Artaleku pesa demasiado
Hubo suspense porque el definitivo 22-21 pudo cambiar, pero la bocina ya había sonado y el BM Logroño se tuvo que resignar con una derrota en Artaleku ante un Bidasoa que se confirma como el segundo de la tabla. Y eso que los de Jacobo Cuétara fueron a remolque todo el partido después del 4-10, del 7-12 al descanso, del 12-16 e incluso del 14-18 en el ecuador de la segunda mitad. Pero la presencia de Xoan Ledo bajo palos en los bidasotarras -salió con el 12-16-, la capacidad goleadora del chileno Salinas (8 dianas) y cierta pérdida de fluidez en ataque de los franjivinos propiciaron la voltereta. También que este equipo llega hasta dónde puede y que en determinados momentos se echa de menos no poder contar con zurdos (ambos lesionados) ni con otro pivote con el que descargar de minutos a Moreira -7 goles-.
Se podría decir que el cuadro dirigido por Miguel Ángel Velasco hizo todo lo que hay que hacer para ganar. De lo contrario no se entenderían las 11 paradas que realizó Rangel en la primera mitad para dejar helado a un Bidasoa que se marchó al intermedio con sólo 7 goles. Por poner un pero durante esos iniciales treinta minutos, el conjunto logroñés no estuvo fino ante las superioridades y de haber marcado en varias oportunidades la renta habría sido superior en varias fases del encuentro. Pero es que en la primera mitad, prácticamente todo funcionaba a la perfección.
El engranaje defensivo era casi perfecto, el meta brasileño se salía ante su exequipo y en el ataque visitante había continuidad -y eso que Casado no tuvo una buena tarde con 2 goles de 8 lanzamientos-. Edu Cadarso, Dorado, Moreira… la dirección de Balenziaga, la contundencia de Sánchez-Migallón... Con el 3-6, Cuétara tenía que echar mano de la cartulina verde. No tuvo su efecto porque los riojanos se escapaban hasta el 3-8 y el posterior 4-10 con aún cinco minutos por delante para el descanso. Ahí encontró algo de alivio Bidasoa para llegar con vida, 7-12.
El paso por los vestuarios animó a los ataques, o que las defensas se relajaron un poco. Al BM Logroño no le importaba el intercambio ya que seguía por delante con solvencia, 9-14 y 12-16 (minuto 38). Ledo, en la portería local, era la alternativa para cambiar la inercia y entonces al conjunto logroñés le entraron las dudas, aunque la diferencia para suficiente para mantenerla, a tenor del 14-18 que reflejaba el marcador a falta de un cuarto de hora para la conclusión. Pero Bidasoa empezó a imponer su ritmo pese a ir por debajo.
En 5 minutos, merced a un parcial de 4-0, la renta se había esfumado. Salinas, desde los 7 metros (previamente su equipo había desperdiciado tres), empataba. Duelo nuevo, pero de apenas 10 minutos. Ahora costaba un mundo. Ya no había tanta claridad en el ataque franjivino; el cansancio físico y cierto cambio de criterio arbitral pasaban factura. Salinas y Aginagalde dejaban un 21-19 con tres minutos y medio por delante difícil de remontar. Moreira apretaba, 21-20. De la Salud superaba a Rangel -cerró el duelo con un 40%-, 22-20, pero otra vez el único pivote de los riojanos dejaba todo abierto, 22-21, para un último minuto y medio de infarto.
Rangel, ahora sí, acertaba las intenciones de De la Salud, pero Ledo también adivinaba el tiro de Casado. Cuétara pedía tiempo para jugar los últimos treinta segundos con calma y no dar opciones a su rival. Pero el BM Logroño peleaba por una última oportunidad, provocó la pérdida y buscó el imposible. No hubo tiempo para más pese a la celeridad de la acción porque la bocina sonó y aunque la pelota tocó la red llegó fuera de tiempo.
Foto: BM Logroño
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