Trump Kennedy Center: el presidente de EEUU maniobra para renombrar con su apellido el centro de artes escénicas de Washington DC

Andrés Gil

Corresponsal en Washington —
19 de diciembre de 2025 01:16 h

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A Donald Trump le chifla renombrar cosas. Pero, más aún, poner su nombre en todas partes. Es su sello de propiedad, como ocurre con sus edificios, campos de golf, empresas y cualquier cosa que salga de su imaginación. Y de esa obsesión, unido a su profundo afán de revancha con todo lo que tenga que ver con los demócratas, el presidente de EEUU ha logrado que la junta directiva del centro de artes escénicas de Washington DC, designada por el mismo Trump, votara este jueves a favor de renombrar el principal centro de artes escénicas de la capital de EEUU como Trump Kennedy Center, según ha informado la Casa Blanca.

La noticia ha generado indignación entre los demócratas, que afirmaron que la junta se había excedido en su autoridad legal. Y también entre la sobrina del ex presidente Maria Shriver, quien criticó en X la iniciativa: “El Centro Kennedy lleva el nombre de mi tío, el presidente John F. Kennedy. Fue nombrado en su honor. Era un hombre interesado en las artes, la cultura, la educación, los idiomas y la historia. Introdujo las artes en la Casa Blanca, y él y mi tía Jackie las amplificaron, las celebraron y defendieron las artes y a los artistas. Es incomprensible que el actual presidente haya intentado renombrar este gran monumento dedicado al presidente Kennedy. Es descabellado que piense que añadir su nombre por delante del nombre del presidente Kennedy es aceptable. No lo es. Lo próximo que quizás quiera es renombrar el Aeropuerto JFK, el Monumento a Lincoln, el Monumento a Trump Lincoln. El Monumento a Trump Jefferson. El Museo Smithsonian de Trump. Y la lista continúa. ¿No vemos lo que está pasando aquí? ¡Vamos, compatriotas! ¡Despierten! Esto no es digno. No tiene gracia. Está muy por debajo de la estatura de su cargo. Es realmente extraño. Es obsesivo, de una manera extraña. Justo cuando piensas que alguien ya no puede caer más bajo, cae…”

A principios de este año, Trump convirtió el Jardín de Rosas de la era Kennedy en la Casa Blanca en un patio, quitando el césped y colocando adoquines.

El Congreso bautizó el centro en honor al presidente John F. Kennedy en 1964, tras su asesinato. Donald A. Ritchie, historiador del Senado entre 2009 y 2015, explicó a AP que, dado que el Congreso había dado nombre al centro, le correspondería a este “enmendar la ley”.

Ritchie añadió que, si bien Trump y otros pueden referirse al centro “informalmente” con un nombre diferente, no pueden hacerlo de una manera “que sea legalmente compatible”.

Sin embargo, la junta no esperó a que se debatiera el asunto en e Congreso, y cambió rápidamente el logo de su web para reflejar el nuevo nombre.

El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, declaró a la prensa que se necesitaba una acción legislativa. El demócrata neoyorquino es miembro de la junta debido a su cargo en el Congreso.

Trump ha estado insinuando el cambio de nombre durante algún tiempo. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció la votación en redes sociales, atribuyéndola al “increíble trabajo que el presidente Trump ha realizado durante el último año para salvar el edificio. No solo desde el punto de vista de su reconstrucción, sino también financiero y de su reputación”.

Trump, republicano y presidente de la junta, declaró en la Casa Blanca: “La junta es una junta muy distinguida, compuesta por las personas más distinguidas del país, y me sorprendió y me sentí honrado”. Sin embargo, lo cierto es que Trump ya se había referido al centro como el “Trump Kennedy Center” a principios de diciembre, cuando habló de un “gran evento” que se celebraría en el “Trump Kennedy Center” antes de decir: “Disculpen, en el Kennedy Center”, entre risas de su público. Se refería al sorteo del Mundial de fútbol 2026, en el que participó.

Trump mostró poco interés en el Kennedy Center durante su primer mandato presidencial, informa AP, pero desde que regresó al cargo en enero ha reemplazado a los miembros de la junta directiva designados por presidentes demócratas con algunos de sus más fervientes partidarios, quienes luego lo eligieron para presidir la junta.

También ha criticado la programación del centro y su apariencia, y ha prometido reformarlos por completo.

Trump ha obtenido más de 250 millones de dólares del Congreso, controlado por los republicanos, para la renovación del edificio.

Las ventas de abonos han disminuido desde que Trump tomó el control del centro, informa AP, y varias producciones en gira, como “Hamilton”, han cancelado sus funciones previstas. Se han visto filas y filas de asientos vacíos en la sala de conciertos durante las actuaciones de la Orquesta Sinfónica Nacional; algunos artistas, como la actriz Issa Rae y la música Rhiannon Giddens, han cancelado sus presentaciones programadas, y consultores del Centro Kennedy, como el músico Ben Folds y la cantante Renée Fleming, han renunciado.