Antoñanzas denuncia que 1.348 familias no han cobrado aún las chiquibecas
El concejal del Partido Riojano (PR+), Rubén Antoñanzas, ha denunciado hoy que 1.348 familias logroñesas no han cobrado aún las ayudas económicas para el primer ciclo de Educación Infantil correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo, del presente curso 2017/2018, que “deberían haber cobrado ya”.
Conocidas popularmente como 'chiquibecas' y convocadas por el Ayuntamiento de Logroño, van destinadas a niños matriculados en los centros de Infantil de entre 0 y tres años. El pasado 2 de mayo, la Junta de Gobierno Local aprobó el gasto para hacer frente a estas ayudas económicas durante el periodo enero-julio de 2018 (segunda parte del curso 2017/2018). Sin embargo, Antoñanzas denuncia que “en realidad, las familias deberían haber recibido en abril el pago de la cuantía correspondiente al primer trimestre del año”.
En ese orden de cosas, el regionalista ha explicado que en las bases reguladoras y convocatoria de ayudas económicas para el primer ciclo de Educación Infantil para el curso 2017/2018, se establece que “en el caso de las ayudas correspondientes a los meses de enero a marzo, el pago se realizará en el mes de abril”.
“El retraso hace que las familias sean las que tienen que adelantar el dinero”
Antoñanzas ha informado de que “el equipo de Gobierno aprobó el gasto a primeros de mayo, pero las ayudas están sin fiscalizar, de manera que el pago se va a retrasar hasta junio”. “El Consistorio se dilata en el pago de estas ayudas, año tras año, y está constantemente apurando los plazos”, ha señalado el concejal regionalista, que lamenta “las molestias que se están generando a las familias, que son las que tienen que adelantar el dinero y retraerlo de otras necesidades del día a día”.
Por todo ello, el edil del PR+ insiste, una vez más, en “solicitar al Gobierno municipal que efectúe el pago a las familias en tiempo y forma”. Asimismo, Antoñanzas considera que “si este sistema no funciona deberíamos plantearnos modificarlo, lo importante es que las familias reciban el pago a tiempo porque para muchos es difícil llegar a fin de mes”.
En su opinión, “estamos ante una situación que se repite ejercicio tras ejercicio, Gamarra no puede estar presumiendo de superávit cuando luego no es capaz de cumplir plazos a la hora de ingresar el pago del dinero a los beneficiarios de las chiquibecas”. Antoñanzas se pregunta “cuál es el interés que tiene Gamarra con los padres que deben recibir estas ayudas para hacer frente a la educación de sus hijos, cuando el retraso en el pago se produce todos los años”.
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