Anfitrión sin valores olímpicos
La ong ha constatado que se mantienen en el país campos de trabajos forzados, que no se respetan los derechos de los activistas y que se sigue encarcelando arbitrariamente a personas contrarias al régimen.
Un portavoz de AI instaba desde Hong Kong a los líderes mundiales a asistir a los Juegos, que comienzan el 8 de agosto, para hacer oír su voz en contra de dichas violaciones de los derechos humanos.
En esta ocasión, la administración china no ha respondido a las afirmaciones de AI. No obstante, Pekín suele negar esas acusaciones asegurando que las recientes reformas políticas y económicas han mejorado la situación y que la administración de los recursos ha enriquecido la calidad de vida de cientos de millones de ciudadanos.
El informe de AI mantiene que se ha encarcelado a activistas y periodistas, que el gobierno ha bloqueado sitios de internet 'delicados' y que se ha intensificado la actividad en los campos de trabajo. De hecho, según Roseann Rife, representante de la ong, se aprecia “un deterioro de los derechos humanos por causa de las Olimpiadas”. “Concretamente -añade- hemos observado severas represiones a los activistas locales de derechos humanos, censura de los medios y un incremento en el uso de trabajos forzados para limpiar las calles de Pekín y las áreas periféricas”.
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