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Theresa May ofrece su cabeza a cambio de que se apruebe su acuerdo del Brexit

La primera ministra británica, Theresa May.

Javier Biosca Azcoiti / Naiara Bellio

La primera ministra británica, Theresa May, ha ofrecido su dimisión a los diputados conservadores a cambio de que apoyen el acuerdo negociado con Bruselas y que ya ha sido rechazado en dos votaciones anteriores.

“He escuchado el mensaje en el partido parlamentario. Sé que hay un deseo para una nueva aproximación y un nuevo liderazgo en la segunda fase de las negociaciones del Brexit y no me opondré a ello”, ha afirmado Theresa May durante una reunión con sus compañeros de partido.

“Sé que algunas personas están preocupadas de que si votan a favor del acuerdo, lo utilizaré como una aceleración hacia la segunda fase sin necesidad de debate. No es así, entiendo lo que están diciendo. No obstante, tenemos que pasar el acuerdo y efectuar el Brexit”, ha añadido la primera ministra.

May ha afirmado que está preparada para dejar el trabajo “antes de lo esperado” para “hacer lo que se merece Reino Unido país y el partido”, ha añadido. “Le pido a todo el mundo en esta sala que respalde el acuerdo para que podamos completar esta tarea histórica: respetar la decisión de la sociedad británica y dejar la UE de manera ordenada y suave”.

La primera ministra no ha fijado una fecha para su salida durante la reunión con los parlamentarios conservadores, pero es probable que salga de Downing Street antes de otoño, afirma el diario británico The Guardian.

Este período es muy significativo en la agenda de los tories: en octubre tendrá lugar la Conferencia del Partido Conservador, un encuentro anual del que destaca la presentación de la ruta política a seguir el siguiente año. May abrió el del año pasado con la promesa de cumplir con el Brexit. Si la primera ministra decide renunciar, este año estará marcado por la elección de un nuevo líder para el partido y también para el país.

El anuncio se produce horas antes de que el Parlamento vote sobre ocho alternativas al acuerdo de salida negociado por May en Bruselas. Entre las opciones que se votarán está una salida sin acuerdo, retirar la salida, convocar un nuevo referéndum, negociar una unión aduanera con la UE y permanecer en el mercado común, entre otras.

La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, ha sido de las primeras políticas en reaccionar a la noticia de May: “Si se efectúa el Brexit sobre la base de un acuerdo que nadie apoya (uno tan malo que la primera ministra ha tenido que ofrecer su dimisión para que se apruebe), empeorará un proyecto ya de por sí malo”, ha escrito en Twitter.

El documento negociado por May con Bruselas ya ha sido rechazado dos veces por la Cámara de los Comunes, a pesar de que en la segunda ocasión obtuviera nuevas garantías de la Unión Europea. En enero, obtuvo el visto bueno de 202 parlamentarios, frente a los 432 que votaron en contra. La segunda ronda, en marzo, no fue mucho mejor: el acuerdo se rechazó por un margen de 149 diputados. 81 votos de diferencia entre una votación y otra, pero sin llegar a ser suficientes para salir con las condiciones que estipulaba.

El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, ya se había pronunciado ante la posibilidad de volver a someter el documento a votación. Se opuso a esta posibilidad poco después de que el Parlamento británico lo tumbara por segunda vez. Esta tarde ha recordado al gobierno de May que no “malinterprete” sus objeciones a celebrar una tercera votación. “No deberán tratar de esquivar mi norma registrando de todas maneras una moción. La Mesa ya ha sido avisada de que no se aceptarán mociones al respecto”, ha añadido.

El principal obstáculo del acuerdo es la cláusula denominada 'backstop', cuyo objetivo es evitar la creación de una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte. El 'backstop' establece que Reino Unido permanecerá en la unión aduanera a menos que la UE y Downing Street negocien un nuevo acuerdo comercial. Los defensores del Brexit duro temen que Reino Unido pueda quedar atrapado de forma indefinida en la unión aduanera.

Según publica The Guardian, el parlamentario Shailesh Vara ha salido de la reunión del European Research Group (ERG), el grupo de diputados conservadores defensores de un Brexit duro, afirmando que la mayoría de los presentes, incluido él, apoyarían el “mal acuerdo de May” dado que las alternativas son peores.

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