17 chiíes mueren a manos de las fuerzas de seguridad de Yemen
Las fuerzas de seguridad de Yemen acabaron con la vida de 17 rebeldes chiíes y capturaron a otros cuatro durante unos enfrentamientos armados en el norte del país ocurridos ayer.
Las tropas expulsaron a los rebeldes 'huthis' -denominados así por el nombre de su líder tribal- de varias posiciones que habían ocupado recientemente en la montañosa provincia de Saada.
Las autoridades, por su parte, han sido responsabilizadas por los insurgentes de la muerte de varios miembros de una misma familia tras el impacto de varios proyectiles en su vivienda situada en la región de Talh.
El presidente de Yemen, Alí Abdulá Salé, declaró ayer que los rebeldes han recibido fondos de varios grupos iraníes y del clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr.
El pasado mes de agosto estallaron de nuevo los enfrentamientos entre los chiíes de la región de Saada y las fuerzas del Gobierno. El conflicto había irrumpido por primera vez en abril de 2004 cuando los seguidores de Al Huti acusaron al Gobierno de la región de Saná de no tener en cuenta las demandas de la población de esa zona.
Los rebeldes, leales a su líder Abdul-Malik al Huthi, acusan a Arabia Saudí -gobernada por la secta wahhabí, que señala a los chiíes como herejes- de apoyar al Gobierno. El Ejecutivo, por su parte, ve la mano de Irán detrás de este conflicto.
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