Análisis del fútbol riojano: Hecatombe
Y esto es lo peor que le puede pasar a un equipo. La desolación y desidia con la que el escaso público despidió a los jugadores al terminar el encuentro fue la nota más preocupante de esta Unión Deportiva Logroñés. Uno en caliente suele pedir que se tomen medidas drásticas para reconducir una situación que se va tornando grave poco a poco, pero la realidad es que incluso en frío es necesario e inmediato que esas medidas lleguen cuanto antes para no ver al equipo en puestos de descenso.
Ese descenso está hoy más cerca que nunca. La UDL tiene la inmensa suerte de que el Lleida, cuarto clasificado por abajo y equipo que da puerta al descenso directo, sigue sin puntuar por lo que la frontera del peligro se queda estancada a cinco puntos. No así ocurre con el Villajoyosa, que empató en Benidorm y acerca el puesto de promoción de descenso a Tercera a tan solo dos puntos.
Sin embargo, sabiendo que los números son objetivos e impepinables, la realidad es que este equipo transmite muy poco por no decir nada. No voy a entrar a valorar la calidad de los aficionados ni si el precio del carnet de peñista puede suponer que el aficionado quisiera abandonar a las primeras de cambio ahora que la crisis deportiva se ha instalado en el club. No, lo que hay que analizar es el porqué los jugadores, el técnico y, quizá, la directiva han echado por tierra la enorme ilusión generada este verano con 6.100 abonados a la UDL. Este hecho es un acontecimiento histórico sin precedentes y parece que los diferentes estamentos del club no han sabido valorar la importancia que tiene. Da la sensación de que aún no se han enterado de que Logroño y los aficionados al fútbol en particular demandan algo que llevamos todos años demandando tras un desierto de diez años. La exigencia desde el principio era máxima y sin embargo todo se ha degenerado hasta la situación de tener que pensar de nuevo en un posible descenso a Tercera de un equipo logroñés.
Jugadores
: la plantilla es cara y algunos venían con la vitola de grandes jugadores (y riojanos) que podían llevar al club a los puestos de arriba. La reacción de Óscar Arpón tras perder el balón que dio lugar al primer gol del partido muestra muy a las claras la situación en la que se encuentra la Unión Deportiva Logroñés. Con la veterenía que arrastra el capitán, su autoexpulsión y la forma de abandonar el campo al encararse con una parte de la grada, dio lugar a que una parte de la afición pida explicaciones por este fichaje cuando en realidad vino a liderar a un grupo de jugadores que iba a llevar al equipo a la elite del fútbol español. La excusa que se ha venido dando era que el equipo era nuevo y que los jugadores tenían que acoplarse. Tiempo han tenido para ello y sin embargo no se ha avanzado nada. Físicamente parecen estar perdidos pues en las segundas partes pierden del todo el fuelle y hasta el balón. Y si a eso se le añade que incluso en casa se juega con un delantero en vez de con dos, el resultado está en inseguridad, apatía, ansiedad y desgana. Y es que la actitud por querer ganar y la dignidad por intentarlo son los dos primeros valores con los que debe saltar el jugador a un campo de fútbol y por los que el aficionado no perdona si se carecen de ellos. Y eso el domingo no apareció. Cabe añadir como ligera excusa que el equipo presenta una serie de lesionados en un alto número que no evidencian nada bueno puesto que en algún caso la lesión es para largo.
Visnijc
: el técnico serbio ha arrojado la toalla. Ya no es que lo pareciera, no, simplemente por sus declaraciones da a entender que no puede ni es capaz de reconducir una situación que le sobrepasa. Vino del Alcalá con el aura de ser un técnico conocedor de la categoría pues su experiencia como defensa central en el Hércules de Alicante le avalaba. Nada de nada. La UDL aún no sabe a lo que juega ni da la sensación de que tenga arreglo. Emplea en exceso el balón en largo hacia un Cervero que, cuando juega, se encuentra solo en una isla sin apoyos de los centrocampistas que deberían venir desde atrás a ayudar. Luego, otras decisiones muy discutidas por la grada son los cambios que realiza. Los aficionados no terminan de entender que con el resultado desfavorable el técnico no haga cambios que conlleven un mejor juego de ataque, que no utilice a Nacho Elías cuando está siendo lo mejor del grupo, que físicamente los jugadores sean un desastre ya que en las segundas partes todos se vienen abajo por falta de gasolina, que no exista ni ambición ni ganas por implicarse en sacar adelante a un club que le ha puesto todos los medios posibles a su alcance, y que se muestre pasivo y frío tanto en sus declaraciones como durante los partidos. Todo esto provoca que a la grada se le haya terminado la paciencia.Carlos Rincón
: parece que el que iba a ser el director deportivo del Logroñés hace dos años ha sido puesto por una parte de la afición como objetivo central de críticas tras la confección de la plantilla. Las malas lenguas apuntan a ciertas comisiones por algunos fichajes. Eso está por demostrar, y aun así, hay que recordar que la UDL, desde el mes de julio, comenzó un proceso de conversión en Sociedad Anónima Deportiva por el cual el sistema financiero iba a depender de un propietario, Félix Revuelta. Es ante él, por tanto, ante quien debe rendir cuentas de los resultados económicos y deportivos de los diferentes fichajes. Aun así, el análisis de la plantilla es sencillo: jugadores de vuelta con un puñado de otros tantos sin mucha experiencia en la categoría. La realidad palpable es que esta plantilla no está dando la talla pese a considerarse un grupo con un alto caché económico.
Ángel Aguado: el presidente pidió ayuda económica para ascender al Varea a Segunda B y encontró a Félix Revuelta. El club subió y comenzó todo un proceso de conversión en el que se incluyó el cambio de nombre y de domicilio social (de Varea a Logroño). Ángel Aguado se puso al frente como cabeza visible de un club que tomó una serie de medidas que al principio gustó a la masa social (precios de abonos, fichajes de renombre, cantera de calidad), y sin embargo, a esta masa social lo que verdaderamente le hubiera gustado era ilusionarse por presenciar un hipotético ascenso a la Liga Adelante. Más sencillo: Félix Revuelta pone el dinero y Ángel Aguado toma las decisiones. Esta ecuación el aficionado la sabe y la comprende, es pues, momento de pedir responsabilidades también al presidente que lleva dirigiendo desde este verano los designios del club. Y no, este club no debe pelear por la permanencia, porque el presupuesto y los fichajes indican que deberían pelear por objetivos más ambiciosos.
Afición
: no hay nada que reprochar. El equipo les llamó este verano y los aficionados acudieron en masa respondiendo a esa llamada, sean los abonos a 15 o a 150 euros. Lo importante era que al campo se acudía por miles y que eso mostraba signos evidentes de recuperación del fútbol logroñés asustando incluso a los rivales. Hasta eso se ha evaporado. Por el frío, por el Barcelona - Real Madrid, por las excusas que fueran, ayer en Las Gaunas había nuevamente poco más de dos mil personas terminando el partido con apenas 600. ¿Dónde se encontraban los otros cuatro mil abonados? Esta es la pregunta más importante que el club debería hacerse, y si ese abandono progresivo viene del propio club y del mal juego y escasos resultados, las medidas a tomar para conseguir fidelizar a la afición deberían ser tomadas de inmediato pero con un sentido reflexivo amplio y profundo. Y un club que se mueve por urgencias y por parches tiende a conducir a la deriva pues el roto podría ser mayor. Lo peor que le puede pasar a la UDL no es el rechazo de su afición, sino que ésta se torne a como en los últimos años: indiferencia. La indiferencia en definitiva acaba matando a los clubes.
Este fin de semana la Unión Deportiva Logroñés juega contra el Sporting Mahonés, un club de la liga de la UDL (no debería serlo), y en el cual debe moralmente sacar un resultado positivo que marque un indicio de recuperación evidente.
Revolcón en Tercera
Esta apasionante Tercera División nos vuelve a dar una sorpresa grande pero en esta ocasión en dos partidos. Los dos grandes favoritos de la categoría (por masa social y presupuesto) y que ocupan el cuarto y quinto clasificado pincharon en sus respectivos desplazamientos.
El Agoncillo dio la vuelta al marcador tras el tanto de Del Puente
y acabó llevándose tres puntos vitales que alejan a los avioneros un poquitín más de la zona del descenso. Ya afirmé hace unas semanas que hombre a hombre este Calahorra es de lo mejorcito de la categoría que no está rindiendo al nivel esperado. Algo le pasa sin duda al Calahorra. Cuando debería estar disputando las primeras plazas, nos encontramos con una realidad cruda que no termina de carburar. Nacho Martín, entrenador experimentado que llegó a entrenar al Logroñés en Primera y al Barcelona Atlético en Segunda, debe saber que el potencial de sus hombres es infinito y que el recurso a jugar no es el balón en largo y el aguantar un resultado que pronto se les puso a favor. Se nota que el Calahorra no está bien cuando ni tan siquiera sus jugadores son capaces de confiarse en ganar aun teniendo el resultado favor. Ya hemos podido comprobar que los jugadores del Calahorra, en algún momento de sus partidos, pierden por completo la concentración y se dejan dominar por sus rivales, se encuentren arriba o se encuentren abajo. Esto es indicio de que algo extraño sucede en el Calahorra cuando las cosas no pintan bien. Por el fútbol riojano y por la emoción de la liga, en la Taberna esperamos que se reconduzca la situación. Tiempo y puntos tienen para ello.
La otra monumental sorpresa vino de la mano del Náxara, que no quiere quedarse descolgado de ese segundo grupo de favoritos junto al Arnedo (que también perdió) y el San Marcial y que son los eternos candidatos a asustar a los grandes del grupo XVI de Tercera. Ya sabemos qué es lo que le sucede al Alfaro cuando empata o pierde: se le atragantan los equipos que le superan en la presión en el centro del campo. Cuando el Alfaro no es capaz de dominar esa parcela, pierde el sentido del juego, el balón y hasta las oportunidades. El Náxara dio una auténtica lección de pundonor y de garra dejándose todo por impedir el juego del Alfaro. Y lo consiguió. Como al Calahorra, el Alfaro se encuentra a cuatro puntos del cuarto clasificado. En breves jornadas se encontrará con enfrentamientos directos con los que recuperar el tiempo y el espacio perdido con sus predecesores. Siguen teniendo, pues, muy vivas sus opciones de clasificación toda vez que continúan realizando fichajes de cara a la segunda vuelta.
En Regional Preferente, el líder volvió a dar muestras en Las Gaunas de su poderío y faceta goleadora al anotar nuevamente diez tantos ante un voluntarioso Bañuelos. Y si hay que felicitar a la directiva, al cuerpo técnico, a los jugadores y, por qué no, a la masa social blanquirroja por el logro que están consiguiendo y que camina a golpe de récord, no es menos cierto que también hay que felicitar a los equipos que juegan contra esta impresionante Sociedad Deportiva Logroñés. Excepto algún mal gesto pronto olvidado, los jugadores rivales de la SDL en absoluto muestran malos modos ni patadas ante tamaña superioridad. Todo lo contrario: dignos en la derrota y valientes en la lucha. No escatiman esfuerzo y no salen del campo humillados por las goleadas. Considero que es peor humillación y vergüenza levantar el pie del acelerador y dejar jugar al rival haciendo aparentar que ambos equipos son de igual a igual. El fútbol no es eso. El fútbol y el deporte en general es saber ganar y es saber perder, y si los jugadores blanquirrojos no hubieran mantenido la tensión el sábado habrían engañado a sus aficionados y estafado a todos aquellos que pagaron por ver el partido. El 10-0 final no es una humillación para el Bañuelos y menos una deshonra. Los bañejos podrán decir con orgullo, si la Sociedad Deportiva Logroñés llega lejos, que un 28 de noviembre de 2009 jugaron contra ellos en el campo de Las Gaunas.
Lo chocante de esta categoría lo situamos en la Colonia de Albelda, donde el equipo local decidió retirarse después de que el árbitro comenzara de forma inexplicable, según el presidente del equipo verdinegro, un rosario de expulsiones en contra de los locales. No presenciamos el partido, luego poco podremos opinar. Pero resulta extraño que el árbitro mostrara toda su furia en forma de rojas contra un equipo íntegramente nuevo que ha puesto todo su esfuerzo y todo su empeño en sacar adelante un equipo de fútbol para la localidad. Lo mejor del asunto, y en un gesto que les honra, el Club Deportivo Varea se ha puesto a disposición del Albelda para mostrar todo el apoyo que pudieran necesitar. Que el rival mostrara a su vez esta actitud nos indica que algo funcionó mal por la cabeza del árbitro y que la FRF tiene la olbigación de investigar lo sucedido en los campos de la Colonia. Hay que decir que el Albelda hizo mal en retirarse, puesto que en el fútbol se obliga a aguantar hasta el final sean cuales sean las circunstancias. Del mismo modo, las sanciones contra el club serán duras y quizá crueles. Pero tampoco conviene olvidar el asunto en cuanto al trencilla. Tiene que ofrecer ante la FRF una versión verídica de lo sucedido. Y la FRF ofrecer en la medida de sus posibilidades toda la ayuda que fuera necesaria al Albelda si no quiere verse privado de equipos en cuyas localidades se desee practicar el fútbol.
Nuevamente se dieron resultados dispares en División de Honor. Mientras que la Unión Deportiva Logroñés despachó con claridad a un rival directo (el Eibar)
dejando todavía más asentado ese tercer puesto que da derecho a disputar la Copa del Rey, el Balsamaiso y el Comillas perdieron ante el Antiguoko y el Barakaldo respectivamente. Las dos derrotas dolieron especialmente ya que se trataron ante dos rivales en la lucha por evitar el descenso y que en sendos casos el juego de los equipos riojanos fue de buen nivel. En el particular del Balsamaiso, además, el dolor fue mayúsculo ya que el segundo gol vasco llegó de un penalti excesivamente riguroso en el último minuto de partido. Es hora de no fallar, y menos ante rivales directos.
0