctica es inviable antes de las elecciones europeas del próximo año- o si se inician las negociaciones con los gobiernos de los 27 y la Comisión. Los países aún no han fijado su posición negociadora, pero según informó The Guardian, algunos estados miembros están tratando de suavizar las propuestas.

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