Agónico triunfo

13 de noviembre de 2019 07:55 h

El BM Logroño jugó con fuego y casi se quema. Jorge Pérez y Balenciaga tuvieron parte de culpa para que los astros se alinearan y el cuadro franjivino se llevara los dos puntos gracias al 35-34 final. En este sentido, Víctor Alonso tuvo en su mano la posibilidad de empatar el choque. El tiempo estaba cumplido y el jugador del Puente Genil se enfrentaba en un 7 metros -previamente había metido dos y fallado uno- a Jorge Pérez. El meta catalán, con más del 50% de acierto, volvió a aparecer para permitir que los de Miguel Ángel Velasco continúen acechando a los puestos de Copa Asobal justo antes del duelo europeo del sábado en el mismo escenario que este martes.

Pero mucho va a tener que mejorar el equipo riojano para esa cita. Por de pronto deberá mostrar mayor concentración en la actitud defensiva. Por ahí Puente Genil se le subió a las barbas a un BM Logroño permisivo que concedió demasiados goles, que jugó durante muchas fases del encuentro a lo que quería su rival. Al menos, pese a que no se estuvo fino en un lado de la pista, en la otra parte Balenciaga ejerció de director de orquesta a las mil maravillas. Inédito el viernes pasado en el triunfo ante Benidorm, contra los hombres de Paco Bustos se gustó, organizó el ataque de los suyos, finalizó con calidad (hizo 7 goles) y fue clave para comprender la victoria apurada e ‘in extremis’ de los franjivinos.

Desde el arranque se intuyó que iba a ser un partido con goles. Tanto el BM Logroño como Puente Genil no especulaban. En esa dinámica, parecía estar más fino el cuadro local para coger una renta cómoda pasado el cuarto de hora que debía dar tranquilidad, 12-9. Ventaja que se prolongaba durante un tramo de la contienda, 17-14, y que prácticamente duró hasta el descanso, 21-19. En esa media hora también se atisbó dónde debía poner énfasis el BM Logroño para sumar dos puntos más en su casillero sin sufrimiento. Había que ponerse las pilas en defensa (19 goles encajados cuando por ejemplo el viernes en tierras alicantinas fueron 21 en una hora).

Velasco apenas rotó a sus hombres y optó por hacer jugar a once jugadores (incluidos dos porteros). Estaba claro que confiaban en ellos para solventar el supuesto trámite de la visita de los cordobeses al Palacio. Sin embargo, Puente Genil fue creyendo en sus opciones con el paso del partido. El duelo estaba equilibrado porque el BM Logroño no lo rompía. Sólo se necesitaban un par de acciones defensivas para ello. No llegaron y además hubo un atasco en el ataque de los logroñeses que permitió pasar del 29-27 (minuto 42) al 29-31 en apenas 7 minutos. Con el marcador adverso llegaron las prisas. En ataque, al menos, se recuperaban las sensaciones exhibidas previamente, pero en defensa ya era complicado recargar las pilas.

Los de Paco Bustos se veían con al menos un punto más tras su visita al Palacio, mientras que el BM Logroño, acelerado, se recompuso cuando peor pintaban las cosas. Restaban 8 minutos y la realidad era muy dura para los franjivinos, 30-33. Entonces Jorge Pérez se iluminó para que sus compañeros, con corazón en tareas defensivas además de con empuje y valentía en ataque, dieran la vuelta al marcador. El empate a 34 fue posible debido a las intervenciones del guardameta local, un auténtico muro en el tramo final, y a Balenciaga que hacía magia para llevar a los suyos a una remontada épica, con el 35-34. Pero tocaba defender una última jugada. Garciandia era excluido y Puente Genil, con el tiempo cumplido, aún podía empatar desde los 7 metros. Víctor Alonso asumía la responsabilidad, mientras que Jorge Pérez, enchufado, estaba enfrente. Pudo el portero franjivino y dio dos puntos más a un bloque riojano que debe centrarse para ser competitivo en Europa.