Antonio Basagoiti sustituye a María San Gil al frente del PP vasco

El nuevo presidente llamó a la “unidad” en su discurso, defendió que seguirá peleando “por lo mismo” que María San Gil y apoyó sus palabras al contar con los críticos Carmelo Barrio, Carlos Iturgaiz y Santiago Abascal para el Comité Ejecutivo.

El nuevo presidente del PP del País Vasco se ve “capaz” de “solventar las complicaciones aparecidas en los últimos meses” en el partido. En este sentido, momentos antes de su proclamación como presidente de los populares vascos, el hasta hoy líder del PP de Vizcaya recordó que fue propuesto “como candidato de consenso” y confesó “con el corazón en la mano” que su deseo es se “el candidato de la unidad”. En un discurso de tono conciliador e integrador, recordó que el PP siempre ha sabido “hacer frente a las contrariedades” y “recuperarse de los golpes” porque, “de la crisis podemos salir fortalecidos”.

A su juicio, es hora de afrontar los “desafíos” que presenta la coyuntura política vasca, entre los que citó las elecciones autonómicas, en las que la formación será “la única garantía de alternativa a Ibarretxe” o el “ataque contra España que supone el plan del lehendakari”. Recordó que se afilió a la formación “para ser una alternativa al nacionalismo” y poder ejecutar “unas políticas que acabasen con el terrorismo, la exclusión y el totalitarismo”. “No hay que girar -señaló- no hay que perder la coherencia, no hay que dejarse abducir por el nacionalismo”.

APOYO MAYORITARIO

El candidato de consenso a ocupar la Presidencia del PP vasco en sustitución de María San Gil, Antonio Basagoiti, obtuvo el apoyo del 82,3 por ciento de los compromisarios asistentes al XII Congreso de la formación que durante ayer y hoy se desarrolla en Bilbao.

Basagoiti, único candidato aspirante a presidente de los populares vascos logró 284 votos favorables de los 343 emitidos, ya que 61 compromisarios votaron en blanco y se registraron dos sufragios nulos.

Antonio Basagoiti, ha decidido confeccionar el 'núcleo duro' de la próxima Ejecutiva que presidirá con el parlamentario y secretario general de los populares alaveses, Iñaki Oyarzábal, como número dos, y una amplísima representación femenina en las distintas vicesecratarías.

Basagoiti mantendrá al actual portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda, como portavoz del PP vasco, y otorgará la vicesecretaría general a la también parlamentaria Arantza Quiroga. La representante en la Cámara vasca y concejal de Barakaldo, Esther Martínez, será vicesecretaria de Organización, mientras la parlamentaria Juana Bengoetxea se ocupará de la vicesecretaría de Política Foral y Autonómica. La parlamentaria Laura Garrido será la vicesecretaria de Empleo y Bienestar y Juana Iturmendi estará al frente de la vicesecretaría de Libertades y Ciudadanía.

Antonio Basagoiti cierra una etapa marcada por la renuncia de la hasta ahora presidenta por su falta de confianza en la actual dirección del PP nacional. La cita congresual, de carácter extraordinario, se celebraba a iniciativa de María San Gil, quien pidió su adelanto después de que expresara públicamente, a mediados de mayo, pocas fechas antes del Congreso Nacional que reeligió en la presidencia a a Mariano Rajoy, su desconfianza ante “los cambios” experimentados en la línea de la dirección popular.

La dirigente de los populares vascos, que participó en la ponencia del PP para el Congreso de Valencia, terminó de desatar una crisis interna en el PP que se inició con los comentarios críticos a la dirección de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Agirre, la dimisión, en sus cargos, de los antiguos 'pesos pesados' del partido Eduardo Zaplana y Angel Acebes, con la consecuente polémica suscitada por los nuevos nombramientos en la dirección del partido la decisión del funcionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara de abandonar el partido.

Aunque en un primer momento la práctica totalidad de los populares vascos respaldaron la postura de San Gil, una vez constatado que, según la mayoría, Mariano Rajoy no había llevado a cabo ningún cambio ideológico, el grueso del partido optó por la unidad para hacer frente a los “malos tiempos”.