Albert Soler, un corredor de fondo para la política deportiva

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El nuevo secretario de Estado para el Deporte, Albert Soler Sicilia, hasta este viernes Director General de Deportes del Consejo Superior de Deportes (CSD), es un 'corredor de fondo' que tratará de continuar con la política deportiva marcada por Jaime Lissavetzky hasta las próximas elecciones generales de 2012.

Nombrado el 30 de abril de 2008 como Director General de Deportes del CSD, a propuesta de la entonces ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, Albert Soler Sicilia sustituyó en el cargo a Manuel Fonseca, actual Director General de la candidatura de Zaragoza-Pirineos para los Juegos Olímpicos de 2022.

Barcelonés, de 45 años, casado y con dos hijos, Soler Sicilia, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por el INEF de Barcelona y Máster en Gestión Pública por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, es funcionario de carrera del Ayuntamiento de Barcelona, donde había ocupado diversos cargos de responsabilidad en la gestión deportiva.

“Tengo el honor de ser el primer secretario de Estado para el Deporte Licenciado en Educación Física y deportista, que ha vivido en la residencia Blume”, subrayó en la toma de posesión como secretario de Estado.

Antes de ser Director General de Deportes del CSD, fue Director de Deportes en el Ayuntamiento de Barcelona, de 1999 a 2005, Director-gerente del Instituto Barcelona Esports, de 2005 a 2007, y Director del Plan Estratégico del Deporte de Barcelona.

En 2008 ocupó el cargo de Gerente del Sector de Cultura, Educación y Bienestar, que, además, comprendía las áreas de Deportes, Inmigración, Cooperación Internacional, Juventud y Mujer antes de llegar al CSD, como Director General de Deportes.

Jaime Lissavetzky ha dejado como sucesor a su mano derecha, por el que había apostado ante el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a pesar de que en las últimas semanas había sonado con fuerza el nombre de Joan Mesquida Ferrando, secretario general de Turismo y Comercio Exterior, como su hipotético sustituto. “Se ha elegido al mejor, el que tenía que ser, un gran entusiasta y que conoce muy bien el mundo del deporte. Va a dejar al deporte español arriba del todo”, dijo este lunes en el momento del relevo.

Profesor del Máster de Gestión Deportiva de la Universidad Pompeu Fabra y en el Master International 'Sports Management' de la Fundación Johan Cruyff, Albert Soler es miembro del Comité Olímpico Español (COE) y presidente de la Subcomisión de Salud y Dopaje y de la Comisión Antiviolencia, entre otros cargos.

Aficionado a las carreras populares, este hombre “próximo”, “cabal”, “comprometido” y “leal”, como lo definen sus personas más próximas, es un apasionado de los maratones, donde posee una mejor marca de menos de 3 horas (2 horas y 58 minutos) en 2004, y en la pasada de Barcelona logró su meta, bajar de las 3 horas y media (3 horas, 28 minutos y 45 segundos). “Es que ahora no tengo tanto tiempo para entrenar”, se justifica.

A los 6 años empezó a nadar en la piscina del club Mediterrani de la Ciudad Condal, con el que compitió en 100, 200 y 400 metros, antes de pasarse al waterpolo, donde llegó a jugar con el Mediterrani en la Liga de División de Honor. “No he sido un deportista de élite, pero el deporte lo llevo dentro”, dijo este lunes el flamante presidente del CSD, amante de la música del cantautor catalán Lluis Llach.

Seguidor del FC Barcelona, como el presidente Rodríguez Zapatero, Albert Soler es muy conocido para los atletas que se entrenan en el CAR del Consejo Superior de Deportes en Madrid, pues se aloja en la residencia Blume cuando tiene que pernoctar en la capital de España y que hoy ha anunciado que no abandonará pese a cambiar su cargo.

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